CAPITULO N° 11

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Miguel

Jenna estaba mirando sus hojas con frustraciónmientras mis hermanos y yo, no parábamos de disculparnos, cuando empezamos a mojarnos los unos a los otros nunca pensamos que podríamos mojar sus hojas

-Ya basta- dijo ella de repente callándonos- sus disculpas no sirven  no me las arreglaran- dijo suspirando

-¿Esa era la tarea para mañana?- dije con pena

-Sí, te la traje porque note que habías faltado a todas tus clases, él profesor de cálculocasi te reprueba pero le dije que te sentías mal y que por eso no pudiste venir- me dijo aun mirando sus hojas, tratando de secarlas mientras las sacudía. Me sentía mal ella había venido a hacer algo bueno por mí y yo lo arruiné

-Nada nuevo- dijo Gabriel en mi mente, lo miré mal

-Solo ayúdala, ¿quieres? Acabo de recordar que yo también tengo tarea- dijo Rafael arrastrando a Gabriel a su habitación- necesito que me ayudes con informática, y me expliques que es un software

-eso es fácil- dijo Gabriel frustrado

-Para ti- murmuró frustrado Rafael, dejándome a solas con Jenna

-Mira, lo siento enserio no fue nuestra intención mojarlas, si quieres te puedo ayudar a pasarlas- dije sentándome junto a ella

-Está bien- dijo ella parándose rápidamente

-¿A dónde vas?

-Necesito mis cosas que están en mi departamento, ya vengo- dijo y luego se marcho

-chicos ya pueden venir- dije esperado que los chicos me escucharon, ellos entraron a la sala

-¿Qué necesitas?

-Ayúdenme a que Jenna me perdone- ellos elevaron una ceja- perdón que nos perdoné

-¿y cómo haremos eso exactamente?- preguntó Rafael

-no lo sé pero tenemos poco tiempo fue en busca de sus cosas para pasar las hojas y seguro volverá pronto

-Puedo crear un tarjeta virtual de perdón- Ambos miramos a Gabriel

-Perfecto

En eso entro Jenna a la sala miro a mis hermanos y siguió caminando para sentarse a su silla y comenzara a copiar a una velocidad impresionante

-¡Vamos! Vayan a hacer es tarjeta- les dije mentalmente mientras me sentaba y comenzaba a copiar también

-Yo con la tecnología no me llevo bien así qué le prepare algo de comer- dijo Rafael mientras se iba a la cocina

Pasaron los minutos y Jenna ya había copiado la mayoría de las hojas, en mi caso mi caligrafía había empeorado un poco y se hacía difícil ya no escribir con pluma.

-¿Cómo puedes tener esa letra?- me preguntó repentinamente Jenna, levante la vista y vi a Jenna mirando mi hoja con admiración

-No esta tan bien formada- dije sinceramente, pero ella abrió la boca pero después no dijo nada

-La verdad eres muy humilde esa letra es perfecta, la mía no es nada comparado a la tuya- dijo volviendo a escribir

-Hey, eso no es verdad, tú letra es tan hermosa como la que trazan sus líneas- dije sin pensarlo, pude ver como se sonrojaba pero no dijo nada, volví a escribir y supe que hacer para que me perdone un poema.

Cuando lo termine de escribir sonreí, algo irónico pero igual, solo espero que le guste y que no piense que es inapropiado tal vez deba dejar que Rafael lo lea antes

El Pacto De Los AngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora