Phoenix entró en la casa aún con la sonrisa en el rostro. Besó a su madre en la mejilla y corrió escaleras arriba.
Se detuvo y volteó a ver a su madre quien la miraba con una interrogante ante ese comportamiento inusual de correr por las escaleras.
Amanda conocía a sus hijas, ella misma las parió, y si algo era propio de su tercera hija era la forma tranquila de caminar.
—Madre, si escuchas rumores de que dormí con cinco hombres es totalmente falso— la sonrisa en el rostro de la mujer cayó al suelo— sigo siendo virgen.
Después de decir eso siguió corriendo hasta llegar a la habitación.
La mujer de cincuenta años no le creía del todo a la chica pero sabía que no era capaz de dormir con cinco hombres.
O al menos quería creer eso.
Olive entró con dificultad a la habitación de la señorita quien se quitaba las ropas para darse un baño.
—Prepara todo, Olive, estoy de humor para un largo baño.
—A su orden, señorita.
La dama se retiró dejando a la joven luchar con las capas de ropa que llevaba encima.
Phoenix no le diría nada por dejarla sola en la batalla contra las telas, la pobre debió estar muy cansada después de caminar y caminar por el centro del pueblo.
El motivo de su felicidad fue que dos chicos se detuvieron a hablar con ella, con otras intenciones, pero ella nunca rechazaría una buena charla con chicos apuestos.
Uno de ellos tuvo el valor de insinuar encontrarse en algún rincón con ella en el baile del domingo. Claramente no aceptó.
En general los jóvenes del pueblo solo querían comprobar si los rumores de la señorita eran ciertos.
No se había percatado que su hermana menor entró en la habitación hasta que la tuvo pegada en su pierna semi desnuda.
—Xenia— la mayor levantó a la menor— debes aprender a tocar, señorita, ya estás grande para entrar así a las habitaciones.
—Lo siento, Phoe.
Phoenix miró a su hermana y se preguntó cómo seis años habían pasado tan rápido.
Cuando la pequeña nació, ella tenía solo quince años. A esa edad ya habían rumores de que se besaba con los nobles en sus propios carruajes.
Idiotas.
—Ve a buscar a mamá, parecía querer un abrazo.
La pequeña Xenia salió de la habitación corriendo. El alivio recorrió el cuerpo de la joven cuando pudo introducirse dentro de la gran bañera.
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La Prometida del Duque busca una Aventura. | Crónicas de Dawling Town I
Storie d'amore¿Estás al día con el último chisme de Dawling Town? ¿No? Pues, Phoenix Lamswood fue vista otra vez frecuentando la casa de un hombre casado. Esa chica no tiene vergüenza ni consideración con su familia. Oh, pasando a otro tema ¿Te enteraste ya que e...