Eres hermosa

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Había sido un día cansado y lleno de trabajo, en lo único que podía pensar era en llegar a casa, tomar un baño y dormir. Entre en el metro, gracias al cielo no había demasiada gente, así que me fue demasiado fácil encontrar un buen lugar que estuviera vacío. Después de tomar asiento, saque mi celular de mi chamarra, conecte los audífonos y me los puse. Deslizaba mi pulgar a través de la pantalla buscando una canción para relajarme. "Not Today" de Imagine Dragons comenzó a reproducirse. Cerré los ojos para dejarme llevar por la melodía de la canción. Mis labios se movían, mientras cantaba en silencio.

La canción se vio levemente interrumpida, cuando me llego una notificación de que tenía un mensaje nuevo. Deslice mi pulgar a través de la pantalla y vi que el mensaje era de mi viejo amigo Benedict.

Tom. Te veo a las nueve en el café de siempre.

Contesté el mensaje de manera simple.

Dormammu, he venido a negociar.

Desde que Ben había salido en la película Doctor Strange, me encantaba molestarlo con esa simple frase.

Que te den, Hiddleston. Nueve en punto, no llegues tarde.

Tú controlas el tiempo, viejo amigo.

Oh. El dios de las travesuras se ha quedado sin trucos.

Eso nunca.

Reí y levante la mirada del celular. No me percate en que momento el metro se había llenado de tanta gente.

Bajé el volumen de mi música, para escuchar el momento en que anunciaran mi parada. En ese momento, un dulce sonido llamo mi atención. Era la risa de una mujer. Era la risa más suave, dulce y embriagadora que jamás había escuchado en mi vida. Me quite los audífonos con rapidez, quería escuchar mejor aquella risa. Ahí estaba otra vez llenando el aire de dulzura, era como el canto de una sirena y yo me vi embrujado por este. No pude evitar comenzar a buscar con desesperación, a la misteriosa dueña de tan encantadora risa.

Mi corazón se detuvo, cuando mis ojos vieron a la mujer más hermosa que jamás había visto en mi vida. No, ella no tenía la belleza de una sirena. Su belleza no era tan mundana, era más bien como algo celestial. Ella era un ángel. Ella sobresalía entre la multitud, su sonrisa también era demasiado hermosa. Me tome el tiempo suficiente para admirarla. Su cabello era del color del caramelo, a la distancia podía ver lo suave que era y mis dedos cosquillearon por el deseo de acariciarlo.

Me cambie de asiento para poder verla de más cerca. Aprecie su perfil, su nariz era tan exquisita, sus labios eran rosados y me vi tentado para acercarme y besarla. Todo mi mundo se detuvo cuando nuestras miradas se encontraron. Sus ojos eran grises con un ligero toque de azul, maldición, era preciosos, como dos gemas.

Salí del trance cuando ella me sonrió y me saludo con la mano, creí que ella sabría quién soy, pero como si nada, ella sacó un libro y se puso a leer. Vaya, creí que vendría a pedirme un autógrafo o una foto. Suspiré. Aquella chica se me hizo mil veces más hermosa, no solo de manera física, sino también de menta muy bella.

Ella levanto su mirada del libro y su mirada brillo al ver a algo o alguien. Seguí su mirada y me percaté de que venía acompañada. Aquel hombre que la acompañaba la besó y mi corazón se rompió. Por primera vez, aparte la mirada. Eres un idiota Tom.

Ella es tan hermosa que me duele. Reí sin emoción alguna, al recordar la frase de aquella película que vi hace un tiempo: "Me acuerdo que dolía. Mirarla dolía". Ahora entiendo esa frase. No sé qué hacer, porque sé que nunca voy a estar con ella.

No pude resistir y tuve que volver a mirarla. Por milésima vez detalle sus preciosos rasgos. Ella se giró y me sorprendió viéndola. Sus mejillas se pintaron de un suave rubor y me regalo una sonrisa tímida. Ella sabía que me había flechado y me tenía embobado.

El metro se detuvo. La hermosa chica y su acompañante se levantaron, esta debía ser su parada. No pude evitar seguirla con la mirada, incluso cuando ya había bajado del metro. Ella se giró y me dijo adiós con su mano. Yo sonreí como un idiota y moví mi mano para despedirme de igual manera.

Suspiré pesadamente, nunca más la voy a volver a ver.

Me coloqué los auriculares de nuevo y justo en ese momento se estaba reproduciendo "You're Beautiful" de James Blunt, que conveniente.

SEMANAS DESPUES

Aun no podía sacar a aquella misteriosa chica de mi mente. No la había vuelto a ver, solo la había visto en mis sueños.

Me subí al mismo metro, con la misma esperanza de tal vez volverla a ver. Deslice mi pulgar por la pantalla de mi celular cuando una dulce voz llamo mi atención.

— ¿Está ocupado? —Maldición. Era ella. Era ella y me estaba hablando. Simplemente negué con la cabeza, como si fuera algún tipo de retrasado—Gracias.

—Eres hermosa.

Murmuré como si fuera un idiota, cuando ella se estaba sentando a mi lado y ella me regalo el dulce sonido de su risa.

—Gracias. 

Tom Hiddleston: One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora