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ANTES DE LEER: se recomienda discreción, a continuación vienen algunas escenas fuertes y de violencia.

Me quedé observando fijamente a Jeanne, quien al comienzo frunció su ceñó y luego pareció entender, cuando lo hizo, bajó su mirada y negó con la cabeza, su silencio lo decía todo. Luego de un minuto, habló.

-Emma, este no es el momento ni el lugar para hablar de ello, tengo poco tiempo y otra reunión en media hora...

-No me importa-dije seca- ¿Por qué me lo ocultaste? ¿De verdad asesinaste al esposo de tu hermana?

-Emma-Jeanne me volvió a observar esta vez con una mirada fría, sus ojos no expresaban nada, sus labios estaban apretados- cuando te digo que este no es el momento es cierto, no puedo revelar nada de información aquí, pero si puedo explicártelo una vez que llegue a la mansión...

Negué con mi cabeza y me levanté, Jeanne pareció sorprendida de mi reacción pero siguió allí sentada observándome.

-Eso no es todo lo que me dijo Beatriz, también me dijo lo que hiciste con el otro socio de la empresa, lo mandaste a matar...-escupí y Jeanne abrió sus ojos como platos.

-Beatriz no te ha dicho la verdad Emma, por favor, déjame explicártelo una vez que estemos en la mansión...

-¿Acaso no es verdad que le diste la primera puñalada a tu cuñado?-dije herida y Jeanne bajó su mirada- también me usaste a mi para conseguir información y creí tontamente en cada una de tus palabras, hasta llegué a creer que de verdad sentías algo por mi...

Jeanne se levantó para acercarse pero me alejé, estaba furiosa, me sentía tonta, usada y herida, Jeanne había jugado conmigo como todas las demás personas en mi vida, pero no dejaría que lo siguiese haciendo.

-Hoy me iré de la mansión-dije enojada- no me busques, no quiero oír más de tus mentiras...

-Emma por favor, de verdad te explicaré todo pero no puedo hacerlo ahora, por favor...

Me quedé en mi posición, no la observé, no pensé en nada, solo necesitaba tomar aire y alejarme de Jeanne Nizzari. Tomé mis cosas y sin mirarle abrí la puerta y me fui de allí, pasando por Gaby quien me observó con una sonrisa ¿Por qué me sonreía? Le lancé una mirada fugaz de enojo y me encaminé rápidamente a los asesores, debía huir de allí.

Una vez que llegó el elevador me subí y presioné el número del piso hacia la salida, mi respiración estaba agitada y mi pecho subía y bajaba a mil por hora, necesitaba dejar que mi cabeza respirara de todo aquello, de los secretos, las mentiras y principalmente, respirar de Jeanne Nizzari.

La gente a mi al rededor eran manchas que avanzaban junto a mi, no me concentraba en nada y menos en donde me dirigía. Quizás por inercia caminé manzanas y manzanas, en mi cabeza me daban vueltas las reacciones de Jeanne, ¿de verdad había echo todo aquello? ¿Era la mujer fría y calculadora que creía que era? No lo sabía, me sentía herida y decepcionada, era un sentimiento parecido al que sentía cuando Víctor me dañaba, creía que era amor y que eso resistía todo el dolor, pero estaba equivocada, no es amor si una persona te daña a sabiendas ¿Eso me había echo Jeanne Nizzari?

Caminé hasta doblar la manzana y me sorprendí de ver mi antiguo departamento al otro lado de la calle ¿Había caminado tanto? ¿Y por qué hasta aquí? Probablemente porque sabía en mi interior que este era el único lugar que seguía siendo completamente mío.

Llegué hasta la portería y reconocí al señor que siempre estaba allí, le dije que se me habían quedado un par de cosas en mi ex departamento y me dejó subir hasta allí sin ningún pero, cosa que agradecí. Cuando llegué, todo estaba vacío-como siempre- pero de cierta forma era reconfortante, encontré un par de mantas en uno de los closets y las puse en el suelo para sentarme, allí decidí prender un cigarrillo para calmarme, me sentía agotada, cansada de ser parte siempre de cosas que estaban por sobre mí y lo que podía soportar. Si algo sabía en mis 26 años de vida era que ya no podía ser usada por nadie, debía valerme por mi misma y aprender a no dejar que los demás me hiriesen como quisieran.

Divina VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora