20

23.6K 3.7K 3.6K
                                    

Capítulo dedicado a likepoisonIvyy 🥰



NEW YORK, NEW YORK


Hemos llegado a New York.

Desde la salida del aeropuerto puedo ver los enormes rascacielos en la distancia. Su edificación es enorme, ocupa todo mi campo visual. Me siento como una pequeña hormiga en la entrada de una casa en busca de alimento para pasar el invierno. Soy diminuta como una y vengo en busca de oportunidades para saciar mi hambre de reconocimiento.

De camino a nuestro hotel en un auto pagado por la academia, admiro las calles aglomeradas de personas y taxis durante el crepúsculo. Las luces, los anuncios del tamaño de una casa y el movimiento constante es simplemente magistral, imposible de describir y dibujar.

—Linda, ¿no? —Ann, la coordinadora del viaje se acerca a mi ventana para contemplar. Ella es la que nos guiará a lo largo de la semana, y a quien debemos agradecer por tan cómodo auto—. La ciudad que nunca duerme —dice con ensoñación—. He vivido once años aquí y todavía me queda mucho por explorar.

—Es hermosa...

—Es una ciudad horrenda —desdeña Dhaxton al mismo tiempo. Va en el asiento de atrás, cruzado de brazos y piernas. Una mueca de disgusto dibujada en su rostro demuestra el desprecio de sus palabras.

—¿Ya estuviste aquí? —le pregunta la coordinadora en un tono amable que roza la incomodidad.

—Más tiempo del que quisiera. —Mi compañero de Boceto se toma un momento para responder, y cuando lo hace ni siquiera la mira. Ann no sabe que indagar en la vida íntima de Dhaxton es más complicado de lo que cualquiera creería. De hecho, me sorprende que le haya resuelto su duda.

—Pues yo creo que es una ciudad llena de vida, movimiento... —Suspiro, mirando de regreso las enormes y agitadas calles de New York—. Es un lugar colmado de versatilidad.

—Y ratas —añade Dhaxton, el antagonista de mis ideales.

—Crusoe... —El profesor Stan intenta ponerle un freno su afilada lengua antes de que suelte otro comentario desagradable.

—Tal vez debiste traer a Francis —bromeo para aligerar el ambiente. No consigo que cambie su postura, pero al menos logro sacarle una sonrisa torcida. Si hay algo que a Dhaxton Crusoe le gusta es el arte y Francis.

—Voy a hacer una llamada al hotel —nos informa la coordinadora, sacando su celular del abrigo.

Mientras realiza la llamada, sigo contemplando la ciudad sin un atisbo de desánimo. Es mi segundo viaje fuera de Wightown; el primero no lo recuerdo, ya que solo era una niña, pero no debió ser demasiado maravilloso teniendo en cuenta que jamás vi foto alguna de ese viaje y que mamá jamás habló demasiado de él. Por eso, ahora que soy mayor y puedo recordar cualquier detalle, es que me entusiasma la idea de grabar todo en mi memoria, sin detalle alguno que se me escape. New York no es una simple ciudad, es una inspiración. Muchos artistas han soñado con estudiar en sus escuelas de arte, de ser admirados en las exposiciones de sus museos, de dejar una huella en sus calles.

El hotel donde nos quedaremos es enorme; posee un aire elegante y clásico, lleno de ventanas y pisos que no tienen fin. Afuera el valet nos abre la puerta y dos botones nos ayudan a bajar el equipaje. El frío de New York es más crudo que en Wightown, por lo que no esperamos para entrar. Las luces tenues de su interior le dan un aire íntimo y cálido, casi hogareño. Uno de los botones ahora habla con el profesor Stan mientras Ann habla en recepción.

INTENCIONES OCULTAS  EAM#2 | PRONTO EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora