02x09 "In My Feelings"

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How to Save a Life - 02x10

"En Mis Sentimientos"


Como doctores, detestamos sentirnos como pacientes, detestamos ser un paciente. ¿Cómo te has sentido?, No te interesa. Ocultamos nuestro dolor, lo reprimimos, ¿Estamos enfermos? Somos nuestro propio doctor.

—¡Le he dicho que me suelte! —la paciente se resiste a los cuidados de la enfermera— No soy ni una inútil, puedo ir al baño sola.

—Señorita Lee, debe dejar de moverse, la incisión se abrirá. —la enfermera Melinda la toma de los brazos, ya que Haliah era una maldita terca.

—Suélteme, soy doctora. —gruñe nuevamente poniéndose de pie.

—Exacto, tiene conocimientos y sabe lo que sucede si hace esos movimientos tan bruscos después de una cirugía de invasión alta. —la ayuda a sentarse nuevamente en su cama.

La paciente molesta y casi llorando de la molestia, se recuesta nuevamente, de manera lenta porque aquel corte le dolía como el infierno.

—No quiero orinar en un pañal. —se queja.

—Pues deberá; la doctora Rymer Hughes recomendó que no utilice el baño. Por eso tiene un pañal. —logra finalmente calmarla— Solo (...) cuando lo utilices, presione el botón y yo vendré de inmediato.

Melinda se retira del cuarto y vuelve a su puesto, tras aquella vitrina de madera en la que tienen un monitor con las habitaciones de los pacientes.

Ella suspira frustrada una vez logra ver a Luke entrar nuevamente a la habitación. Esa era la tercera vez que iba a visitarla en las últimas horas, aunque en esta ocasión no llevaba el uniforme, su turno había terminado.

—¿Cómo te sientes? —toma asiento en un sillón junto a ella.

—Acuchillada y mutilada. —pone su mirada en el techo.

—Lamento que estés pasando por esto. —traga saliva y apoya sus codos sobre sus rodillas.

—Y yo lamento haberme metido contigo, doctor. —bufa, trata de darse vuelta, pero el dolor se lo impide. Blasfema y se queja— Supongo que esto me gano por haberme revolcado con un hombre casado.

—Está bien. Debemos hablar sobre esto, seriamente. —levanta un poco la cama de ella con los botones que están a un costado.

—¿Por qué? —exclama— ¿Por qué no me dijiste que eras casado? Que tenías esposa. —lleva sus ojos por primera vez a los de él.

—Porque ya no lo era, dejó de serla desde que se acostó con mi mejor amigo, en LA. —argumenta— Te encontré a ti y pensé que podría empezar de nuevo, le envié los papeles del divorcio, pero ella nunca los llenó. —traga saliva— Luego llegó a Seattle.

—Termina con esto Hughes, vete con tu esposa, o quédate con la estúpida interna enferma. —tuerce los ojos— Sólo hazlo, termina con esto. —suplica que cortara todo.

—¿Qué tenemos aquí? Doctor Hughes, la paciente no ha presentado problemas en sus huesos, no tiene nada roto, a más de su corazón. ¿Por qué está aquí? —interviene llegando repentinamente, aquella cirujana con uniforme color salmón.

Los dos suspiran, deseando que la tierra los tragara.

Como cirujanos, nos gusta todo lo que es nuevo, innovador. ¿Cirugías laparoscópicas? Suenan interesante, pero no son igual de hermosas que las abiertas; Con hermosas, nos referimos a sangre, órganos y más sangre. Aunque para el paciente nunca lo serán.

Cómo Salvar Una VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora