Tom Hiddleston: One Shots

INSENSIBLE A TI pt. 1

Parte 1: Caballero Inglés.

Lo amaba demasiado pero no podía vivir de las migajas del “amor” que él me daba.

Me case enamorada, lo amaba de verdad; a pesar del record de divorcios que había en la familia de ambos siendo el factor principal el adulterio ambos nos aventuramos, me case porque lo amaba de verdad.

El amor no es tan complicado en sí, es casi como una plana que tienes que cuidar, regar, abonar, etc., pero si no lo haces si no haces los cuidados necesario la planta se marchita y muere… así es el amor.

Armando, mi esposo, fue lo que hizo, me descuido, descuido nuestro matrimonio, la pasión se apagó y el amor se marchito.

Él jamás me engaño con otra mujer, simplemente le importo más su trabajo y se obsesiono con tener una buena posición económica. A mí no me importaba nada de eso, yo solo lo quería a mi esposo pero pasaba el día solo. Pasaba la vida atrapada en la rutina que consistía en estar sola, Armando me insistía que pasara la tarde con un club de señoras de la alta sociedad, pero jamás me interesaron las pláticas de esas señoras estiradas, prefería pasar la tarde tomando un café y leyendo.

Un día estaba sola, como siempre, me encontraba en la cafetería que solía visitar pero no sabía que este día sería diferente. Leía un buen libro, mi libro favorito.

— ¿Disculpe? —un hombre con exquisito acento inglés me llamo y levante la mirada.

— ¿Dígame? —le dije con amabilidad.

—Lo siento—dijo con una sonrisa tímida—pero no puedo dejar de ver su libro.

Voltee a ver la portada de mi libro, era muy común y no era ningún libro erótico, ni nada parecido.

—Es mi libro favorito—declaro aquel extraño pero guapo caballero inglés.

—También es el mío—sonreí tímidamente.

—Soy Tom por cierto. Tom Hiddleston—extendió su mano para estrecharla conmigo.

—Alice, un places—tome la mano de Tom y una corriente eléctrica me recorrió el cuerpo. Mire mi mano y la de Tom estrechándose, mi mirada subió hasta encontrarse con los ojos de aquel británico y me di cuenta del hermoso azul de sus ojos, esos ojos que me hipnotizaron y me llevaron a realizar la más grande locura de mi vida.

Desde aquel encuentro con Tom, comencé a salir otras veces con él, entablamos una linda amistad, a pesar de ser unos años menor que yo él era muy divertido y muy culto para un joven de su edad, era un joven muy maduro también. Tom se convirtió en mi mejor amigo, consejero y pañuelo de lágrimas. Tom estaba conmigo y yo ya no estaba sola.

Aún recuerdo el día en que todo cambio, cuando nos besamos por primera vez y… me gusto.

—El amor es lo más hermoso en este mundo—dijo Tom mientras veíamos varias parejas a nuestro alrededor. Nos encontrábamos sentados en los taburetes de la barra de un restaurante—es el motor que mueve al mundo—su mirada se detuvo en una pareja de ancianos que comían y se miraban románticamente.

—Si es lo más hermoso—sonreí y Tom volteo a verme con una sonrisa—lástima que se marchita—dije con tristeza.

—Alice…—tomo mi mano y se acero a mí—los hombres no sabemos lo simple y delicado que es el amor—me acaricio con ternura la mejilla, me acaricio como hace mucho nadie lo hacía, me perdí en la calidez de aquel toque y en el profundo azul de sus ojos—no sabemos como enamorar e invertir tiempo en algo tan hermoso que Dios nos dio que es la mujer. Toda mujer merece ser amada.

Las palabras de Tom tocaron y derritieron mi corazón. Sin darme cuenta nuestros rostros estaban juntos, tanto que nuestras narices se rosaban, mi vista bajo a sus labios que estaban entre abiertos; nuestras respiraciones chocaban, me sentía tan embriagada por la presencia de Tom que no podía pensar en nada más que él y sus labios.

—Perdóname Alice—susurro Tom cerca de mis labios.

— ¿Por qué? —pregunte confundida.

—Por enamorarme de ti.

Después de que tomar dijo aquellas palabras me beso, me beso con ternura y pasión. Era un beso cálido y lleno de amor, un beso que ni siquiera mi marido me había besado así. No dude en corresponderle el beso a Tom.