Miguel
Rafael estaba parado frente a mí, con los brazos cruzados y mirándome fijamente.
-¿Qué significa todo esto Miguel?- dijo y pude captar que se refería a mis libros
-Solo quería saber un poco más tener más información, no es malo- dije juntando los libros que Jenna había leído
-¿Para? Hermano ¿desde cuándo te interesó saber más sobre estas cosas?- dijo mientras sostenía él libro de cómo detectar sombras.
-No lo sé un día en una misión, en la cual era intermediario encontré de estos libros me parecieron interesantes, es decir hablaban sobre nosotros, ¿no te interesa saber lo que somos?
-No, porque ya se lo que somos Miguel, somos ángeles de Dios eso somos y con eso me basta
-Los libros dicen lo contrario- dije sosteniendo uno en mis manos
-¿En quién crees más en un libro o en Dios?-dijo enfadado
-En Dios pero eso no influye en nada él nunca nos dijo que éramos ángeles, por lo menos que yo recuerde- Rafael alejo la mirada y cerró los ojos frustrado
-¿Por qué tanto interés? Ayudamos a las mujeres como lo pactamos, agradecemos a Dios por haber salvado a nuestra madre, ¿Qué más quieres Miguel?- dijo mientras se sentaba en mi cama
-Solo quiero saber que soy- dijesentándome a su lado
-Eres un buen hombre Miguel, eso eres y con eso te bastara ¿entendido?- dijo seriamente Rafael parándose, me lo quede mirando y no le respondí-¿entendido?- volvió a repetir solo que esta vez más duramente, e lo quede mirando- ¿por favor?- dijo esta vez con tono suplicante
-¿Por qué no quieres que siga investigando? ¿Aqué le temes Rafael?- le preguntéponiéndome a su altura o lo más que podía
-Miguel, hay cosas que hay que dejarlas como están, tienes que entender que es mejor así- dijo poniendo su mano en mi hombro
-Pero que si no quiero dejarlas como están, ¿Qué me ocultas Rafael?- pregunté alejándome de él
-¿de qué hablas?- preguntó él frunciendo el ceño
-Tienes un afán para que no siga averiguando, ¿Por qué? Dime la verdad
-está bien ¿quieres la verdad?- dijo él elevando la voz
-Sí- dije con decisión
-Tengo miedo- dijo lo que me sorprendió – miedo de que no seamos lo que creemos que somos, miedo de que si llegamos a averiguar lo que realmente somos no nos agrade, entiéndeme hermano, no quiero perder lo que tenemos, no quiero perderlos- dijo y pude ver como contenía las lágrimas, era la primera vez que veía a Rafael de esa forma él siempre fue duro, nunca lloro siempre tenía que consolarnos a mí y a Gabriel, nunca pensé verlo de esa forma
-Hermano no nos perderásnunca- dije abrazándolo- entiende solo quiero averiguar lo que somos porque lo necesito hay algo dentro de mí que me pide que lo haga, además si tenemos alas y él espíritu santo nos bendijo con sus dones, creería que estamos en él lado bueno- él rio y me apretó más fuerte
-Lo sé pero yo presiente que algo malo a ocurrir- dijo recuperándose rápidamente
-¿de qué hablas?- pregunté sin entender
-Siento que ocurrirá un cambio en nuestras vidas, lo pude ver en un sueño
-¿Ahora eres profeta?- dije frustrado
-No lo sé pero lo poco que vi no me gusto- lo miré él continuo- estábamos en el departamento y vi a nuestro padre- hizo una pausa para ver mi reacción, no dije nada no me moví solo asentí- luego todo se volvió nubloso y te vi estabas en la iglesia solo, y un padre te hablabasobre cuidados que teníamos que tener y que nos preparemos para él día- otra pausa, no dije nada- todo se volvió a nublar, esta vez Gabriel estaba conmigo, pero tú no. Cambiaba de escena donde Jenna sufría- dijo el a lo que me tense completamente- Luego nuestro padre venia caminado hacia nosotros, contigo en brazos- se quedó en silencio- Miguel no te movías, estabas inerte, muerto- termino y yo caí al piso de rodillas.
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El Pacto De Los Angeles
ParanormalEllos hicieron un pacto ante Dios y él se los cumplió Ella necesitaba ayuda y Dios la ayudo. Pero lo que ella no sabía era que la ayuda iba a llegar en tres atractivos adolecentes. Dios puede ser muy bueno cuando se lo propone. Esta historia es comp...