ÁMBAR
Después de algunos intercambios entre ellos a través de señas que aún no comprendo, Renzo por fin pudo hablar para contarle la historia, y desde entonces solo nos hemos dedicado a escuchar.
Ciro se lo está tomando muy bien, incluso después de conocer la historia completa, solo escuchó pacientemente e hizo algunas preguntas, aunque no muchas, solo lo exclusivamente necesario.
—… hace rato hablé con ellos, y bueno, resulta que mamá también lo sabía y el único engañado fui yo, ellos no querían que te busque porque estás bien aquí, al menos eso dijo papá.
—¿Cómo se llaman? —pregunta Ciro, con calma.
—Ella se llama Esmeralda, y él Tobías.
—¿Podemos llamarlos así? Eso de “papá” y “mamá”, mejor no... No es por ser despectivo, me encantará decirte hermano a ti, pero yo ya tengo a mis papás.
—Oh… claro —acepta Renzo de inmediato—. Solo es la costumbre.
—¿Cómo te sientes? —le pregunta Dante a su hijo, mientras lo observa procesar toda la información que acaba de recibir.
—Me siento bien, y ahora que lo veo… —Le lanza una mirada a Renzo—: Sí que soy afortunado, sin ustedes hubiera terminado como él, me salvé por poco…
—Pues sí, ojalá hubiera tenido tu suerte —cede Renzo, a pesar de saber que es broma.
—¿Y ser primo de Ámbar? —provoca el pequeño con gesto inquisidor.
—No, esa parte no.
—Lo imaginé… —dice y se ríe—. Ahora, ¿se quedan a cenar? Tengo un gran drama y necesito consejos, solía tener un primo que me los daba, pero me abandonó…
—¿Stéfano? Pero si eras tú el que lo aconsejaba a él… —le recuerdo soltando una risa—. Además yo me voy, quédense ustedes y…
Renzo me interrumpe tomando mi mano muy fuerte, para impedir mi huida.
—Quédate —me pide mostrando su tierno nerviosismo.
—¿Para qué? ¿No ves que desde que se fue Stéfano no tiene quién lo aconseje? Yo no existo, no tienen valor mis palabras —me indigno haciendo un gran drama.
—Dramática —se queja Ciro, en cuanto sus padres se van a la cocina por la cena—. ¿Por qué te pediría un consejo? Eres malísima eligiendo.
—No soy malísima eligiendo… —me defiendo, aunque no muy segura de mis palabras.
—Y me lo dices sosteniendo la mano de un delincuente, claro… y eso sin hablar del pasado, cosa que por respeto a mi hermano no voy a hacer, pero vaya que hay mierda allí…
—Ya… entiendo el punto —acepto para evitar que mis malas decisiones pasadas sean expuestas.
—En cambio él… te eligió a ti. Él sí sabe de buenas decisiones.
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Por una palabra [PR #2]
Teen FictionÁmbar tiene una vida feliz: una familia unida y numerosa, amigos que son como hermanos, amor incondicional y sincero, contención de todos los tipos, dinero, estabilidad, prestigio; incluso tiene a un chico dulce y sexy que muere por ella. Una vida...