RENZO
Algunos minutos antes...
Nunca me han gustado las fiestas, y mucho menos las universitarias. Mientras estuve estudiando solo hice eso, estudiar, no salía de mi habitación más que para ir a clases y visitar a mis padres cada tanto, y a pesar de la insistencia constante de Jazmín por que la acompañara, tal vez solo logró llevarme a dos o tres en todos los años que estuve allí.
¿Qué había de atractivo en una fiesta para un chico como yo? ¿Alcohol? De ese hay en todos lados, ¿bailar? No me gusta. ¿Mujeres? Siempre he tenido novia, y a pesar de mi fama de infiel, hasta ahora nunca había sido verdad.
Lo único que ofrecían las fiestas universitarias era a un montón de idiotas alcoholizados acosando mujeres para ver quién conseguía sexo y quién no, si lo hacías eras un campeón, si no lo hacías eras un virgen.
Wow, es que suena tan fascinante...
La diferencia de edad que tengo con Ámbar es apenas existente, pero de todos modos siento que ya soy grande para esto, los chicos con los que me dejó parecen de secundaria y en caso de salirme las palabras, de todos modos no habría tema de conversación.
—Tú fuiste el que me habló al teléfono aquel día, ¿verdad? Quiero hablar contigo —me pregunta León, de forma seria y distante.
Le doy un asentimiento en respuesta, mis ánimos de pelear están en cero, puedo hacer un nudo con sus brazos en diez segundos y eso le quita emoción al asunto. Además, ¿por qué pelearíamos? Ámbar lo dejó, y no fue por mí, fue porque él es un idiota. Sin embargo, aunque dudo poder hablar, supongo que igual lo puedo escuchar.
Salimos a la terraza, me pone un poco ansioso perder a Ámbar de vista, pero tampoco es que yo sea esencial, ella se ha mantenido a salvo sin mí toda su vida y confío en su inteligencia para seguir haciéndolo.
—No vengo a hacerte ningún reclamo —adelanta sentándose en unos escalones que están allí—. Solo... quería preguntarte algo.
Me siento a su lado y elevo las cejas hacia él, esperando a que hable.
—Ella... bueno, hasta hace cuatro días parecía que estaba al cien por ciento conmigo, y ahora apareces tú, y hasta te llevó a su casa. Solo quiero saber si lo de ustedes venía desde antes...
—No —respondo secamente.
—¿Y entonces qué? Yo te vi en la universidad hace tiempo, le diste una notita y...
—Éramos amigos.
—No te estoy preguntando esto para justificar lo que yo hice mal, solo quiero saber si lo que tuve con Ámbar fue una posibilidad real o solo malinterpreté las cosas, tal vez ella dijo que yo le gustaba, pero quería decir algo como "oye, nos gustamos, tengamos algo casual", y el que se hizo la película fui yo... y tal vez me estoy torturando por algo que de todos modos no hubiera funcionado.
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Por una palabra [PR #2]
Teen FictionÁmbar tiene una vida feliz: una familia unida y numerosa, amigos que son como hermanos, amor incondicional y sincero, contención de todos los tipos, dinero, estabilidad, prestigio; incluso tiene a un chico dulce y sexy que muere por ella. Una vida...