Capítulo 18.

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Pasaron más y más semanas. Ya estábamos casi a la mitad de Junio. Y todo sigue igual de aburrido que siempre. Me levanto por las mañanas, voy al instituto, vuelvo a casa, hago los deberes, hablo un poco con Benjamin o si no con Christian y Cameron por skype, me voy a dormir, y otra vez lo mismo... La verdad en Dinamarca se hace todo más divertido...

Últimamente están apareciendo mis visiones de loca por todos lados, ya sabéis, los chicos de One Direction vestidos de blanco y eso. Todos, y cuando digo todos son Jake, su madre y Cindy, dicen que tengo que comer más que estoy muy delgada. Pero yo pienso que están todos ciegos, yo veo todo lo contrario.

Luego, en el instituto, Austin no para de molestarme siempre, lo raro es que Jake me defiende, pero no entiendo el por qué, ya que yo lo trato mal como para que me defienda.

[...]

Mi tiempo aquí ya se está acabando, aunque solo lo se yo... Desde unos meses después de que me viniera a vivir empecé a ahorrar con lo que me daba la madre de Jake, como el dinero del almuerzo para el instituto, el dinero para cuando ''saliera'' con amigas a dar una vuelta, el dinero para comprarme cosas que me gusta, como libros o revistas... Todo ese dinero a ido a parar a una hucha que tengo yo escondida bajo mi cama. Cuando tuve la idea ni me lo pensé dos veces. Estaba claro que o iba a hacer.

Ya había reservado el avión y todo. El avión salía el 25 de Junio a Dinamarca a las ocho de la mañana. Llegaría allí a las... más o menos, a las once u doce. Era la primera vez que viajaba sola, pero no me pensaba quedar ni un minuto más aquí.

[...]

Martes, once y diez de la mañana, estoy en clase, dando nada más y nada menos que Física & Química, ¡si, que divertido! Solo faltan cinco minutos para el recreo, ¡y por fin seré libre! Por media hora...

Al lado mía, estaba sentada una chica rubia, que no paraba de levantar la mano y corregir los errores de los demás, algo repelente la verdad. Tenía un acento raro, creo que dijo que era de Rumania o algo así, pero bueno, eso no me importa.

*Ringgggggggggggg* Sonó de repente el irritando sonido de la sirena, ¡Recreo!

Guardé el cuaderno y libro de física en la mochila y cogí una barrita energética de chocolate. Era parte de una dieta, pero eso si, era de chocolate, ¿y a quién no le gusta el chocolate?

Iba a salir de la clase pero vi que un pie atravesaba la puerta desde afuera, alguien intentaba ponerme un calzo. Cuando estaba al lado de la puerta, me eché a un lado para que saliera un chico de mi clase y fue él, el que se comió el calzo. Ese chico miró al del calzo, que como no, era Austin. Ya me estaba sacando de mis casillas... El chico empezó a gritarle cosas que preferí no escuchar, salí de la clase evitando a esos dos y me dirigí al patio. Me senté alejada de todo el mundo, como siempre, y me puse a comerme mi barrita. Me puse a mirar al campo a través de una valla que rodeaba el instituto, mi instituto estaba justo al lado de un inmenso espacio de campo verde.

Dirigí mi mirada a las nubes y a pensar a que se podrían parecer. Estaba riéndome a mis adentros por una nube que parecía un conejo en bicicleta cuando oí que alguien me había hablado.

-Hola.- miré a mi izquierda y era un chico que no conocía de nada. A lo mejor un poco de vista.

-Hola.- volví a mirar las nubes en busca del conejo pero esa nube ya se había distorsionado, jo.

-Me gustas mucho.- sentí un mano en mi muslo, ya que llevaba pantalones cortos. Lo miré extrañada, me fijé en que atrás de él había unos cuatro o cinco chicos riéndose.- Menos mal que dejaste a ese tal Benjamin para venirte aquí, ni no, no te hubiera conocido.

-¿Jugando a prueba o verdad?- pregunté ignorando la última frase.

-Si... Lo siento si te ha molestado. Pero es lo que hay.- dijo quitando su mano de mi pierna.

-No. No es lo que hay.

-¿Cómo?

-Qué no es lo que hay.- volví a repetir.- En este instituto hay como setecientos cincuenta alumnos, y me elegís a mi para hacer una puta broma de mal gusto, pues no es lo que hay. Y encima os metéis en mi vida privada sin saber nada de ella.- hablé brusca.

-Vale perdón, es solo un juego. Además yo no quería, fueron ellos quienes te eligieron.

-Si de verdad no querías no lo hubieras hecho.

-Si no lo hubiera echo no jugaríamos justos.

-Cagado...- susurré para mi.

-¿Perdona?

-He dicho que eres un cagado, moja bragas, cobarde, gallina, ¿te digo más sinónimos?- pregunté irónica.

-¡Oye que yo no te he insultado eh...! Además, no soy nada de eso.

-No... Que va. Si no lo hubieras echo tus amigos te hubieran dicho lo que yo, pero igualmente te lo digo yo, porque eres todo eso, ya que haces lo que tus amigos te dicen para integrarte en el grupo y no caer les mal ¿no es así?

-...

-Lo imaginaba.- me levanté y empecé a andar por medio del patio para ir a la cafetería a por algo de beber, me estaba empezando a encontrarme mal.

-Oye, te equivocas. Lo he echo, porque es un puto juego. Ju-e-go. ¿Escuchaste?- yo seguía andando pero el me seguía por detrás.- Qué pasa, ¿ahora no sabes hablar? Encima que me disculpé antes...- mi corazón estaba empezando a acelerarse. - Por lo que veo es verdad lo que dicen... Cuando vives con una persona te vuelves como ella, ¿no? Jake y tú sois iguales, de estúpidos.- y ahí la gota que colmó el baso. Fui a darme media vuelta para quedar frente a frente con él para decirle una cuantas palabras. Pero cuando me giré sentí un dolor inmenso y todo se volvió negro. ¿Y ahora qué? Si no he echo nada.... No entiendo.

[...]

Estaba en una sala de hospital, con cables en mis brazos... Oh no, otra vez no, odio el hospital.

Me fijé bien y estaba Zayn, si, Zayn, sentado en una silla. Otra vez con mis estúpidas alucinaciones.

-¿Qué ha pasado?- pregunté.

-Te has desmayado, por varias cosas. Ya te las explicara el médico. Pero haber si empezamos a comer bien ya, ¿si?- sonrió. Yo sonreí de vuelta y desapareció. Como digo, estoy loca. La puerta de la habitación se abrió y apareció un hombre con bata blanca.

-Qué bien que despiertas. Te habías desmayado por dos cosas, una, debes comer más, te hace falta nutrientes. Y dos, nos hemos dado cuenta de que tienes una vena extruida, y una que está cerca del corazón. Extruida significa que la tienes más pequeña de lo que debería ser, por lo tanto al hacer ejercicio o al alterarte, como cabrearte o ponerte nerviosa, provoca que la sangre pase más ligero por esa vena, y pues a la sangre le cuesta por eso mismo. Hay que operarte urgentemente.

Better Together ~ Benjamin Lasnier y tu. Segunda temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora