Cómo Salvar Una Vida

01x03 "Let The Sun Shine"

How to save a life — 01x03

"Deja que el Sol Brille"

Colocando en un pizarrón con espumilla, asegurando con tachuelas de colores aquel anuncio que estaba dando. <<Se necesita dos compañeros de cuarto>>

La casa que su abuela había heredado para su hijo, ahora le pertenece a él, debido a que su padre lo quiere demasiado. Por lo que ahora él vive en aquella casa que alguna vez les perteneció a sus abuelos que en paz descansan.

Pero como todos sabemos, mantener una casa por nuestra cuenta, no es algo fácil, ni siquiera está cerca de serlo. Por lo que Andy necesita mínimo dos compañeros de cuarto para que ayuden a solventar los gastos que la casa requería.

—¿Estás buscando compañeros de cuarto? —¿O es una alternativa para encontrar chicas y llevarlas a la cama?

Pregunta Haliah cruzada de brazos, vistiendo el uniforme de interno. Acomodaba su rizado cabello en una cola de caballo tal y como el primer día.

—¿Qué? —responde ofendido — Estoy buscando compañeros porque no puedo pagar todos lo servicios básicos de la casa yo solo.

—Seguro.

—¿No quieres ser mi compañera de cuarto? —le pregunta.

Haliah ríe antes de contestar con su inconfundible sarcasmo —Andy, tengo mi propio departamento.

Es cuando Eviolet y Jayden se unen a la plática de los dos amigos. Colocaban sus miradas en el anuncio que Andy había puesto en el pizarrón.

—¿Podemos ser tus compañeros? —Pregunta Eviolet.

—No.

Responde de inmediato, negándose rotundamente.

—¿Por qué? —debate Jayden — Somos tus amigos internos.

—Es justo por eso —respira —, pasamos cien horas a la semana juntos.

—¿Y? —dice Eviolet —Así sabrás que somos de confianza y no unos asesinos seriales con bisturí.

—Sólo quiero a unos extraños con los que no tenga que hablar o ser gentil.

Tuerce los ojos mientras se alza el café que había comprado camino al hospital.

—Lee, Harrison, Stevenson, Sims —les llama Satanás, también conocida como Janeth Bailey

Todos sus sentidos se pusieron alerta y de inmediato se dirigieron casi corriendo hacia su malévola residente de baja estatura y con corte de cabello que parecía de Dora la exploradora en cierto modo.

La mujer encargada de estos cuatro internos se encontraba de pie en las escaleras que conducían al piso de cirugías, con expedientes entre sus brazos, en espera de que sus incompetentes internos se acercaran.

—Buenos días doctora Bailey.

Saludan los cuatro, colocando sus manos a sus espaldas, como niños buenos y obedientes ante la maestra más enojona.

—Escuchen muy bien lo que tengo que decir —abre su carpeta que tenía colocada sobre todas las demás— Lee y Harrison cubrirán traumatología, Sims el doctor Drew te solicitó para que estés en su servicio, Stevenson, a emergencias, harás suturas —