Los segundos pasan y no hacemos otra cosa más que mirarnos a los ojos, hasta que Rusia rompe el contacto visual y suelta un largo suspiro - Puedo entender los motivos por los que crees que soy quien te secuestró... pero no fuí yo - Se mueve con cuidado para sentarse de espaldas a mí.
- Entonces explícame por favor ¿Cómo es que llegaste hasta a mí? Por que vamos, la lógica no brilla mucho en esta situación - Miro su ancha espalda y noto la tensión en él.
- Debes tener hambre, vamos a comer algo y después hablaremos - Se levanta finalmente y se retira de la habitación.
Me quedo mirando la puerta por donde acaba de salir, si quiero seguir insistiendo en el interrogatorio debo levantarme, pero debo admitir vergonzósamente que me duele hasta el cabello, lanzo un suspiro a la nada y poco a poco me voy sentando, las cobijas se resbalan de mi cuerpo y aún que podía sentirlas en mí, ahora puedo ver las vendas que sujetan mis costillas y solo pienso <<se tomó muchas molestias para curarme>>. Despacio me levanto y para mí sorpresa hay un espejo frente a mí y mi mirada inconscientemente recae en mis alas, aún puedo recordar que ellas un día fueron tan gloriosas y majestuosas, sus colores tan impresionantes y brillantes cual quetzal... Pero ahora son solo una sombra de lo que un día fueron, el reflejo me muestra unas alas que desconozco, que aún me cuesta mirar, el plumaje ahora quemado y medio desplumado ya no deslumbra más, los huesos primarios y secundarios están torcidos haciendo que el volar me sea una odisea... Ya no soy más ese ángel... Sin embargo esto es lo que hay, no importa cuanto desee volver atrás y cambiarlo todo, yo ya no soy más ese México.
Intento replegarlas para que mi caminar no sea tan incómodo, pero para eso, primero debo recuperarme lo suficiente para lograr esa tarea tan dolorosa... Hablando de dolor, mi estómago empieza a quejarse por falta de alimentos, despego mi vista del espejo y miro a mi alrededor y puedo admitir que la habitación es bastante acogedora, la madera en las paredes y muebles le dan ese toque rústico de cabaña.
Poco a poco me encamino a la salida hacia al pasillo que conecta a otros dos cuartos, los cuales parecen estar bloqueados, sigo caminando y me encuentro con la sala, toda la casa es bastante austera de objetos personales, no hay fotografías, ni cuadros, solo lo absolutamente necesario, la chimenea desprende un acogedor calor, pero el aroma a comida me llama y me acerco a la cocina, de espaldas a mí se encuentra Rusia, cocinando algo que huele realmente delicioso, alcanzo la silla más cercana de la isla de la cocina para sentarme y miro todo lo que me rodea, hace mucho tiempo que no piso una cabaña, pero ésta en específico es bastante peculiar, por las ventanas se puede ver la nieve caer con una lentitud de ensoñación.
Por fin mi mirada cae en él y por un segundo dejo de respirar, no había caído en cuenta antes por la falta de luz, pero ahora que los focos están encendidos que puedo ver claramente la espalda de Rusia, la cual está llena de cicatrices terribles.
- ¿Que te pasó en la espalda? - Creo que ambos nos sorprendimos por la pregunta, no planeaba hacerlo, pero ahora que lo hice me gustaría saber la razón.
- Podría preguntar lo mismo con tus alas - No se había volteado, pero era obvia su incomodidad y era entendible... No creo que quiera decirme la causa de las marcas y por eso evadió mi pregunta con otra que seguro también sería incómoda para mí y para mí mala suerte acertó.
- ¿Sabes? Contestar con otra pregunta me haces recordar a tu padre - Es entonces que el se volteó y me miró de una manera bastante amenazante.
- El ya no está aquí y te agradecería que nunca jamás lo volvieras a mencionar - <<vaya, toqué un punto sensible>> pensé, derepente otra idea pasó por mi mente que hizo que un escalofrio invadiera mi columna <<¿y si fue URSS quién se lo hizo?>> Sé que no es bueno hacer suposiciones, pero nunca está de más expandir las opciones y más cuando se niegan a responder a algo sumamente personal.
- Ok... No hay problema - digo mientras él comienza a colocar los platos con comida en la encimera y se me hizo agua a la boca provocando un enorme gruñido en mi estómago, ignoré mi necesidad de comer hasta que el se sentara conmigo, cosa que se me hizo una eternidad, hasta que lo hizo - Gracias por la comida - alcancé a decir antes de empezar a devorar todo, comenzando con el cereal de una marca que desconozco completamente pero que me sabía a gloria, el increíble omelette de queso, el pan francés con mermelada de los dioses acompañado con una ensalada de fruta, al final tomé de un sorbo el vaso entero de agua y solté un suspiro de satisfacción recostándome en el respaldo de la silla- Todo estuvo increíble - lo miré y sonreí con gratitud.
Me sorprendió ver que el aún iba por la mitad y yo ya había arrasado con todo, lo volví a mirar y parecía que estaba muy concentrado con su comida, no lo iba a someter a preguntas durante el desayuno, pero en cuanto terminara esperaba tener mis respuestas.
En cuanto terminó me miró impaciblemente - Primero que nada, debes saber que te encuentras en mi país- mi cara debió ser un poema, por que inmediatamente agregó - sin embargo, a pesar de que todo me señala como principal sospechoso ante tus ojos, quiero que te detengas a pensar ¿Dónde estabas antes y que hacías antes de ser secuestrado? - debo señalar que esa era una muy buena pregunta...
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Muchas preguntas y pocas respuestas xD
Les molesta q México sea muy formal? Hay una respuesta para eso y es q solo cuando está cómodo el es todo mal hablado
Espero que les esté gustando ❤
Nos estamos leyendo!!
Gracias nuevamente por leer
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Al Atardecer
General FictionCountryhumans RusMex México es secuestrado y en su intento de huir se encuentra con un sujeto... será éste su secuestrador o es alguien más?...