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Una vez que subí al coche escogido por Jeanne-y arrendado- partimos hacia la gala benéfica. No tenía ni idea de dónde podría quedar el lugar pero sabía que era muy cercano al centro de la cuidad, mientras tanto preferí omitir el hecho de que la acompañante de Jeanne fuese Delphine. Hoy mi objetivo era finalmente descubrir la información sobre el asesino de Alisa Nizzari. No podía distrarme de esa meta pese a todo lo confundida que podía dejarme ver ir juntas a Jeanne y Delphine.

Observé mi celular y caí en la cuenta de que Beatriz no me había dicho nada más, ni donde juntarnos, ni donde debía dirigirme. Tomé aliento y crucé los dedos para encontrarlos. El viaje duró al rededor de media hora y cuando llegamos una gran fila de coches intentaban estacionarse fuera de un enorme edificio.

Cuando creí que tendría que buscar personalmente a Beatriz un mensaje desde un celular desconocido llegó.

Te espero al comienzo de los estacionamientos.

No sabía quién lo había enviado pero sospechaba que era probablemente el hermano de Beatriz, decidida caminé por un lado de los coches hasta llegar al comienzo de ellos, allí un hombre de traje negro fumaba un cigarro dándome la espalda ¿Debía acercarme? Decidí dar un paso hacia su dirección y observarlo mas atentamente, su cabello era de un color rojizo oscuro, sin duda era el hermano de Beatriz.

-Uhm...-toqué su hombro izquierdo y eso hizo que se girase hacia mi, sus ojos dieron con los míos y en su boca una sonrisa apareció, el hermano de Beatriz no tendría mas de 25 años, incluso dudaba que menos... era un joven adulto, fornido sí, al menos me sacaba 10 cm de altura pese a ser más joven, lo más distintivo sin duda eran sus tatuajes en el cuello, casi cubierto toalmente por estos. También tenía rasgos  finos como los de Beatriz, pero que demostraban cierta dureza.

-Buenas noches, debes ser Emma, un gusto...-dijo con voz grave y firme, alzó su mano para que la estrechase, me causaba extrañeza la situación, no imaginé ni se me pasó por la cabeza que el hermano de Beatriz sería así.

-Buenas noches...-dije luego de algunos segundos tomando su mano- soy Emma, un gusto también.

-Cuando mi hermana me dijo que me iba a acompañar una de las mujeres más hermosas que ha visto no le creí, pero ahora veo que me equivoqué-dijo observándome de pies a cabeza y por alguna razón me estremecí- ¿Fumas?-preguntó alzando su cajetilla y yo asentí.

-Muchas gracias....eh ¿cuál es tu nombre?-pregunté mientras encendía un cigarro. El pelirrojo me observó durante algunos segundos antes de contestar.

-Román, lamento no haberme presentado, pero tal parece que mi querida hermana ni siquiera te dijo mi nombre-sonrío- no me extraña-dijo apagando su cigarro y poniendo sus manos en sus bolsillos- hoy nos espera una larga gala Emma, lo mejor es la fiesta que quizás venga después, por si estas interesada-Román me conocía hace menos de 5 minutos y podría decir con toda seguridad que me caía mucho mejor que su hermana. Asentí y luego de que yo terminase de fumar Román alzó su brazo para que lo tomase.

-Es hora de entrar, aguantemos esta estúpida gala hasta que podamos liberarnos-dijo Román aún con su brazo alzado, en definitiva me caía mucho mejor que Betariz. Dudé un tanto hasta que me acerqué a su posición-sí, me sacaba al menos una cabeza de altura- hasta que tomé su brazo y con una última sonrisa del rostro de Román y para sorpresa una sonrisa también en mi boca, comenzamos a caminar juntos hacia la entrada del edificio.

La gala benéfica se estaba desarrollando en el segundo piso, pero para llegar allí primero debíamos pasar por un montón de camarógrafos que sacaban miles y miles de fotos. ¿Era tan concocida Beatriz? No esperaba en lo absoluto que otras personas estarían tomándome fotos. Román sin dudar y a paso firme avanzó hasta llegar a la entrada del edificio, con una sonrisa y un guiño antes de entrar me hizo avanzar junto a su lado mientras todos los camarógrafos-al menos una docena- nos sacaban foto tras foto, los flashes eran demasiados y en algún momento quedé anonada por tanta foto, Román se acercó más a mi dándose cuenta de aquello y posando su mano sobre mi cintura sin presionar me ayudó para despertarme, al ver que íbamos juntos y al notarse claramente que Román era hermano de Beatriz los flashes comenzaron a ser más, todos querían fotografiar a la nueva "pareja" de Román, cuando dijeron aquello mi estómago se revolvió, quizás no era una buena idea haber venido...

Divina VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora