26

26.8K 3.6K 4K
                                    

Actualización nocturna :D Iba a ser más temprano, pero pasaron cosas.

Dedicado, nuevamente, a los chiquis del grupo ^.^

En fin, que las disfruten :D



ESTO NO ES UNA CITA

Parte 2


El centro de la ciudad está más movido de lo que creí que estaría, a pesar de que el clima es un desastre. Las decoraciones navideñas no se han hecho esperar; hay luces blancas enrolladas en los postes de luz, guirnaldas de pino sintético con pequeños detalles rojos y dorados, muñecos de nieve luminosos en los ventanales y los infaltables villancicos que vienen de ningún lado.

Esto está tan limpio y bello. Me detengo a mirar un tren de juguete recorrer un circuito enorme en la vitrina de una tienda infantil y Raziel lo observa fascinado por los detalles que posee.

—Siempre quise uno de estos —dije embobado—. Cuando visitaba las jugueterías, me ponía a jugar con uno de estos hasta que los vendedores me regañaban.

—No les dejabas a los otros niños disfrutar. Chico malo.

—Tenía que disfrutarlos lo más que pudiera, mi familia no tenía para regalarme uno de estos —se justifica—. Nuestras navidades no eran muy estables, por eso ya no celebro.

Sé que no lo ha dicho para que sienta compasión de él, pero no puedo evitar pensar en lo difícil que fue no tener el dinero suficiente para pasar una buena navidad a tal punto de que ya no las celebre.

—¿Quieres entrar a mirar? —pregunto con cierta timidez, como si temiera que me tomara por ridícula.

—Estoy bien desde aquí. Mira, acércate. —Me apego al vidrio tanto como él para perseguir el tren con la mirada—. Si achicas los ojos se ven como si fueras parte de él.

Obedezco, mas no me siento parte de la maqueta como presume. Aun así, prefiero no decirle nada y mentir.

—Wow, se ve genial —hago mi mejor actuación y enderezo la espalda. Es ahí donde me percato de nuestro reflejo: podríamos parecer una pareja. Y, también, recuerdo un detalle que me deja rascándome la cabeza: hoy no me he duchado.

—Siento que estoy muy sucia —comento con inquietud, temiendo que la gente, aunque ni siquiera le importe mi presencia, lo note.

—Tuviste la oportunidad de bañarte y cambiarte ropa, pero no lo hiciste —me dice Raziel a modo de regaño.

—No quería hacerte esperar. —Abre los labios para responder, se lo piensa un momento y luego los cierra volviendo la vista al frente—. ¿Qué?

—Olvídalo. —Se endereza y le echa una rápido vistazo a mi cabello. Yo me cubro para que no aporte a mi paranoia, pero poca importancia le da— ¿Ya tienes visto que celular vas a comprar?

—Cualquiera que esté a un buen precio. No es como si vaya a comprar uno de lujo con una cámara increíble.

—No se puede tener todo en esta vida.

—Exacto. Este será mi primer celular comprado por mí, todos los que he tenido fueron los que mamá dejaba de usar. —Ahora se ríe de mí. Me cubro la cabeza con los brazos temiendo que diga algo sobre mi cabello—. ¿¡Qué!?

—Nada.

—¿Qué puede ser tan divertido?

—Nada —insiste, obligando a que baje los brazos—. Me parece encantador que te emociones por algo así.

INTENCIONES OCULTAS  EAM#2 | PRONTO EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora