Capitulo 15

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Evan se levantó antes del amanecer, y por largo rato se quedó contemplando ese rostro tan amado, que descansaba tranquilamente, como si no existiera problema alguno en su vida, observó cada uno de sus rasgos, y hasta la sutil manera de suspirar, trató de no dejar ningún detalle de ella por grabarse en su mente, dolía demasiado esta separación, pero pensó algo molesto que ella estaba siendo muy egoista, tan solo pensaba en lo que ella quería, y lo que él quería no importaba?, no importaba el dolor que sentía?, otra vez volvió a sentirse olvidado, y sintió que esta vez era mayor que la anterior. Luego de pasar casi media hora mirándola, y a la vez, con un deseo tremendo de despertarla besando sus suaves labios, y que ella solo dijera, que no quería intentar ese viaje para no dejarlo solo, fue lo más ilógico que se le pudo ocurrir, no lucharía más contra su decisión, pero tampoco estaría allí para verla irse de su vida, le escribió una nota corta que simplificó todo lo que pensaba, y a la vez lo decía todo, después de escribir la nota, la puso a su lado en su almohada y salió rápidamente, temiendo hacer algún movimiento brusco que pudiese despertarla, y todo el autocontrol sería en vano. Bajó las escaleras, y sin detenerse a desayunar, salió de la casa sin rumbo fijo, solo iría por ahí y le daría ese día completo para que se marchara.

Ámbar revisó toda la casa buscando a Evan, esa nota casi logró bajar sus defensas y por poco su mente casi logra convencerla de que era una equivocación lo que intentaba realizar. Sin lugar a dudas, Evan había abandonado el lugar, su coche no estaba y no había rastros de que hubiera estado en la cocina ni para desayunar algo antes de salir.

_ Bueno, creo que es el momento de estudiar esto y ver que debo hacer, sin perder detalle alguno. _ De momentos, pensaba que era imposible, en otros, se decía, porqué no??, debía tener muy en cuenta el horario casi exacto, aunque de eso no estaba muy segura, trató de hacer memoria y buscar hasta lo más ínfimo para no fallar. Llegada la noche, Evan aún no había regresado, y por lo visto no aparecería por ahí, cerró la casa, y dio una última mirada a cada uno de los lugares de la misma, como si ya extrañara cada parte de ella _Estaré haciendo lo correcto?? . Nadie podía responderle, solo ella misma debía averiguarlo, y esperó no tener que arrepentirse de ello, aunque sus deseos de ver a su familia la hacían pensar, que esto  era lo que debía hacer. Escribió una carta a Evan, y la dejó sobre la mesita que estaba en la entrada, donde generalmente él deja las llaves, así que era imposible que no pudiese no verla.

Salió camino al bosque algo temerosa por haberse puesto ya muy noche, pero había una gran luna llena, brillante que iluminaba el camino por donde debía ir, le pareció tan bella como esa noche que le pidió ese deseo que la trajo, hasta donde se encontraba ahora, ella estaba segura de que su magia había cumplido ese deseo desesperado de otra oportunidad para vivir.

Llegó al lugar, donde la gran roca aguardaba por ella, suspiró hondamente, y se sentó en el lugar que recordaba que hace cuatro meses, le sirvió de refugio, y allí puso toda su concentración como decía el escrito, y paso a paso fue cumpliendo cada uno de los puntos. Cerró tan fuertes sus ojos y deseó con todas sus fuerzas, y esperó por mucho tiempo sentir algo, pero no notó ningún cambio en los sonidos de la noche, y decidió volver a repetir todo nuevamente, pero más tranquila esta vez, esa debería de ser la razón por la cual no había sucedido nada. Siguió esperando, hasta que de tanto esperar se quedó dormida, sin siquiera darse cuenta, su cuerpo relajado al máximo, su respiración suave y serena sin temor alguno.

Ámbar comenzó a despertar al sentir el hermoso trinar de los pájaros, contentos, porque había amanecido ya, cuando logró darse cuenta del lugar, donde había pasado la noche, pensó que estaba loca, que podía haber sido de ella si aparecía algún animal feroz, y la sorprendía dormida, sería una presa demasiado fácil.

Al caer en cuenta del porqué se encontraba allí, comenzó a mirar para todos lados, buscando algo distinto en los alrededores del lugar, y para su desilusión nada había cambiado, sólo la noche por el día, se levantó lentamente y se estiró, porque el dormir semi sentada, no era de lo más cómodo. Desilusionada por no haber conseguido su objetivo, decidió caminar por ese sendero que la llevaba hasta la que fue hace tiempo su casa, mirarla por última vez, y dedicarse a ser una nueva Ámbar, con una nueva vida, lo que sí la llenaba de alegría, era ver la cara que pondría Evan al verla regresar, de seguro se burlará de ella y ambos se reirían como tontos. Muy ensimismada en sus pensamientos, no logró darse cuenta, que iba ya de entrada al lugar donde estaba su casa, al llegar, creyó estar soñando, ya no estaba todo como lo recordó, cuando habló la última vez con esas mujeres, faltaban cosas y había otras que recordaba de su vida anterior en ese lugar. Casi sin querer reconocerlo, lo había logrado, había traspasado la barrera del tiempo, y estaba justo enfrente de su hogar, solo debía corroborar que no estuviera Dave allí.

Revisó cada una de las ventanas, con temor de que la vieran, y notó, que no había nadie en esa casa, corrió hasta donde siempre escondía una llave, dentro de una gran maceta, y allí seguía escondida la misma, la sacó, y haciendo coraje entró, recorrió la casa en busca de señales que le indicaran algo, como que descuidado se encontraba todo desde que faltaba, subió a su cuarto, y casi se descompuso al ver el desastre que se encontraba allí, parecía como si un gran huracán hubiese arrasado con todo lo que su cuarto tenía, buscó algunas pocas cosas que necesitaba, y salió dispuesta a llegar como sea a la casa familiar, de la cual, nunca debió haber salido, por lo menos con Dave.

Logró por fin conseguir un coche que la llevara directo a su destino, y así tratar de llegar a su familia, a la que tanto había echado de menos.

En esta vida noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora