Cuando Jeanne escucha las últimas palabras de su chófer sus ojos se abren como platos y me lanza una mirada de desespero. Atino a tomar su mano sin importarme la presencia del señor Quinn. Jeanne agarra mi mano como si no quisiese que la soltase y entendí que puede estar disimulando por fuera, pero en sus ojos no puede esconder el temor.
-Gracias señor Quinn por informarnos, bajaré en unos minutos para ir de inmediato al siquiátrico...-Jeanne había vuelto un tanto en sí pero parecía perdida en sus pensamientos. El chófer se retiró y observé de brazos cruzados a Jeanne-¿Qué sucede?
-¿Estas segura que quieres ir sola?-pregunto aún cruzada de brazos y Jeanne voltea sus ojos.
-Claro que no quiero ir sola, pero entiendo que quizás es muy pronto para ti hacer estas cosas junto a mi ¿o no?-Jeanne se estaba cambiando de vestimenta frente a mis ojos y todo lo que podía pensar era en lo hermosa que era.
-La verdad no, después de todo lo que hemos pasado y anoche... no podría dejarte ir sola hasta allá, tienes todo mi apoyo-dije sincera bajando mi mirada, Jeanne se acercó hasta mi posición con apenas con unos jeans puestos -nunca le había visto tan informal- sonrió como pudo y depositó un beso en mis labios.
-No sé que haría sin ti Emma-dijo luego de unos segundos y yo me sonrojé.
Asentí mientras se alejaba hacia el baño y cuando no pudo escucharme solté el aire que no sabía que estaba conteniendo.
-Yo tampoco sabría que hacer sin ti Jeanne Nizzari-dije más para mi misma.
A los veinte minutos después Jeanne y yo viajamos con rapidez hasta el siquiátrico, Jeanne esta vez fue quien agarró mi mano con la suya cuando estábamos en el coche, sentir su calidez era una de las cosas que más me comenzaban a gustar de mi jefa, sus dedos junto a los míos y su sonrisa siempre iban acompañados de una sensación que no podía describir, era como si pudiese sentir lo mismo que ella...
A la siguiente media hora llegamos a un lugar alejado de la cuidad, era rústico y enormes árboles aparecían por la carretera sin importar lo cerca que podían estar de los coches. Era un lugar alejado de todos y podía comprender por qué. En señor Quinn se desvió por una de las salidas y luego de recorrer largos caminos de tierra en medio de pastizales llegamos al comienzo de un enorme edificación, era de color crema y enormes bosques rodeaban aquel lugar. Entramos con el coche por una de las entradas principales y luego de recorrer al rededor de un kilómetro de bosques -si, era enorme aquel lugar-logramos llegar a la edificación que imponente descansaba sobre los pies de un cerro.
-Mas de una hora de viaje-dije para mis adentros y Jeanne asintió.
-Sí, este era el único lugar "cercano" a la prisión y el hogar de mi querida hermana, vamos Emma, luego podremos ver el lugar...
Asentí y como si fuese por inercia su mano tomó la mía y caminamos juntas hasta la puerta principal. Allí adentro de inmediato dos mujeres nos recibieron, pidieron nuestros datos y nos indicaron hacia donde debíamos dirigirnos.
-¿Su hermana es Alisa Nizzari?-preguntó una de las mujeres y la otra le pegó disimuladamente con su codo. Hasta aquí Jeanne Nizzari era famosa- señora Nizzari, de acuerdo a la última información que recibimos su hermana hace poco terminó de hacerse un par de exámenes para averiguar qué sucedió, ahora mismo se encuentra descansando en su cuarto y en buen estado, ¿le parece que le llevamos hasta allí?
-De inmediato por favor, necesito ver cómo se encuentra mi hermana.
La mujer asintió y llamó a dos guardias para que nos llevaran hacia allí, Jeanne volvió a tomar mi mano con la suya y sonreí para mis adentros, caminamos juntas por los enormes pasillos de mármol, este lugar parecía ser o más bien intentar ser aquellos actuales siquiátrico que mezclan antiguas edificaciones con cierto lujo, aquel lugar fácilmente podría ser un palacio si no fuese por las miles de informaciones colgadas sobre tipos de trastornos y salud mental, nunca había entrado en un psiquiátrico y ya podía entender un tanto el por qué la gente se volvía loca al entrar aquí.
ESTÁS LEYENDO
Divina Vida
RomanceEmma ya no tiene más razones para vivir, el destino le juega una mala pasada y termina trabajando para una de las mujeres más importantes del país: Jeanne Nizzari, conocida por ser fría y calculadora, sin sentimientos, llegará por casualidad a la v...