Ni una palabra, le dije que solo me importaba que él me viera de ese modo y no dijo nada. Solo una sonrisita nerviosa que no supe interpretar para nada.
¿Será que me estoy haciendo fantasías y en realidad no le gusto? Desde mi mirada los dos nos gustamos, solo que aún no lo hemos dicho porque somos lentos; León jamás me habla de chicas, ni siquiera el más mínimo comentario, y pues, si el me viera como amiga lo haría sin pena, es súper desinhibido para hablar sobre todo.
Subimos a mi auto, solo tiene una hora para almorzar porque luego tiene que ir a trabajar, casi siempre comemos juntos, a veces comemos por ahí, a veces en mi casa, y otras veces solo lo dejo en su casa de pasada y sigo a la mía.
Voy a preguntar qué haremos hoy, pero su teléfono comienza a sonar así que solo me pongo el cinturón y me quedo en silencio.
—Hola, pequeña —saluda él de forma muy tierna.
No sé quién será, me da curiosidad saber pero no alcanzo a oír lo que dice la otra persona.
—Ahora no puedo, lo siento, iré a comer y luego a trabajar. Tal vez mas tarde, por la noche. O puedes ir a verme en el trabajo y llevarme un postre, ese siempre es buen plan.
Seguro es Arianna, él no invitaría a otra persona a ir a su trabajo, ella siempre va a su cubículo en la entrada por las tardes, por eso yo nunca voy, se me hace un poco incómodo.
—Cuídate, y haz las tareas —se despide con una media sonrisa.
Luego de terminar la llamada se queda viendo su teléfono un rato más, no hace ningún comentario al respecto, de hecho habla de otra cosa.
—Mi mamá hizo omelettes de jamón, ¿quieres venir? —propone levantando sus ojos cafés hacia mí.
Siento que necesito hablar para aclarar todo el enredo, pero ni siquiera estoy segura de qué decir. Lo único que tengo claro es que si no digo nada solo haré que todo sea más caótico. Con mi prima Isabella hablaré sola, pero sobre Arianna creo que es mejor hablar con él.
—Claro, ¿te gusta Arianna? —pregunto, sin rodeos ni vueltas innecesarias.
Se ve muy sorprendido por lo directo de mi pregunta, pestañea varias veces y responde sin pensarlo mucho.
—No. —Se muestra calmo, no titubea en sus palabras— Está chiquita, ¿Cuántos años tiene? ¿Cómo quince o dieciséis?
—No, de hecho casi cumple dieciocho.
—Se ve super chiquita, además de que es la ex de Stéfano, y no sé... yo no la veo de ese modo, más bien como a una hermanita.
—Pues pensé que... como pasan tanto tiempo juntos...
—¿Te pusiste celosa? —cuestiona dejando entrever una cuota de arrogancia en su mirada— No tienes por qué, mira, en la escala de mujeres importantes en mi vida, está mi mamá —Pone su mano a un nivel bastante alto, para luego poner la otra un poquito más abajo y completar—: Y aquí vienes tú.
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Por una palabra [PR #2]
Teen FictionÁmbar tiene una vida feliz: una familia unida y numerosa, amigos que son como hermanos, amor incondicional y sincero, contención de todos los tipos, dinero, estabilidad, prestigio; incluso tiene a un chico dulce y sexy que muere por ella. Una vida...