En un mar de lágrimas, Ámbar despertó esa noche, había tenido una pesadilla, en la cual entraba a una iglesia toda llena de hermosas flores, al entrar en ella sus ojos no podían creer lo que veían, a Evan en el altar, esperándola, su corazón estallaba de felicidad, había pasado tanto tiempo, y él aún esperaba por ella, emprendió el camino hacia el altar casi corriendo a abrazar a su amado, se paró enfrente de él esperando un beso de bienvenida, pero Evan no la miraba a ella, su visión se concentraba en una hermosa novia que venía por detrás de ella, al girar en dirección a la mirada de Evan, casi se desmaya de la impresión, nadie podía verla, Ámbar era un fantasma para todos, hasta para él.
Salió de la iglesia mirando la escena, de como Evan y esa mujer unían sus vidas en matrimonio, no pudo contener el llanto, y salió de allí corriendo desesperada.
Ese fue el motivo por el cual se despertó llorando incontrolablemente, fue tan real, y si lo era?, no, no debía de perder más tiempo, se marcharía en cuanto pueda, ya estaba repuesta totalmente, y todavía no tenía un embarazo tan notable, que le impidiece andar, estaba decidida, si seguía esperando que pase más tiempo, de seguro la vigilarían minuciosamente y no la dejarían partir.
Ya habían pasado dos meses, casi, y la vida de Evan había cambiado, estaba más dedicado a su trabajo y en asistir a distintos eventos de amistades, la mayoría de las veces acompañado por Jesica, en este tiempo ella había hecho lo imposible por no despegarsele ni un momento, y él adujo esto a que a lo mejor había cambiado realmente, como quien diría, lo estaba pensando.
Esa noche al retirarse de la fiesta de uno de sus colegas, Evan abrió la puerta del auto, así subiera Jesica, ya en el interior del mismo ella lo abrazó por el cuello y dijo:
_ Me encantó la reunión, de verdad, de lo más atentos tus amigos.
_ Si, lo son, es un lindo grupo de amigos, me alegra que te hayas sentido cómoda y me alegra que me acompañaras.
Esto elevó a Jesica a lo máximo de su ego, era tan feliz de conseguir su objetivo, pero faltaba un gran detalle, para poder apoderarse de él para siempre, confiaba en que esa mujer lo había dejado, pero quería asegurarse, por si se le antojaba aparecer alguna vez, pero ya sería tarde.
_ Necesito hablar contigo_ dijo haciéndose la tímida_ no sé que vas a opinar al respecto, pero creo que estoy embarazada....
_ Qué???, no te entiendo.
_ Cómo que no entiendes?, hay una sola razón, nuestra reconciliación, y ahora estoy esperando un hijo tuyo.
_ Pero...si solo fue esa vez.
_ Me sorprendes, que siendo médico me hagas ese planteamiento.
_ Si, tienes razón, pero me tomas por sorpresa, no esperaba cambiar mi vida así de esta manera.
_ Entiendo....no voy a juzgarte, ni a obligarte a nada, solo tenías que saberlo, yo solo sé que lo tendré.
_ No me malinterpretes, no dije que no me haría cargo, solo es la impresión de la noticia, deja que me haga a la idea.
_ O sea que lo aceptas?
_ Si, es mi hijo no?
_ Claro que si!!, estoy tan feliz desde que lo sé, y ya no pude seguir guardando el secreto.
Ambos se abrazaron y besaron ante ese supuesto milagro que unía sus vidas, ella extasiada de felicidad, aunque fuera solo un invento, pero ya se encargaría de arreglar eso, y él con un sentimiento ambiguo de alegría, y a la vez se sentía raro como si traicionara a Ámbar, hace mucho que ya no pensaba en ella, pero de pronto, volvió a surgir en su mente ese vago recuerdo.
Ámbar llegó al bosque después de haber planeado dos días su escape, Anne era su cómplice en esto, todo se haría como se había dicho antes del rapto, las cartas a cada uno y que al día siguiente se acomodarían para que creyeran que ella las había dejado y así no involucrar a Anne.
Esa noche ambas lloraron abrazadas y se despidieron para siempre.
_ Es tan dura esta despedida_ dijo Anne.
_ Lo sé, hermanita, pero no puedo retrasar esto más tiempo, aún no se nota mi embarazo y no quiero que nazca y después les sea más difícil a todos dejarme ir, creeme es mejor así, para todos, yo también estoy sufriendo el abandonarlos, pero lo extraño demasiado y mi vida es con él, y ahora está el bebé en camino.
_ Si, has lo que te dicte tu corazón, que no seamos la excusa para tu felicidad, deseo que llegues con bien y ambos sean inmensamente felices con mi sobrino, es lo que más voy a lamentar, el no conocerlo nunca.
_ Te amo, Anne y a cada uno de ustedes, nunca lo olvides, siempre pensaré en mi familia.
_ Bien, ya descansa y estoy atenta a cada movimiento, buena suerte, Dios sea tu guía. El cochero estará a medianoche, no prefieres que te acompañe?
_ Gracias Anne, pero no, esto lo debo hacer sola, no te preocupes estaré bien, estaremos bien_ dijo esbozando una sonrisa triste.
Anne salió de la habitación, dejando sola a su hermana, que iba en camino de una nueva vida.
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Aquí les dejo el capítulo 28, espero les guste y otra vez gracias a mis lectores por darme el incentivo de seguir escribiendo, y seguir creciendo cada día más, besos!!!!