Ámbar esa noche no pudo dormir, sintiéndose en su interior como si mil mariposas revoloteaban en su pecho, y a la vez presa del compromiso aceptado con Dave, pero era feliz, por lo menos esta noche se daría el lujo de sentirse así y rememorar ese beso que dio vueltas su mundo, nunca esperó que aquel hombre se fijara en ella, pero porqué no??, era joven y bella, era de esperarse que alguien, aparte de su esposo pudiera mirarla diferente, su corazón daba brincos de alegría y trató de decirse a si misma que solo era un beso y no una declaración de parte de Evan, así siguió la noche, entre una mezcla de satisfacción y nerviosismo.
En otro lugar de la casa, Evan estaba muy preocupado por el giro que habían tomado las cosas, deseaba ayudarla, pero eso implicaría dejarla ir, y no estaba en sus planes perderla, una de sus investigaciones lo llevó a encontrar la forma de volver en el tiempo, le pareció algo ilógico, pero sentía temor por si realmente se podía lograr, sólo constaba en volver al lugar donde la persona apareció por primera vez, a la hora aproximada y mediante ejercicios de relajación y visualizar el lugar, conseguir trasladarse, quizá no todo el mundo lo pudiera lograr, pero, porque Ámbar si?, le pareció poco creíble, tenía muchas otras conjeturas a las cuales no prestó mayor atención, lo guardaría y dejaría todo como estaba, total ella nunca se iba a enterar de su investigación, todo quedaría en la nada, ya estaba decidido.
Subió las escaleras, pero antes, se paró ante la puerta de la habitación de Ámbar, pretendiendo escucharla nada más, y a la vez sintiéndose algo culpable por querer retenerla en su mundo.
Esa noche Evan casi no durmió tampoco, tenía sueños raros, donde Ámbar desaparecía de su lado como por arte de magia, otra vez soñó que alguien perseguía a la joven, y él no podía correr más rápido para rescatarla, se despertó asustado y decidió bajar a la cocina, con la luz todavía apagada llenó un vaso con agua y se apoyó en la mesada, mientras su cabeza no dejaba de pensar, de pronto sintió unos pasos, casi silenciosos, era ella, qué haría levantada a esa hora?, de seguro lo mismo que él, no podía dormir, esperó en silencio hasta verla aparecer para no asustarla, y cuando ella fue directo a la mesada, casi se para su corazón, del gran susto que él le propinó, en ese momento pegó un tremendo grito y creyó que iba a desmayarse, no cayó porque él logró agarrarla de los brazos y decirle que era él entre una risa burlona de su parte, y ella viéndolo reírse de ella, no tuvo mejor idea que darle un puntapié, al cual Evan exageró tal dolor, todavía burlándose de ella, Ámbar trató de salir de allí, estaba muy ofuzcada con él, al momento que sintió que le agarraban de la mano y la atraía hacia si _Oye disculpame, no pretendía asustarte _No, claro que no, sólo darme un infarto tal vez?, sueltame, por favor!!, Evan todavía tentado por su reacción, apretó un poco más su mano y logró abrazarla contra su voluntad, ella forcejeaba sin lograr soltarse, al contrario, el contacto contra su cuerpo se volvió muy íntimo, justo cuando iba a decir algo, Evan la volvió a besar, pero esta vez fue un beso más insistente y apasionado, el cual al principio trató de resistirse pero no pudo, él exigía cada vez más y eso no la dejaba pensar con claridad, las manos de él soltaron las suyas ya no la apretaban, sino lo contrario, se sintió en un torbellino del cual no quería salir, pero no podía, ella no era así, debía pensar bien en esto que les estaba sucediendo a ambos, al menor síntoma que Evan la soltó completamente fue cuando aprovechó de salir corriendo sin decir nada y dejándolo solo.