-Venga, venga. ¡Venga!- exclamaba una y otra vez Benjamin tirando de mi brazo. Yo solo podía reír.
-Tranquilo no se van a escapar los pandas, si es que hay...- dije mientras intentaba ir a su ritmo.
-¡Si que hay! El mes pasado trasladaron a dos pandas aquí junto a más animales.- dijo. Llegamos a lo que era supuestamente el recinto de los pandas.
-Pues yo no veo a ninguno.- dije.
-¡Que si! Estarán dormidos o algo.
-Okay. Voy a ver mas animales mientras.- le dije y lo dejé allí. Empecé a andar mientras miraba detenidamente a cada jaula.
La verdad, aunque no lo dijera odio venir al zoo. Al contrario que la mayoría de la gente, odio venir, en serio. Yo no se como la gente es tan cruel como para traer a sus hijos a ver a los animales encerrados en jaulas. Pon les documentales en la tv de como viven realmente o lleva los a un safari. Yo desde luego cuando tenga hijos no pienso traerlos a esta cárcel.
Vale, acabo de confirmar que quiero tener hijos...
Recuerdo una vez hace años que fuimos de excursión con el colegio a la famosa catedral de la ciudad. Esta tenía un patio en la entrada y mi amiga me dijo que mirara al techo. Yo le hice caso y cuando miré me di cuenta de que había un cocodrilo disecado colgado en el techo... Yo me indigné y le dije a la profesora que quería salir de ahí. Pero como era obvio, no me dejó.
Dejé mis pensamientos por un momento y me acerqué a una jaula peculiar. En vez de barrotes tenía un cristal, seguramente, súper resistente a los golpes. Me entró curiosidad por saber que animal vivía en esa pequeña cárcel.
Vi una figura un tanto grande moverse entre los arbustos, y de él salió un tigre blanco. Me recordó al que conocí en el zoo de cuando vivía con Jake. Es un tanto más grande que el bebé de allí. Casi adulto diría yo. Como con el anterior me acerqué al cristal sonriente y me agaché para estar a su altura -más o menos, me sacaba un poco ahora-. Con mi dedo índice y corazón de la mano derecha empecé a dar toques suaves al cristal, haciendo sonar una pequeña melodía.
-Perdona, pero está prohibido tocar los cristales de las jaulas.- giré mi cabeza y vi a un guardia del zoo.
-Perdón.- aparté la mano y miré al tigre que me miraba serio. Escuché los pasos del guardia alejarse. Miré y estaba de espaldas vigilando a más niños y niñas que había por el zoo. Volví a mirar al tigre que si no llega a ser por el cristal podría notar su respiración en mi cara. Me entra unas extrañas ganas de hacer una cosa, y la hago. Pongo la mano derecha sobre el cristal, como si fuera a chocar la mano con el tigre.
-Perdona, pero te dije que no se puede poner las manos en...- escuché la voz del guardia pero se calló. Miré mi mano y al otro lado del cristal estaba la pata izquierda del tigre.
-Perdone, solo por curiosidad, ¿este tigre desde donde se ha trasladado?- le pregunté sin quitar la mano del cristal. No pensaba hacerlo.
-Desde ____(Tu país).- sonreí instantáneamente.
-¡____! ¡Ven! ¡Los pandas!- escuché como gritaba Benjamin, Sentí como me agarraba del brazo y tiraba de mi separándome del cristal. Benjamin tiraba de mi brazo mientras yo andaba como podía de espaldas sin quitar la vista a la jaula del tigre. El guardia le puso la mano en el cristal pero el pequeño -ahora más grande- tigre le rugió.
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Better Together ~ Benjamin Lasnier y tu. Segunda temporada.
Fanfiction____ lleva un año entero en su país gracias a su querida madre y a Jake. El tiempo pasa y las personas se olvidan, aunque no del todo. //Hello again. Esta es la secuela de You Make Me Strong. Espero que os guste. ♥// • Escribí esto con 14 años, segu...