Paso una larga noche en vela, las emociones me embargan, desde la sorpresa, el nerviosismo, la inseguridad. Es claro que Jeanne Nizzari llama mi atención, es una mujer misteriosa y atrapante, pero claramente esto será solo algo de mis fantasías, una mujer como ella nunca estará con alguien...como yo. Aceptarlo me es fácil, así no me hago ilusiones donde no hay motivos para ello y con un último respiro caigo dormida.
Por la mañana tomo una taza da café, me observo ante el espejo y mi piel ya no parece tan pálida, en la última semana he agarrado algo de color, claro, perseguir a una niña pequeña por toda la casa hace que cualquiera se ejercite más de lo necesario. Intento ignorar la emoción que crece en mí cuando tomo el autobús y camino hasta la mansión. Quiero hacerme creer que no siento nada por Jeanne Nizzari, cuando llego ella se encuentra sentada con una laptop en sus piernas. Por primera vez me tomo el tiempo de analizarla y viajar con mis ojos por cada centímetro de su cuerpo. Tiene una contextura normal, el cabello rubio largo y unos labios grandes y apetecibles....en ese momento Jeanne sube su mirada y se encuentra con mis ojos curiosos mirándola. De inmediato desvío la mirada avergonzada y me acerco para saludarla.
-Buenos días señora-digo evitando su mirada.
-Buenos días Emma-dice aún mirándome-Marie sigue durmiendo, puedes ir a servirte algo de comer mientras despierta-sus ojos siguen en mí y asiento nerviosa, camino hasta la enorme cocina de la mansión. Tomo una manzana que se haya en una canasta y vuelvo para sentarme en uno de los sofás. Me quedo mirando a Jeanne mientras escribe sin poder quitar mi mirada, en definitiva es una mujer hermosa, su edad es un total misterio para mí pero asumo que al menos tiene un par de años mas que yo. Dejo a mi mirada divagar por su cuerpo, lleva un pantalón a juego con un blazer negro, la observo y a veces no parece tan dura como la pintan, ahora mismo puedo verla sin ningún detenimiento, parece incluso frágil, eclipsada por algo...
-¿Tengo algo en la cara?-pregunta aún sin mirarme y yo vuelvo a avergonzarme, me creía invicta de su atención pero sabía que la observaba.
-Perdón..-es lo único que puedo decir. Jeanne me observa con curiosidad como si quisiera preguntarme algo, en ese momento abre su boca pero vuelve a cerrarla cuando escuchamos pasos en el piso de arriba, Marie ha despertado. Me disculpo y subo a pasos rápidos, aún con mi corazón a mil. Ayudo a Marie a asearse, Jeanne se despide desde el otro lado de la puerta y algo en mi se lamenta no poder haberla visto antes de que fuera. Quito ese pensamiento apenas puedo.
-¿Emma puedes hacerme huevos?-pregunta Marie cuando bajamos.
-Claro pequeña, estaba pensando ¿Y si pintamos dibujos luego de desayunar?-Marie de inmediato se emociona y nos divertimos un buen rato cocinando. Sin notarlo sentía afecto por la pequeña, también por el hecho de que no tenía a su madre en una edad donde más la necesitaba...me recordaba a mi infancia, no quería recordar nada de eso por lo que de inmediato ocupé mi mente en otra cosa.
Marie y yo pintamos una docena de dibujos, luego almorzamos y por la tarde vemos dos películas antes de que cayera en sueño. La ayude a acostarse y cerré su habitación con cuidado. Espero paciente la llegada de Jeanne y cuando entra a la mansión parece hastiada. Apenas me observa y por primera vez me afecta, no, no puede afectarme...
Los siguientes días es la misma rutina, el día jueves para mi sorpresa Jeanne se detiene antes de subir a su habitación y me observa.
-Perdóname Emma, se me olvidó decirte que mañana tengo un compromiso por la empresa, necesito que cuides a Marie hasta mas tarde..¿Puedes?-dice seria y yo dudo.
-Claro..
-Te compensaré con mas dinero obviamente...-dice dándome la espalda- buenas noches Emma..

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Divina Vida
RomansaEmma ya no tiene más razones para vivir, el destino le juega una mala pasada y termina trabajando para una de las mujeres más importantes del país: Jeanne Nizzari, conocida por ser fría y calculadora, sin sentimientos, llegará por casualidad a la v...