Capítulo 29

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RENZO

Probablemente esa fue la decisión más difícil que he tenido que tomar en mi vida, elegir entre los dos lugares a los que pertenece mi corazón y dejar el otro en las manos de alguien más, fue una situación que deseo no tener que repetir nunca más. 

Sé que Ámbar me entenderá, sé que ella hubiera elegido del mismo modo, y es que la responsabilidad que siento sobre la seguridad de mi hermano no es igual con ella.

Confío en que puede resolver lo que sea, pero el hecho de que me pidió ayuda y no pude correr a ella, de todos modos me está volviendo loco.

Las cámaras de la entrada mostraban claramente que Ciro se iba en el auto de mi padre luego de que los dos tuvieran una conversación en la que se veía muy incómodo.

No entiendo lo que pasa, ellos jamás se interesaron en él, siempre supieron dónde estuvo y jamás se habían acercado. ¿Qué es diferente ahora? ¿Qué lo impulsó a cometer un delito que yo mismo me voy a ocupar de que pague?

—Hasta aquí llegó mi diplomacia —informa Dante, muy enojado—. Lo agarro y lo mato.

—Cálmate —le indica Emma, con bastante autoridad—. Primero hay que ver cómo se siente Ciro con todo esto, después vemos cuáles huesos podemos dejarle sanos al imbécil.

Liam es quien conduce, yo voy junto a él, y atrás vienen Dante, Frank y Emma.

Matteo fue a buscar a Ámbar, Emily estaba rastreando el teléfono de Ciro, y Olivia se quedó con Julieta porque estaba un poco exaltada, se puso muy nerviosa, ellos tienen una bonita conexión.

Nosotros nos anticipamos a buscar en casa de mis padres, Noah y Stéfano se quedaron buscando cerca de la casa, esperando por si Emily encontraba algo diferente y tenían que salir en la dirección contraria.

Isabella y Luna no estaban en la casa, no sé si alguien las llamó o aún no saben.

Ellos se organizaron muy rápido, cada uno aceptó la parte que le tocaba y no dudaron en salir de inmediato. Ahora entiendo la soltura con la que van por la vida, ellos saben que no importa qué pase, el respaldo que tienen es enorme y efectivo.

Me hace sentir tranquilo que mi hermano los tenga, lo único bueno que ha hecho mi papá en su vida es firmarles la adopción.

—Yo… voy a abrir una causa por secuestro, tenemos pruebas y… —comienzo a decir, pero las palabras se sienten pesadas y difíciles, y la imperiosa necesidad de quedarme mudo otra vez me ahoga de repente.

—Con una orden de alejamiento estaremos bien, sabemos que para ti es muy difícil esto —Frank pone su mano en mi hombro, siempre me habla de una forma muy tierna, como si entendiera mis conflictos.

—No voy a arriesgar a mi hermano solo porque yo soy débil, le… di la… oportunidad de ser diferente… yo… no…

—No eres débil —me contradice Liam—, es difícil ir contra tu propia familia, todos nosotros lo entendemos muy bien y te vamos a apoyar el tiempo que te haga falta para tomar decisiones.

—Ya… las tomé —intento asegurar, pero mi voz sale muy dudosa.

—Liam y yo pusimos a nuestro padre en la cárcel —me cuenta Frank—. Jamás lo fuimos a visitar… ni siquiera cuando enfermó y pidió vernos, o cuando murió allí dentro. A mí me costó muchísimo entender el daño que me estaba haciendo, tuvieron que pasar cosas realmente trágicas para que pudiera verlo, pero una vez que lo hice, ya no pude ignorarlas.

—Creo que estoy en ese punto, pero igual siento mucha culpa —murmuro y muerdo el lado interior de mi mejilla para contener las ganas de llorar—. Tengo claras mis prioridades, no importa lo que siento, tengo que cuidar de mi hermano.

Por una palabra [PR #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora