Better Together ~ Benjamin Lasnier y tu. Segunda temporada.

Capítulo 25.

Siento un golpe tremendo en mi rostro y abro los ojos inmediatamente. Gruño cansada y me doy la vuelta quedando boca abajo en la cama.

Ahora el golpe llega a mi culo.

-Deja me.

-Venga, levanta.- me pega otra vez con la almohada.- Vamos.- otra vez.

-No quiero.- me quejo tapándome con las sábanas hasta arriba.

-¿No querías ir al zoo?- pregunta.

-Si, pero estoy cansada.- y otra vez con la almohada de dios.- Culpa tuya.

-¿De lo que hicimos ayer por la noche?

-¿Qué hicisteis ayer por la noche?- escucho la voz de mi hermano Cameron.

-Ver películas hasta las tantas. El estúpido de Benjamin me obligó a ver la saga entera de Narnia.- me quejé. (Ya habíais pensado en otra cosa eeeh malpensadas *-*)

-Pero mira que no haber visto nunca la saga, que vergüenza.- río medio dormida.

-Lo que tu digas Ben.- escucho como cuchichean algo y de repente noto el peso de alguien en mi espalda y luego la risa de Benjamin, que acapara toda la habitación, y la de Cameron, que inunda mis oídos.- Cameron.- río un poco.

-Di me.

-Has engordado durante todo un año eh.

-Gracias.- alarga las vocales riendo.

-Venga ya. Ahora yo.- siento como Cameron se va de mi espalda y de la nada siento mucho, pero mucho más, peso encima mía.

-¡Benjamin!- gritó. No me lo esperaba. Escucho pasos alejándose de la habitación. Cameron.

Una luz me da en la cara. Benjamin me ha destapado la cara nada más. Se quita de encima mía y se pone a mi lado.

-¿Cuándo piensas levantarte?- me pregunta de costado.

-No lo se, solo quiero dormir.- se acerca a mi y me da un pequeño beso de buenos días. Yo sin querer cierro los ojos al tacto.

-Y yo solo quiero que te levantes para ir al zoo. ¡Quiero ver osos pandas!- exclama.

-Y yo unicornios, no te digo.- cierro los ojos cansada e intento aunque sea dar una pequeña cabezada.

-Por favor. Ya dormirás por la tarde.- insiste.- Venga ____.- sigo ignorándolo. La verdad, a ver, quiero ir al zoo, solo por Ben. Pero es que estuvimos viendo las películas hasta las cuatro de la madrugada por lo menos.

Siento los labios de Ben sobre los mios, moviéndose lentamente. Le sigo el beso pero se separa.

Abro los ojos con un puchero en mis labios.

-Vamos.- dice alargando la “a” de vamos.

-Pfu, está bien.- me destapo y me levanto perezosa de la cama. Cierro los ojos por un momento, pensando en que ropa me voy a poner, en que peinado llevar...

Al abrirlos me encuentro a Benjamin arrodillado a mi altura en frente mía.

-Venga, a vestirse preciosa.- se acerca y deja un beso en mis labios, para luego levantarse y salir de la habitación.

Después de diez minutos pensando en que ponerme decidí coger unos vaqueros, un simple polo hecho a base de punto y mis converse.

 Finalmente decido dejarme el pelo suelto.