Trébol

30°

Llegaron al apartamento de Gary y éste cerró la puerta tras de sí, se recargó en ella y mordió su labio con fuerza a la vez que preguntaba:-¿Cómo?¿Tú?-.

Ash dejó las flores de lado y se paró frente a Gary contestándole:- ¿Cómo llegué aquí?, es una larga historia..., tu abuelo me contactó y me ayudo a venir, él pago mi boleto de avión, me ayudo a encontrar hospedaje y me dijo donde encontrarte, al principio creí que me haría daño o me querría lejos de tí, la primera vez que lo ví me aterró, sin embargo, él me dijo muchas cosas que parecían sinceras y poco a poco fui confiando en él, estuvimos mucho tiempo en contacto y me advirtió sobre tu padre, hasta que finalmente fue el momento de nuestro encuentro, antes de ello yo tenía que cumplir mis metas y..., esperar a que tú  cumplierás las tuyas, no podía llegar antes de ello, así que lo planeamos hasta este momento; tú ya tienes tu doctorado y yo soy máster, por fin logré culminar mi maestría e incluso he estado trabajando justo para esté día, para hacerme un nombre y poder pararme frente a tí con orgullo, para ser la persona digna de tí-.

-Tú siempre lo has sido Ashy boy, siempre has sido una persona digna de admirar, yo soy tal vez el que no soy digno de tí, he tenido novias, he sido una mala persona, yo...-.

Ash lo calló con su dedo anular en la boca a la vez que le susurraba:-no me importa eso, tú eres una buena persona y no importa si saliste con alguien, ya sabía que tendrías que hacerlo por tu padre, yo te admiró a tí, y... si aún estás dispuesto, yo quiero que tú seas parte de mi futuro, te sigo amando y siempre lo haré sin importar qué, así que sí aún quieres a éste campesino en tú vida yo estoy dispuesto a aceptar a ese tonto egocéntrico y arrogante chico así con todos sus defectos y pecados en la mía-.

Gary río por aquellas palabras y haciéndose el ofendido exclamó:-¡Oye!, ¡No te pases!-.

El pelinegro comenzó a reír y el castaño retomó la palabra con voz sería:- yo, Gary Oak, te quiero en mi vida para siempre tonto enano, te sigo amando y te amaré por la eternidad-.

El Ketchum paró de reír también y seriamente dijo:-te amo Gary, mi vida te pertenece sólo a tí y el día de hoy te devuelvo tu trébol como muestra de mi promesa cumplida-, a la par que le extendía aquel objeto que tantas veces le dió fuerza y fortaleza.

Gary se alejó un poco y de entre su armario sacó una vieja pero cuidada gorra, suspiró y prosiguió:-Te amo Ash, mi vida te pertenece sólo a tí y el día de hoy te devuelvo tu gorra como muestra de mi promesa cumplida-.

Ambos se miraron dulcemente e intercambiaron aquellos objetos tal y como si se tratase de votos matrimoniales, solo estaban ellos y sus Pokémon en esa habitación, no había más testigos, no había para ellos nada más y, de un momento a otro la distancia entre ambos se acortó hasta desaparecer fundiéndose en un beso, esta vez un beso lleno de deseo y pasión, un beso sin contemplación.

Ambos guardaron a sus queridos amigos en sus pokébolas para que estuviesen completamente solos y se dejaron llevar, ese día solo estaban ellos dos, solo estaba su amor, ambos ansiaban su contacto, su piel quemaba por el deseo, ya no había barreras, ya no había nada que los separese y así..., se juraron amor eterno entre besos, caricias y juramentos...

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La mañana siguiente ambos no lograban salir de su asombro por lo que había pasado en la habitación, temieron despertar y que solo hubiese sido un sueño de esos que solían aquejarlos y dañarlos, una fantasía efímera y lastimera, pero, ahí estaban en carne y hueso uno junto al otro.

Los dos amantes se miraban avergonzados mientras tocaban el rostro del contrario tratando de asimilar que en verdad eran ellos, mientras el calor  que emanaban lo confirmaba.