Jane Miller es calculadora, un rostro hermoso, una belleza envidiable, capaz de lograr que hasta el mas importante de los hombres se ponga de rodillas a sus pies.
Hace tres años atrás a ella, solo la mirabas a los ojos y eran los únicos que mostr...
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2014
Connor me trajo a una fiesta de máscaras, donde todo el mundo está elegante, pero sigo sin entender con qué propósito. Entiendo que me quiera alejar de todo esto, pero ya le dicho que no lo haría, me quedaría con él aunque fuera un asesino. No me importa que esté traicionando la ley, ni tampoco que esté en bando equivocado, solo me importa estar con él y ayudarlo.
Sigo caminando por la sala hasta que un chico con traje azul se me acerca, esté no lleva máscara, ya que ningún barón la lleva, solo las llevan las mujeres. El hombre se acerco a mi tomando mi mano y depositando un beso en ella.
— Soy Louis, un placer en conocer la doncella que entro con ese monstruo - me dice señalandome con la cabeza a Connor, que este se mantiene de espaldas hablando con un hombre
— Encantada, yo soy… - me quedé varios segundos pensando si decir mi nombre o no
— No tienes que decir tu nombre, entiendo que no quieras - me dice el con una sonrisa — Te puedo llamar esmeralda
— ¿Esmeralda? - le pregunto curiosa
— Tus ojos son verde esmeralda y ya puedo ver lo hermosa que eres debajo de este antifaz - me dice coqueteandome — ¿Quieres? - me dice alzando su copa y niego
— ¿De qué conoces el perro del Boss? - me pregunta y yo lo miro confundida — ¿El Rey Oscuro?
Pero no pude responder cuando Connor me toma del brazo poniéndome detrás de él y mostrándose frío ante el individuo llamado Louis, se nota muy molesto.
— Solo estaba conociendo a la chica sexy que entró con el Rey Oscuro - le dice el alzando las cejas
— ¿Tu no deberías estar sirviendo? - le pregunta Connor con un tono de superioridad — Porque ese es tu trabajo, servir copas para los grandes como yo
Louis se va molesto y Connor me arrastra del brazo detrás de él, yo le repito varias veces que me suelte pero no me hace ni un mínimo caso, hasta salir de la mansión donde estaba la fiesta y me para en un lugar oscuro donde casi ni se ilumina.
— ¿Qué estás haciendo? - le pregunto molesta por su reacción conmigo
— Eso me pregunto de ti - me responde con furia — Te dije que no hablaras con nadie de la fiesta y vas y hablas con el espía de los Cuervos Negros
— No entiendo que quieres que haga cuando me has dejado para hablar con un señor - le reclamó
— No debes entender nada, solo debes obedecer lo que te digo, si no te gusta, aún estás a tiempo de irte - me dice
— Te dicho que no me voy a ir - le digo — Si tu estás en la mafia, pues yo también, si te vas, yo también, si vuelves a la MOEFM, yo también, te recuerdo que no voy a dejarte
