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Mil disculpas por la demora en subir el capítulo, ya se acerca el final y en verdad hay que pensarlo muy bien, gracias nuevamente por su paciencia y por haber sido parte importante de mi historia. Saludos!!!!
*******************************Esa noche, Ámbar no podía conciliar el sueño, muchas imágenes se presentaban en su cabeza, y los sentimientos le jugaban en su contra, dudaba constantemente de si realmente hacía lo correcto. Quería castigar a Evan, eso sí era seguro, pero Nick había sido muy bueno con ella y su hija, y daría todo por verlas felices, pero eso no bastaba, ella necesitaba amor en su vida, y no podía engañar a otra persona, más que a ella misma.
Los días pasaban rápidamente y debía tomar una decisión, los preparativos estaban en marcha y toda la casa estaba alborotada con tanto preparativo. Esto prácticamente era un hecho.
En un momento que se encontraba sola en el jardín, Anne abrazó a su hermana por detrás.
_ Hola!!, ¿aqui estás?_ dijo Anne.
_ Hola, sí, estoy arreglando estas rosas, ¿no son bellas?.
_ Son hermosas, claro que sí, pero su belleza y perfume no son para siempre, envejecerán y perderán todo su encanto, ¿no es triste?
_ Mmmm, si.. Si lo vemos así de seguro que lo es, pero... ¿a qué viene tanta filosofía?
_ A qué.. somos como las rosas, cuando jóvenes desplegamos belleza y vitalidad, luego maduramos y envejecemos y todo lo que teníamos a un principio, se esfumó, estás segura de querer casarte con alguien que no quieres, y que cuando tú te marchites te verá de otra manera?
_¿A qué te refieres?
_ A que él cree amarte, y hoy ama tu belleza y juventud, pero su corazón no lo ve así, cuando el tiempo pase serás una flor marchita y perderás encanto, te volverás aburrida.
_Jaja, ¡qué cosas dices!
_ Ohhh... Hermana, escuchame, Evan es el hombre al que amas, para él serás siempre especial, nunca te marchitaras, porque el amor los mantendrá jóvenes, esa es la diferencia.
_ No voy a volver atrás con mi decisión_ dijo seriamente.
_ Esta bien, no voy a volver a insistir, pero tú te lo pierdes, tú serás responsable de tu destino, por más que todos te mostremos lo equivocada que estás, todo corre por tu cuenta, sé feliz, es lo único que te deseo.
_ Sé muy bien lo que hago, y agradezco tu preocupación, pero necesito por una vez en la vida, pensar en mí y no en los demás, gracias de todos modos Anne.
Muy molesta con su terca hermana, Anne se marchó en busca de su madre y de Jessy que se encontraban mimando a Alma, la pequeña estaba tan feliz con su abuela, ya hasta parecía querer dar sus primeros pasos, eso los enloquecía a todos en la casa.
Evan, llegaba una vez más a ver a su pequeña niña, el amor que sentía por su hija no se comparaba con nada, su trabajo se había vuelto muy exitoso entre la gran sociedad, ahora podía decirse que su futuro le sonreía, creyó en un principio que no duraría mucho en ese lugar, pero sus conocimientos abrieron paso a su carrera en este mundo desconocido para él.
Jessy corrió a abrir la puerta, hace varios días que Ámbar, ya no iba a su encuentro, todo eso coincidía por la forma rara en que se comportaban en la casa, y aún no podía descubrir el porque.
_ Hola, Evan!!!
_ Buenas tardes Jessy!!!, ¿cómo te encuentras?
_ Ohh bien...pasa, Alma ya te espera.
_ Gracias!!!, extrañé muchísimo a mi niña bella.
Al ver a su padre la niña comenzó a reír alegre, era mutuo el amor que se tenían.
_ Hola belleza!!!, ven aquí!, perdón señoras, buenas tardes a ustedes.
_ Buenas tardes Evan_ dijo Regina
_ Los dejamos solos así estén más cómodos_ dijo Anne
_ Ámbar, ¿se encuentra bien?, hace tiempo que no la veo.
_ Ohh si, sólo algo cansada con los preparativos_ dijo Jessy
_ ¿Preparativos?
Ambas mujeres miraron seriamente a Jessy, habían decidido no comentar nada hasta que no estuviera listo todo, solo faltaban cuatro días para la boda, y él sería el último en saberlo.
_ Veo que era un gran secreto familiar_ dijo sentido
_ No queremos ponerte de mal corazón, pero ya es un hecho que Ámbar y Nick se casarán_ dijo Anne tristemente
_ Bien, ya veo... No debieron preocuparse por mí, al fin y al cabo, nunca quiso escuchar mis razones, y ahora mucho menos.
_ Lo siento_ dijo Jessy
_ Está bien, creo que debo ir haciéndome a la idea que perdí una gran parte de mi vida, pero no me resigno a perder a mi hija.
_ Ohh claro que no!!!, siempre podrás verla, por más que vivan en la Estancia Cordelia_ dijo Regina.
Evan no había pensado ni por un momento en todos esos detalles, y en lo complicado que sería ver a su hija, estando ella en la estancia de la cual lo habían corrido, temía ahora el que le prohibieran la entrada a la misma, no lo soportaría, como no soportaría ver a Ámbar con Nick, viviendo como esposos.
La tarde pasó entre risas y juegos entre ambos, pero sin contar con la presencia de Ámbar, como ya era habitual. La visita llegó a su fin y Evan se marchó.
Ya en su casa, acompañado de una botella de licor, decidió ahogar esa pena tan grande que no cabía en su pecho, perdería a su amor y por consiguiente perdería de a poco el contacto con su hija, y eso era demasiado, no lo toleraba. ¿Qué debía hacer?, ¿ser masoquistas y aceptar todo tal cual se presentaba?, o ¿marcharse definitivamente de sus vidas?
Llevó muchas horas pensando en lo que haría, hasta que le pareció lo mejor volver a su antiguo mundo, con un dolor muy grande a cuestas, pero que se acrecentaría cada día más al estar observando de por vida esa escena en la cual, él no era el protagonista de la misma.