Al Atardecer

Parte 28/??

La oscuridad era todo lo que me rodeaba, incluso yo era parte de ella... Se sentía agradable no estar en contacto con el dolor y navegar en la nada. Estaba por perderme en la bruma cuando comencé a escuchar unas voces las cuales parecían provenir de varias personas, una podría identificarla en cualquier lugar pues se trataba de España, mientras que las demás tenían algo en común, hablaban al mismo tiempo diciendo exactamente lo mismo, como si fuesen un coro o un ente de mil voces cargadas de poder y fuerza.

- Me tientas, pequeñito - Dijeron las mil voces- Aunque tu pobre intento por no morir aquí y ahora me tiene muy divertido - Su risa era macabra y malévola que hasta en mi forma incorporea me hacía estremecer.

- Joder, os digo que es cierto - Se escuchó su forcejeo - Libérame y os mostraré que no somos los únicos en el mundo-.

- Pequeña cosa insignificante, no necesito conocer a más como yo - En su voz se podía escuchar una sonrisa - ¿Crees que no conozco la guerra cuando toca a mi puerta? Veo tus ojos llenos de avaricia y en tu olor puedo percibir la sangre que has derramado... - Se escuchó el inconfundible sonido de algo filoso blandiéndose - Así que has viajado hasta aquí en busca de tu muerte-.

-¡¡ E.. espera!! Has de saber muy bien que no podemos morir...-.

- En el caso de ser cierto y seas como yo, es posible que te mutile y eche los restos a mis perros-.

- ¡¡¡¡¡No... No... Eees... espera ¡¡Po... podemos discutirlo!! ¡¡Suelta mi mano, joder!! ¡¡¡¡¡NOOOO!!!!!-.

El horrible grito de España me empujó fuera del sueño despertándome a la cruel pesadilla que aún seguía viviendo.

- Mier...da... - Alcancé a jadear tratando de soportar el dolor que me agobiaba.

- ¿Ya despertaste?- Preguntó mi verdugo.

- ¡Wow! Sherlock Holmes se queda pendejo...-Dije apretando los dientes al mismo tiempo que miraba a mi izquierda que es de dónde provenía la voz de USA.

- Te sugiero que cuides mejor tus palabras y en cambio seas más... agradecido- Dijo apareciendo en mi campo visual, mientras sonreía plácidamente.

- ¿Pero qué pendejada es esa wey, no mams?¿Cómo por qué te daría las gracias? - Me reí incrédulo pues el estrellado no ha dejado de torturarme desde que llegó y en ningún contexto o situación se le agradecería a alguien por eso.

- Creo que es suficientemente obvio el porqué...- Mi silencio fue muestra suficiente de mi ignorancia, lo que provocó que éste alzara las manos pidiendo fuerza- Te concedí el permiso de desmayarte y a nadie más le he concedido ese indulto- Sonrío magnánimo en mi dirección.

El silencio reinó de nuevo, hasta que lo rompí con una risa, que a pesar del dolor no podía controlar hasta que comencé a ahogarme en mi propia sangre.

- Olvidé lo gracioso...- Tosí-  que puedes llegar a ser, estúpido gringo - Tosí de nuevo mientras le sonreía con el inconfundible desafío que no esperaba recibir.

- Y yo olvidé que no eres más que una perra malagradecida que no conoce su lugar... - Se acercó solo para darme más golpes en el estómago que sentía como si fuese a reventar en cualquier momento, grité de dolor mientras mis lágrimas corrían por mis mejillas.

- Te has vuelto muy desafiante...- Rodeó la mesa de exploración de donde me tenía tendido y amarrado para colocarse del otro lado - Me pregunto, ¿qué es lo que te hizo cambiar?... Ya no gritas por mi perdón o suplicas por tu vida... - Y tocando delicadamente todas mis heridas que me hacían gritar horriblemente- Te he arrancado todas las uñas pedazo a pedazo esperando tu ciega obediencia, te he cortado lo que te quedaban de tus amadas alas con la esperanza de ver tu rendición, te he abierto y cerrado el abdomen con el pretexto de ver si Rusia no te había implantado algo que pudiera revelar nuestra ubicación y ahí tampoco obtuve nada de tí... Ni siquiera tus hermanos han soportado tanto... Dime México... ¿Dónde está tu hermano?, ¿Dónde estuviste? Y ¿Cuánto sabes de nuestros planes? Contesta lo que quiero y se detendrá tu sufrimiento...-.