Parte 16/??

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------------------------------ ADVERTENCIA +18 ----------------------------------


- ¡Maldito infeliz! ¿Es que tu vida es tan miserable como para venir de nuevo a por mi? ¡¡No creas que saldrás ileso de nuevo!! - Sin vacilar lo ataqué con mis garras, pero sus movimientos eran demasiado veloces logrando esquivar mis zarpadas, traté de acorralarlo en cualquier parte de la habitación sin ningún éxito, a este paso me agotaría rápidamente quedando a su merced, de un salto me alejé de él para evaluar la situación, el sujeto frente a mí era casi tan alto como Rusia al igual que su envergadura y mientras yo me encontraba alterado y con falta de aliento él se encontraba inmutable.

- Mi dulce México, tan explosivo y lleno de vitalidad...- De mi pecho se emitió el sonido de una cascabel, una advertencia de que no estaba para juegos - Magnífico... - Dijo y encendió la luz, provocándome una ceguera momentánea al tener la visión de la serpiente por lo que la cambié rápidamente a la normal para enfocarme nuevamente en mi oponente y por un segundo me quedé pasmado << De entre todos los hijos de URSS, no esperaba que quien estaba en el cuarto conmigo era el que me había hecho semejante atrocidad, yo mismo le había curado sus heridas y besado sus lágrimas, incluso me había interpuesto ante él y su padre para que no lo maltratara y cuando fue independiente lo reconocí como tal pese a que a la gorda no le había gustado ni un pelo... una parte de mí esperaba que mis conjeturas estuviesen erróneas y que el culpable hubiese sido alguno de los subordinados de Rusia o de sus hermanos, pero su olor y su voz eran inconfundibles, podré haber olvidado su rostro por la cantidad insana de drogas que me suministró por tanto tiempo, pero mi cuerpo recuerda más que mi mente y con solo estar cerca de él me provocaba una automática repulsión>>.

- ¿Cómo pudiste Ucrania?- Le miré con evidente decepción.

Su estoico rostro cambió a uno enfurecido - ¡¡¿COMO PUDISTE TÚ?!!- De un manotazo tiró el florero que estaba al lado suyo - He estado vigilándolos a ambos desde que llegaste y tu simplemente te entregaste a él... a ¡¡ÉL!! ¡A quien más odio en el mundo! siempre lo preferiste a él - Arrancó una de las cajoneras tirándola a un lado - Eres igual a mi padre ¿Crees que Rusia es mejor que yo? - Comenzó a acercarse e inmediatamente me alejé - No tienes una idea de... - De repente me miró con curiosidad abandonando el enojo tan rápidamente como llegó y comenzó a reírse fuertemente- Oh México... tú "no" sabes ¿cierto?... esto será tan dulce - Ahora la más pura alegre demencia se reflejaba en su cara, esa sonrisa que me prometía el peor de los horrores, sacó la automática de su chaqueta y me apuntó - Ven México - Me extendió la mano para que la tomara, pero me negué instintivamente, el disparo que resonó al lado de mi cabeza me tomó totalmente desprevenido haciendo que me alejara todavía más mientras me cubría el oído que se vio levemente afectado por el sonido del cañonazo - He dicho que vengas o te dispararé en las piernas y te arrastraré-.

- ¡Jamás! - Me volví hacia la ventana saltando hacia ella rompiendo el cristal en el camino, mientras una lluvia de disparos me siguió, caí al suelo sangrando de los lugares que alcanzaron las balas, mi brazo derecho tenía 3 agujeros y aun que mi pierna del mismo lado también recibió otro balazo corrí como pude aprovechando el baño de adrenalina que me recorría el cuerpo, me adentré en el bosque sin pensarlo, pero rápidamente me arrepentí pues la nieve me hundía dificultándome el avanzar cuando de pronto un cuerpo pesado me arrojó al suelo sacándome todo el aire de los pulmones <<El hijo de perra es veloz>>, su mano tomo rudamente mi cabello azotando mi cara contra el suelo varias veces sometiéndome con todo su peso, el aturdimiento no se hizo esperar y cuando sintió que no ponía resistencia acercó sus labios a mi oído.

- Esta vez no irás a ningún lado - Tomándome del brazo herido comenzó a arrastrarme provocando que gritara de dolor, las aves que habían sido testigos de mi fuga al oír mis aullidos huyeron del lugar.

Al AtardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora