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Apago las luces y me pongo el pijama de Jeanne, huele a ella, a su perfume. Me permito embriagarme con él, aspiro cuanto puedo su aroma y lo expulso casi de inmediato por mi nariz para volver a aspirar. Creo que esta noche no podré dormir, las primeras dos horas me lo confirman, doy vueltas por doquier sin lograr cerrar mis ojos. Jeanne Nizzari solo está a una habitación de mí y eso me pone los pelos de punta, no puedo simplemente actuar normal, ella me tiene entre sus manos.

Cuando pasa la tercera hora decido levantarme y tomar aire fresco, salgo de la habitación con cuidado para no despertar a la dueña de mis pensamientos ni su sobrina. Bajo por las escaleras camino al salón y decido abrir la puerta principal de la mansión, tomo asiento afuera y observo la noche, por una extraña razón no siento el frío calarme los huesos, llevo solo la corta pijama de mi jefa que apenas logra cubrir mis muslos y se apega a mi cuerpo como si de un guante se tratase, en definitiva no tengo el mismo volumen de cuerpo que Jeanne.

Pasan algunos minutos en los que intento volver a mí tranquilidad pero la puerta de la mansión se abre y allí está ella, brillando en la oscuridad.

-¿Qué haces aquí Emma?-pregunta preocupada y yo le sonrio.

-Necesitaba aire fresco señora-digo sincera y Jeanne asiente.

-¿Puedo acompañarte? No logro conciliar el sueño..-de inmediato le dejó un espacio para que tome asiento junto a mí y lo hace, lleva su bata abierta y puedo ver algunos pedazos de piel que la poca luz me deja ver.

Nos quedamos en silencio unos minutos hasta que siento como su mirada recae en mi, se queda fijamente mirándome y yo comienzo a temblar levemente.

-Emma...no he sido totalmente sincera contigo-comienza a decir y yo la observo confundida- perdona de antemano lo que he hecho...-sostiene mi mirada y yo sigo sin saber qué decirle- quize saber más de tu vida, me tenías intrigada, demasiado quizás... bueno, ese no es el punto, investigue algunas cosas de tu vida...en especial de tu pasado...

De inmediato mis puños se cierran y dejo de observarla, no sé qué me causa más rabia, el hecho de que pueda saber absolutamente todo o que lo haya hecho sin mi consentimiento.

-Perdona, sé que debí preguntarte directamente a ti, no sé qué me sucedió, nada justifica que haya urgado en tu pasado...-dice acercándose pero yo la evito-disculpame Emma...

-Lo sabe todo...-susurro.

-¿Qué?-Jeanne pregunta acariciando mi espalda.

-¿Sabe todo? De mi pasado...-me atrevo a mirarla y ella se queda mirándome fijamente hasta que termina por asentir.

-No debió haberlo hecho-digo enojada- usted no sabe absolutamente nada de ese tiempo, no sabe todo...lo que pasé-digo dolida.

-Lo sé, perdóname nuevamente-dice agarrando mis manos entre las suyas pero estoy tan hastiada que no puedo disfrutar su toque- no te juzgo por nada de lo que hayas hecho Emma, sé que ya no eres esa persona...

-No tenía ningún derecho a hacerlo-digo dolida- es...agh-me levanto pero Jeanne me sigue hasta la puerta y me impide el paso con su cuerpo.

-Emma, sé que cometí un error, lo sé-dice acercándose- prometo que nunca más lo volveré hacer, pero por favor, no podré aguantar que me observes de esta forma...

Su repentina confesión me descoloca y por un momento olvido que Jeanne Nizzari sabe absolutamente todo de mi. Soy tan débil que algunas lágrimas caen por mis mejillas, me siento avergonzada, temerosa, ella lo sabe todo... Jeanne limpia mis lágrimas en la oscuridad del salón y para mí sorpresa me abraza. Sus brazos rodean mi cuerpo y me dejan allí, temblando ante su toque.

Divina VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora