Better Together ~ Benjamin Lasnier y tu. Segunda temporada.

Capítulo 36.

-Me temo que tendrá que llevar la escayola durante todo el verano.- suspiré de nada más pensarlo. Con toda la calor y con una escayola, genial.- Tendrá que moverse con muletas o una silla de ruedas, aunque si es posible,mejor con una silla de ruedas.- volvió a hablar el médico.

-Yo no tengo silla de ruedas.- dije.

-Bueno, si ustedes no tenéis os podemos dejar una.- yo asentí.

-Gracias.

Salimos del médico de vuelta a casa, yo en la silla de ruedas y Benjamin agarrado a esta.

En mitad del camino paró el carro y se puso a mi lado de cuclillas.

-¿Qué puedo hacer para que me perdones?

-No estoy enfadada, Benjamin.- dije sonriendo.

-¿Segura?

-Si, solo es una pequeña fractura tonto.- agarré suavemente sus mejillas, lo atraje hacia mi y lo besé.

(...)

-¿A dónde me llevas?- dije intentando ver a través de la venda.

-Sh.- me chistó Benjamin. Suspiré.

Llevábamos como una hora de coche, ¿a dónde pensaba llevarme junto con su madre y hermano?

-Me estoy agobiando.- me quejé.

-Sh.- me chistó ahora Marius, creo.

-Me podíais haber dado unos auriculares y dejarme escuchar música o algo.- giré la cabeza para la derecha, donde supuestamente estaba Benjamin.-Ahora me aburriré.- suspiré.- Y como me entre mareo ya ni te digo.- hice un gesto con la mano.- ¿Cuanto queda?

-No te vas a callar hasta que lleguemos ¿verdad?- me preguntó Benjamin a mi lado.

-No.- me crucé de brazos.- Lalalalalala...- empecé a hacer el primer ruido que se me vino a la cabeza.

-Benjamin, calla la de una vez.- escuché que le ordenó la madre de Benjamin a él.Yo seguía con lo mío. Sentí como me agarraba Benjamin de la barbilla y me giraba la cabeza hacia él.

-Si quieres taparme la boca que sepas que está más arriba. Además, soy yo la que lleva la venda, no tú.- me callé al notar su respiración a centímetros de mi.- ¿Cuánto queda?- pregunté queriendo intentando no reírme.

Un segundo después, ya tenía los labios de Benjamin sobre los míos. Sonreí al instante.

Posé mis manos en sus mejillas y lo acaricié lentamente.

-Tan poco la calles tanto.- dijo Marius.

Benjamin y yo nos separamos riendo.

(...)

-Pues ya llegamos.-dijo la madre de Ben.

Todos salieron del coche y justo cuando abrieron las puertas escuché como un montón de chicas hablar, o exclamar emocionadas. No lo sabía exactamente.

-¿Benjamin?- en cuanto pregunté la puerta se abrió. Sentí como una mano se unía a mi mano izquierda.- Me siento como una ciega, literalmente.

-Tranquila.- me dijo al oído una vez me ayudo salir del coche y montarme en la silla de ruedas.

-No me gusta ir ensilla de ruedas.- me quejé.