Jesica estaba muy nerviosa, ella había vuelto por Evan, todo los esfuerzos por reconquistarlo, serían en vano, si él descubría la verdad.
Debía investigar más sobre quien era ella, y el porqué de su alejamiento.
_ No voy a permitir, que me quites lo que tanto me costó atraerlo de nuevo!
_ Oye, te sientes bien?
_ Si, amor, solo estoy un poco mareada, pero solo es eso.
_ Debes empezar cuanto antes los controles con el obstetra.
_ Ahh....si...lo había olvidado.
_ Olvidarte?, no creo que no te importe nuestro hijo, como para olvidarte de su bienestar.
_ Lo siento, no quise decir eso, solo que esto es nuevo para mi, dejame hacerme a la idea, no me apresures.
_ Bien, pero no dejes pasar mucho tiempo, es necesario asegurarnos, que todo está más que bien, Jess.
_ Hace mucho no me llamabas así_ dijo con fingidas lágrimas en los ojos.
_ Lo sé, me encantaba llamarte así.
_ Quiero que vuelvas a ser el mismo Evan, que alguna vez, estuvo loco por mi.
_ Es difícil, las cosas son distintas, ambos cambiamos en este lapso de separación.
_ Haré hasta lo imposible para que vuelvas a confiar en mí, y que vuelvas a amarme como antes.
_ El tiempo lo dirá, no puedo asegurarte nada, solo mi amistad, y una vida juntos con nuestro hijo, si crees que no podrás con esto, deberíamos hablar de otra forma.
_ No... acepto lo que tu quieras, Evan, antes de que me dejes en casa, necesito saber algunas cosas.
_ Cosas?, cuáles?
_ No te ofendas, pero quiero saber de Ámbar, necesito saber, cuan importante fue en tu vida. Está bien, si crees no poder confiarmelo, sabré esperar_ dijo haciéndose la sentida.
_ Creo que algún día lo tenías que saber, y así yo también, me haré a la idea de dejarla ir.
Un brillo malicioso, se avizoraba en sus ojos claros, creyó que le costaría mucho más indagar en el tema, se sentía triunfal.
_ Bien, es difícil de entender y hasta creerás que enloquecí, pero todo esto es verdad
Y así Evan hizo participe a Jesica de su encuentro con Ámbar, sin saber que la persona en la que confiaba, usaría esta información en su contra.
Mientras tanto, en la gran casa Follows todo era un gran bullicio, enfrentarse nuevamente, a la desaparición de Ámbar, pero esta vez, tenía cada uno, una carta.
_ Ohh Edward!!, no de nuevo!, esta niña va a matarme _ dijo Regina angustiada y desconsolada.
_ Sabíamos que esto sucedería, pero nunca pude hacerme a la idea totalmente.
_ Jamás conoceré a mi nieto!, porque tuvieron que ser así las cosas?
_ No lo sé, tal vez es su destino, el que encuentre su felicidad en otro lado, y no cerca de su familia.
_ Creo que nunca voy a aceptar esa loca idea.
_ Mamá, debemos ser fuertes y menos egoístas, ella no iba a ser feliz lejos de él._ dijo Anne.
_ No... No me digan nada más, espero algún día poder aceptarlo, pero por ahora solo deseo llorar a mi niña.
Una larga semana pasó y Ámbar ya no podía esperar más, la carcomía la espera, estaba donde quería, pero no se sentía segura de que hacer.
_ Intentaré de nuevo, debo ser fuerte, y hablar con él de una vez.
Marcó cuidadosamente cada número y esperó, le faltaba un poco el aire, por el mismo nerviosismo, llamaba pero nadie contestaba del otro lado, colgó desilusionada.
_ Porqué me cuesta encontrarte??_ dijo entre lágrimas.
Espero unos minutos a tranquilizarse y volvió a llamar, en ese momento Evan acababa de dejar a Jesica en su casa, y pensó que a lo mejor era ella, y no quizo atender, ya demasiado asfixiante se había tornado esta relación.
Se fue a la cocina en busca de algo de cenar, y el teléfono seguía sonando imperiosamente, tiró ofuscado lo que tenía en la mano y fue a atender de muy mala gana, estaba cansado y odiaba ser acosado.
Ya cuando Ámbar había desistido de seguir intentando, se oyó que levantaban el auricular.
_ Hola, quien habla?_ dijo muy enojado.
Ámbar no sabía que decir, estaba petrificada ante el sonido de su voz, tanto lo amaba y tanto lo había extrañado, que ahora se sentía una tonta por no reaccionar.
_ Bien, hable o cortaré, no estoy para bromas, entendió?
_ Hola....Evan...soy Ámbar _ dijo entre lágrimas de alegría.
_.....quién?
_ Regresé, ya no me recuerdas?
_ Ámbar, dónde estás?
_ En la cabaña, donde más?
_ Ya salgo a tu encuentro, dime que no estoy soñando, que eres real.
_ Soy yo, tan real, volví para quedarme a tu lado mi amor.
_ No sabes cuanto esperé este momento, no te muevas de ahí, en media hora estoy allí.
_ Aquí me quedo, ten cuidado, mi vida.
_ Así lo haré.
En ese momento Evan jamás pensó sentirse así por nadie, estaba desesperado, por volver a abrazar y besar a esa niña, que tanto tiempo lo dejó abandonado.
Salió rápidamente a su encuentro, en el camino se dio cuenta, que nada era tan simple ahora, una noche de alcohol y desahogo lo llevó a estar con otra mujer, la cual esperaba un hijo suyo y a la cual le propuso matrimonio en menos de un mes, esa mujer que tanto lo hizo sufrir con su engaño, y ahora no se le despegaba de encima, que haría ahora?, que le diría a la tierna e inocente Ámbar?, no podía, y no quería romperle el corazón, al enterarse de su engaño, mientras él creyó que no regresaría nunca.
Llegó a la cabaña y vio las luces encendidas, su corazón dio un vuelco,ella lo esperaba ansiosa, decidió no decirle nada por el momento, vería la posibilidad de hablar con Jesica y buscar otra salida, pero ahora no podía pensar en nada más que en Ámbar.
Ella al escuchar el motor de la camioneta, se quedó estática esperando verlo entrar, en un momento él apareció ante ella y Ámbar corrió a su encuentro y se dejó caer en sus brazos, sollozando como una niña, Evan no dejó de besar su rostro y frente también emocionado por aquel encuentro.
_ Como te he extrañado amor!!_ dijo Evan.
_ Al igual yo_ dijo llorando
El sostuvo su cara y la miró fijamente _ Porqué me hiciste sufrir de esta manera?, creí que te había perdido para siempre, que no regresarías a mí.
_ Lo siento amor, creeme, quise volver y todo se complicó es largo de contar, pero ahora lo que importa, es que estamos juntos otra vez.
_ Si, por supuesto que sí, dejame verte, estás aún más bella que antes, estás algo cambiada.
_ Puede que así sea, no me fue nada fácil regresar. Ven, sentemonos, así estaremos más cómodos.
Tomados de la mano, se acomodaron en el sofá, y así abrazados estuvieron por largo rato, solo escuchando sus respiraciones, y disfrutando el tenerse mutuamente.