12

15.1K 1K 45
                                    

Nuevamente en mis sueños soy presa de muchas pesadillas, unas mas oscuras que otras... Víctor siempre aparece, mirándome, extendiendo su mano hacia mí como la última vez que lo hizo antes de que muriera... recordar siempre me trae horribles sensaciones que se expanden por todo mi ser, han pasado más de 10 años y todavía los ojos de Víctor me acechan en la oscuridad.

Sin poder dormir luego de mi última pesadilla decido levantarme por un vaso de agua, la mansión yace en la oscuridad y yo camino por el pasillo baja la tenue luz de la luna que se refleja por las ventanas, nunca termino de sorprenderme de lo magnífico que es vivir en una mansión, cada detalle es  hermoso y extravagante, como Jeanne...

Bajo las escaleras hasta el primer piso y en medio de la total oscuridad de las cinco de la madrugada tomo al rededor de tres vasos de agua, uno tras otro...

Una vez que mi sed se ve saciada camino de vuelta hacia mi habitación, no sin antes observar por una de las ventanas la inmensidad de la noche, las estrellas y la luna que descansaba en lo alto del cielo...

Vuelvo por las escaleras caminando a paso lento, la tranquilidad a vuelto a mi cabeza luego de mi paseo nocturno y estaría dispuesta a irme a dormir si no fuese porque hay rayos de luz saliendo por la oficina de Jeanne, aparentemente no soy la única que se ha desvelado...

Me debato interiormente si ir hacia allí o volver a dormir, no quiero perturbar a Jeanne y luego de nuestra última despedida hace algunas horas realmente parecía confundida respecto a lo que había sucedido entre nosotras.

Mientras mi cabeza decidí a una de las puertas de su cuarto se abre desde el interior, allí aparece Jeanne en un hermoso pijama de seda azul, apegado a su cuerpo y su melena suelta hacia atrás, me quedo embobada mirándola hasta que se percata de mi presencia en la oscuridad.

-¿Emma? pregunta confundida-¿Qué haces aquí?...

-Lo siento Sra. Jeanne, no he podido dormir bien esta noche y me levanté por un vaso de agua...-dije sincera aún en la oscuridad.

-Pues ven aquí y hablemos por un rato ¿te parece? Yo tengo insomnio y la verdad no he podido dormir en toda la noche...

Asiento y me acerco sorprendida en la oscuridad hasta su cuarto-oficina, Jeanne me deja pasar no sin antes observarme con sus ojos de arriba a abajo, mi pijama no resulta ser tan elegante como el suyo, pero el color destaca al ser de un rojo intenso y también se apega a mi cuerpo.

Jeanne me indica que me siente en uno de los sofás, solo está encendida una de las tres luces del techo, por lo que el cuarto es una mezcla de luz y oscuridad que nos permite vernos a mi jefa y a mi, pero no lo suficiente como para que podamos distinguir nuestros rasgos. Jeanne se sienta en uno de los sofás del frente, quedamos casi frente a frente si no fuese por una mini mesita donde descansa mi vaso de agua y una copa de vino que Jeanne estaba tomando.

-¿Por qué no podías dormir Emma?-Jeanne me pregunta con sinceridad y decido responder de la misma forma.

-Tuve pesadillas horribles... siempre son las mismas, siempre aparece lo mismo-digo sincera y me encojo de hombros, estaba entregando información intima mía a Jeanne y me gustaba, pero al mismo tiempo me asustaba pensar su reacción si le contaba mis sueños...

-¿Puedes decirme de qué tratan tus pesadillas?-dice con un semblante amable. Yo me debato interiormente, nunca en 10 años he podido decirle a alguien sobre mis pesadillas, nada que sea de mi pasado he podido contarlo y sin embargo, los ojos de Jeanne Nizzari me inspiran confianza y seguridad, cosa que no he sentido con nadie en mucho tiempo también...

-Esta bien-digo luego de largos minutos- mis sueños son principalmente...sobre Víctor-algo en mi se remueve al decir su nombre en voz alta-él aparece siempre, agarrándome del brazo y arrastrándome hacia las tinieblas, de donde él proviene...

Divina VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora