En el momento que Evan llegó, Ámbar ya lo esperaba con miles de preguntas que se había formulado toda la tarde, desde que encontró ese material.
_ Hola hermosa!!! me extrañaste?, Ámbar fue a su encuentro y se colgó de su cuello dándole un gran beso de recibimiento.
_ Mmm, haber sabido antes que al llegar me recibirías así, lo haría más a menudo!
_ Que no se te haga costumbre de dejarme tanto tiempo sola, ehh??, ven sientate, ya la cena está servida.
Ámbar esperaba con ansias hacerle tantas preguntas, como su mente fue dictándole toda esa tarde, solo esperaba que no se enojara al haber revisado sus cosas, pero no estaba tan segura de ello. Por fin, terminaron de cenar con un silencio algo fuera de lo normal, pero los nervios no la dejaban ni hablar.
Recogieron ambos la mesa y lavaron todo en el mismo silencio, hasta que Evan decidió preguntar _Pasa algo?, Has estado muy callada en la cena, te molestó algo verdad?.
_ Ven, sientate debo preguntarte algo.....algo que es muy importante para mi, sobre todo. Y haciendo caso a su petición se sentaron en el sofá, y allí él la miraba tratando de estudiar su cara, tratando de descubrir algo.
_ Bien, hoy buscando en la biblioteca, al tomar unos libros, sin querer se me cayeron otros por accidente, y encontré montones de escritos que decidí dejar en su lugar, pero solo tuve que leer el principio y saber de que se trataba, porqué no me lo dijiste?
Evan se quedó sorprendido, pensó que podía evitar que ella no lo descubriera, pero nunca se le cruzó por la cabeza que iría a buscar justo en ese lugar, el más alto de su biblioteca, con algo de culpa y temor contestó. _Lo siento, no creí que encontrarías alguna vez esto, lo hice por una sola razón, no quería que te fueras de mi lado, de mi vida.....sólo pensé en protegerte de ese maldito que tenías por esposo. Ella con un poco de desilusión, ante su ocultamiento, y a la vez entendiendo la verdadera razón de porqué no se lo dijo, sonrió tristemente y lo miró _ Evan, entiendo muy bien los motivos, y te agradezco el querer cuidarme, me siento muy en deuda contigo y halagada también, pero si no tuviera a mi familia esperando por mí, esto hubiese quedado en la nada, no me interesa volver con Dave, por nada del mundo, pero sí quisiera ver a mi madre y mis hermanas por ultima vez,
y que sepan que soy feliz ahora, estar unos días con ellas y regresar sintiéndome libre para comenzar una nueva vida aquí contigo.
El no podía creer lo que escuchaba, pensó que era algún tipo de broma, que jamás pediría volver a su antigua vida, pero allí estaban, pasando por esa gran separación que sería terrible para ambos, aunque también cabía la posibilidad de que esto no funcionara, esa era la única esperanza que guardaba.
_ Y bien? Qué opinas?
_ Ya estas decidida, pienso que no podré hacerte cambiar de opinión o si??
_ Lo siento! Pero es algo que necesito hacer, no puedo desaparecer así como así.
_ Lo dije, estás decidida y nada hará cambiar tu parecer, solo espero que esto no funcione por mi bien, y por tu mal, y si lo logras espero regreses a mí lo más pronto posible, no quiero perderte y mucho menos en otra época, sería como si nunca hubieses existido en mi vida, tan solo, no quiero ni pensar en las consecuencias.
_ Volveré te lo juro, así como una vez deseé estar lejos de mi hogar, pediré volver a ti, dónde estés, confía en mí, una promesa es una promesa.
_ Necesito descansar, fue muy agotador este día, descansa, buenas noches.
_ Espera, no te enojes conmigo. _ No estoy enojado, pero no puedes pedirme que esté feliz por tu viaje. Y dándose la vuelta abandonó la sala dejando a Ámbar pensativa y triste.
Ya en el cuarto de baño Evan luchaba por entenderla, el agua refrescaría su mente y lo haría pensar más claro, pero solo consiguió que su corazón doliera más que cuando Jesica lo engañó con su amigo, nunca la amó esa fue la respuesta, solo fue un falso enamoramiento, pero Ámbar era distinta y no lo soportaría si algo le ocurría. Ámbar ya en su habitación decidió no terminar la conversación de esta manera, y salió ya vestida con un camisón y su bata, al encuentro de una reconciliación. Sin hacer ruido entró en la habitación de Evan, que desde hace dos meses, compartían todas las noches, y escuchó el sonido de la ducha, en ese momento sin pensarlo mucho se quitó la bata y la tiró en el piso, abrió lentamente la puerta del cuarto de baño, y allí lo vio demasiado abatido, y no pudo contenerse en ir a abrazarlo y contenerlo, ya que ella era la culpable de que él sufriera.
Entró lentamente en la ducha y lo abrazó por la espalda, mientras el agua caliente caía por su cuerpo bañándola por completo, él no se movió en principio, como no aceptando el abrazo. De repente, él se dio vuelta rápidamente _ Dime que has cambiado de opinión, es eso lo que vienes a decirme?, mirándola con esperanza de que así fuera.
_ Temo que no he cambiado de opinión, solo vine a que arreglemos esto y no que quedemos enojados.
_ Ya te dije que no estoy enojado! Dijo levantando el tono de voz, Ámbar saltó ante tal reacción.
El sintiéndose lo peor, la abrazó y besó su cabeza, como si esa fuera la última vez que la vería, el agua lograba disfrazar en ambos las lágrimas de dolor que corrían por sus rostros, lentamente las lágrimas cesaron para dar lugar a los besos que tanto bien les hicieron a sus almas, y así estuvieron hasta que volvieron a compartir la cama donde ambos se sentían que eran solo uno.
Al amanecer Evan ya no estaba en la cama, Ámbar se encontró sola, y lo único que logró ver fue un papel que decía: Si vas a irte de mi lado, no quiero estar presente cuando lo hagas, buen viaje, te ama Evan. Rompió en llanto, sintiéndose destrozada por esa frase tan corta y llena de mucho sentimiento.
_ Yo también te amo Evan _dijo para si, como si el solo hecho de decirlo pudiera llegar a él.