INTENCIONES OCULTAS EAM#2 | PRONTO EN LIBRERÍAS

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Capítulo dedicado a MaraCass_19 por crear el tráiler de LOC e IO :D ¿Ya los vieron? Vayan a dejarle amorsh en los comentarios~

UN (MAL) REENCUENTRO QUE PUEDE CAMBIARLO TODO

—Oye, tú.

Levanto la mirada de mi plato con el almuerzo hacia la figura alta de Vivian. Hoy, como todos los otros días, viste un negro que le sienta genial, aunque su delineado es diferente a los otros días, el cual se resalta entre su ceño fruncido. No es una novedad que este molesta conmigo, pero hoy no tengo ganas de aguantar sus expresiones de «amor».

—No estoy de humor...

—Hoy fui a la sala a hacer lo que siempre, pero resulta que me lo han prohibido —continúa ignorando por completo mi declaración—. Nada de encerrarme en las salas a menos que sea para un trabajo. ¿Qué hiciste para hacerla enojar?

En vista de que no tiene ánimos de escucharme, tiro los cubiertos sobre la mesa y me hago hacia atrás, apoyada en el respaldo de la cómoda silla del comedor, donde estoy sola, por supuesto y ahogando mi pesar.

—Hablar con Solange —respondo cruzada de brazos.

Vivian arquea una ceja.

—¿Solange? —Se lo piensa. Sí, la he llamo Solange, no Sol como solía hacerlo. Ya que nuestra relación ha acabado, no veo motivos para llamarla de manera cariñosa. Y, Vivian, que no es tonta, lo nota—. Parece que ha sido una discusión grande.

—Lo suficiente para no querer hablarle más.

—¿Te digo algo? —Se sienta en el asiento frente a mí, invadida por un repentino interés— En el fondo nunca me cayó bien, algo raro tiene esa chica. Siempre se esfuerza demasiado en ser una masita de pan bonachona. No es una chica real.

Vaya, gracias por decírmelo a estas alturas.

—Pero bien que la dejaste estar en tu cuarto, beber con ella y sonreírle —le saco en cara.

—Precisamente por eso te lo digo. —Se encoge de hombros y mira mi comida, no sé si buscando esquivar mis ojos, cambiar de tema o por el mero hecho de que está hambrienta. Yo he perdido el apetito, por lo que no me lo pienso demasiado y arrastro el plato hacia ella. Una sonrisa ilumina su oscuro rostro y me mira—. ¿Quieres hablar sobre lo que pasó?

Una risa seca, corta y llena de ironía se me escapa.

—Paso. No confío en ti, no confío en que quieras tratarme bien, así, de la nada, y no me apetece.

Esta vez soy yo la que desvía la mirada. Apoyo mis brazos sobre la mesa y me recuesto encima, cansada de todo el mundo.

—Pues haces bien —me da la razón—. No hay que dar todo a causa de alguien, por eso yo escojo minuciosamente mis amistades. No es que las vaya a investigar o poner ojo en todas sus acciones, pero me gusta tenerlas entre ceja y ceja.

Sí, sí, muy bonito, Vivian, pero sigo sin confiar en ti.

Si hay algo que rescatar de lo que ha dicho, es la idea de investigar. Puede que ella no lo haga, pero yo tengo esa tarea pendiente. Apenas salga de clases iré a la biblioteca municipal de la ciudad.

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