41

7K 360 48
                                    

EN EL CAPÍTULO ANTERIOR...

Sin darme cuenta me había echo una bola en la ducha, la sangre corría por mi cuerpo y supe que estaba lo suficientemente débil para poder desmayarme. Decidí salirme una vez que quité toda la sangre y vi un pijama sobre el tocador. Katlheen debió haberlo dejado allí durante la ducha y ni siquiera me di cuenta. Una vez vestida y un poco mas calmada caminé hacia el salón principal donde Kathleen atendía una llamada. La dejé finalizarla y cuando me observó algo de lástima pude ver en su rostro.

-He preparado unos bocadillos y serví unas copas de vino, quizás nos sirve para relajarnos-dijo amable y una pequeña sonrisa de agradecimiento se posó en mis labios. Comimos en silencio algunos minutos hasta que le pregunté a Kathleen a qué se dedicaba. Ya había echo mucho por mí y apenas si le había dirigido la palabra en todas estas horas.

-Soy abogada de un buffette de abogados a unos 100 km de aquí, en la cuidad continua-dijo tomando un sorbo de vino- llevo mas de 30 años siendo abogada de distintos casos criminales, intentado dejar libres de la cárcel a personas inocentes.

-Wow- fue lo único que podía decir.

-¿Y tú querida? ¿Hace cuánto tiempo conoces a mi prima?-preguntó curiosa y yo bajé mis hombros.

-Hace un año aproximadamente-dije intentando recordar- yo era... O bueno soy la niñera de Marie, trabajé un tiempo en la mansión de Jeanne cuidándole y bueno, con el pasar del tiempo nos hicimos mas cercanas, hasta que...

Katlheen asintió, parecía tener más preguntas pero no las decía.

-Adelante-dije tomando la copa de vino, pregunta lo que quieras.

-No es una pregunta, mas bien intentaba entender a Jeanne-dijo sincera y observándome- hace años atrás Jeanne me confiaba sus pensamientos y bueno, nunca había confiado en nadie de esta forma hace mucho tiempo... Me sorprendió hoy escuchar que eras su novia, lamento decirlo así pero la Jeanne que conocía no quería atarse con nadie, estaba lo suficientemente dañada al menos para no intentarlo, por eso mi sorpresa Emma, eso no quita que Jeanne haya tomado otras decisiones, yo las respeto y me alegro que tenga alguien a su lado para que la acompañe, ella merece mucho amor Emma, siempre tuvo una vida difícil y aún así logró ser una de las empresarias mas codiciadas de este país...

-Tranquila que entiendo todo lo que me dices Katlheen-dije sincera- Jeanne hace un tiempo atrás me explicó su desconfianza pero pudimos entendernos y confiar la una de la otra, Jeanne es una mujer magnífica-dije con el corazón en mi mano- ella me salvó de la crisis económica en la que me encontraba y me tendió una mano cuando nadie mas lo hizo, es por eso que creo que somos tan fuertes juntas, ambas hemos pasado varias situaciones complejas y hemos sabido respetarnos y amarnos, la verdad no me imagino nadie más a mi lado que a ella...Es por eso que estoy tan colapsada, solo quiero que pueda vivir.

Katlheen asintió, hablamos durante una hora aproximadamente y la verdad me pareció una persona bastante inteligente y centrada, sin duda toda la familia Nizzari era igual. Decidimos ir a dormir luego de ser un largo día. Katlheen me mostró mi habitación y antes de que se fuese la detuve con mi mano.

-Muchas gracias por toda tu ayuda hoy Kathleen-dije observándole directamente a sus ojos- sin ti todo hubiese sido bastante diferente para mi, en fin, gracias por haberme apoyado hoy...

-No te preocupes Emma, para mi ya eres parte de la familia-dijo mostrándome su sonrisa por primera vez- entiendo por qué Jeanne te quiere a su lado, eres una persona con buen corazón Emma, no lo dudo...

Divina VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora