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Horas antes...

La mañana se había abierto paso en el horizonte y el joven pelinegro se dispuso a hacer su rutina, primero comenzando en su habitación y después bajando a la sala, estaba cabizbajo pero puso su mejor sonrisa frente a su madre a la par que le pedía perdón por su actitud de la noche anterior.

Delia solo lo abrazo con suma ternura y le hizo saber que todo estaba bien mientras ella misma le instaba a decirle cualquier cosa que le pasase, a lo que él simplemente asintió y le hizo saber que se lo diría después, pues, debía llegar a la escuela temprano.

Ambos comenzaron a comer tranquilamente junto a Giovanni, quien no quiso meterse en aquel momento madre e hijo debido a que quería darles su espacio y no sabía exactamente lo que ocurría.

Al terminar, Ash salió de su casa despidiéndose de su madre y su padrastro llendo directo a la escuela, no sin antes despedirse de sus enérgicos vecinos quienes se dirigían a su propio centro educativo dejándolos un poco más tranquilos al ver de nueva cuenta como siempre a aquella persona a quien tanto admiran.

Cuando estuvo lejos de su hogar detuvo abruptamente su andar, Pikachu lo contempló confundido pero Ash solo lo acarició, suspiro sin fuerzas y se sentó en una banca que estaba cercana, observó a su Pokémon y luego habló a la nada:-sabes amigo, creo que a partir de ahora tendré las cosas complicadas, pero..., me convertiré en alguien digno, ¡no me rendiré!, sé que me entiendes, así que... ¿Estás conmigo?-.

-¡Pika!-, su pequeño amigo sonrió  y se pegó más a su cuerpo haciendo que Ash lo abrazara y sonriese a su vez, ya no era momento de autocompadecerse, ese era el tiempo de actuar y demostrar a todos quien era él y, como si una fuerza invisible lo empujase volvió a ponerse en marcha hacía su destino inmediato, las lágrimas del día anterior habían cesado y en su lugar solo quedaba ardiendo su fuego interno marcando su sendero.

Al llegar, como era de esperarse algunos comenzaron a observarlo detenidamente y otros más eran ajenos a la situación, los murmullos no se hicieron esperar pero él no desistió en su andar, estaba firme en su decisión y no daría ni un paso atrás.

Al ver a sus amigos emprendió marcha hacía allá, pero, una pequeña figura lo detuvo, era Serena quien le obstruía el paso.

Ash intentó pasarla pero ella de nueva cuenta se interpuso comenzando a lanzar un monólogo que el pelinegro no escuchaba; había sido tolerante con la muchacha pero su paciencia tenía un límite así que la miró directamente a los ojos y la tomó de hombros, acción que sorprendió a la castaña y a sus amigos y, con una gran sonrisa en el rostro le habló:-Serena, tú mereces algo mejor que yo, jamás podré corresponderte porque yo amo a alguien más, así que, por favor deja esté asunto en paz y si quieres mi amistad te la puedo brindar pero es lo único que yo puedo darte, en realidad, a mí me gustan los chicos y no mereces perder el tiempo conmigo, te deseo lo mejor en verdad-.

Con estás palabras se iba a marchar pues no había nada más que decir, pero ella le tomó del brazo:-¿Porqué? ¡No lo entiendo!-.

-Realmente no puedo contestarte, además, no comprendo tampoco tu pregunta, lo siento, yo soy así-.

Ella levantó su mano para darle una cachetada pero de inmediato se retractó, realmente no comprendía el porqué de su actuar, eso era humillante pero más humillante era que ella misma se puso en aquella extraña situación, así que bajo su mano y de paso su rostro, estaba consternada, confusa y dolida en cierta medida, aquello había sido un balde de agua fría, sentía ganas de gritar y llorar pero se tragó ese sentimiento y en vez de eso sonrió fingidamente, a la vez que decía:-has ganado, pero, no me rendiré Ash-.

Uso todo su autocontrol y se marchó del sitio con su frágil ego herido, sin embargo, ella sabía que todo había acabado, no podía competir contra algo que estaba perdido en primer lugar, no obstante, sin darse cuenta había desarrollado ya un cariño hacía el muchacho y, como se había dado cuenta, en ese momento no era realmente algo muy sano.

Ash quedó sorprendido ante el actuar de Serena y se sintió un poco mal al ver su semblante, pues, parecía que en realidad le había afectado, iba a detenerla, pero, en su lugar suspiró y la dejó ir, en verdad lo que decía era enserio, él solo quería que ella fuese feliz y era claro que tras de él jamás lo sería, estaba tan concentrado en ello que solo se percató que sus amigos lo rodeaban cuando Misty le gritó:-¡hazme caso Ketchum!-, a lo que él respondió con una disculpa antes de encender más la ira de su pelirroja amiga...

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Las actividades destinadas para ese día fueron especialmente molestas con los rumores que corrían por la escuela, pero como antes, Ash solo las ignoró, sus amigos realmente eran un gran apoyo en ese momento, lamentablemente Tracey tenía que volver a su actual hogar al día siguiente y sabía por éste mismo que Gary se iría al atardecer, lo peor fue verlo y no poder correr a él, no obstante sabía que no podía, había comprendido el mensaje que éste le había dado y por más que lo deseara solo podía ignorarlo y hacer como si nada pasara ya que no podía darle más problemas.

Lo vió irse sin poder ir tras él y en silencio lo despidió sabiendo que el día en que se verían nuevamente ya no estaba tan lejos de su alcance como en un principio lo estaba, pues, aquella coincidencia era parte del destino y también un refuerzo a sus sentimientos, no había tiempo de llorar, solo podía seguir y nada más, solo seguir y nunca renunciar....

TrébolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora