Tom Hiddleston: One Shots

El Secreto

— ¡Mami! —gritó mi pequeño William mientras yo me encontraba en la cocina haciendo la comida.

— ¿Qué sucede, mi cielo? —pregunte al momento en que rebana las zanahorias.

— ¡Un señor te habla! —fruncí el ceño confundida, dejé lo que hacía y me seque para ir hacia donde estaba el teléfono.

— ¿Quién es amor? —pregunte sentándome en el sofá y miraba a mi hijo con dulzura.

—Dice que se llama Tom, Tom Hiddleston.

Al escuchar aquel nombre que tenía años sin escuchar, mi corazón se paralizo por un momento, mis ojos se abrieron por completo sintiéndome horrorizada y sintiendo como mi cerebro solo gritaba: "¡Corre!" Mire a mi hijo sin saber qué hace y por un segundo tuve miedo por su vida, mire el teléfono con espanto. Mi mano temblorosa tomo el teléfono que mi hijo estaba tendiéndome, le agradecí y le dije que se fuera a jugar. Coloque el teléfono en mi oído, al principio no escuche nada.

— ¿Hola? —pregunte con voz temblorosa.

—Judy—Tom murmuró mi nombre y los recuerdos vinieron a mi mente como si estuviera viendo una película.

Caminaba por las calles de Londres, era un sueño para mí estar ahí, había conseguido el trabajo que quería y todo en mi vida estaba bien, al menos por el momento. Era momento del almuerzo y caminaba para ir a mi restaurante favorito, mientras andaba por las calles londinenses cuando a lo lejos vi un chico guapísimo que no dejaba de verme. ¿Me... me estaba viendo? Baje la mirada avergonzada, el caminaba hacia ¿mí? Oh cielos ¿Qué hago? Él acelero el paso para venir hasta mí y yo me detuve sintiéndome paralizada.

—Disculpe, señorita. ¿Podría darme la hora? —Oh... ¿eso era todo?

—Son las...—mire mi reloj por un segundo—son las dos de la tarde.

—Oh, muchas gracias—creí que en ese momento él se marcharía pero... no lo hizo. Lo mire y vi que estaba pensando ¿buscaba pretextos para hablar conmigo? Aquello me hizo sonreír.

—Estoy en mi hora del almuerzo ¿le gustaría acompañarme a comer?

— ¡Encantado!

Y así comenzó una historia que no pensé que fuera a terminar de manera tan... desastrosa.

—Sí, soy yo.

Tom carraspeo un poco en el teléfono.

— Ammm... ¿Cómo has estado?

—Bien ¿y tú?

—Bien—Tom suspiró pesadamente—Mira, no te hablo para tener una plática casual, sé qué hace años no nos vemos, pero... Te amo, Judith... te amo como aún más que desde el primer día.

Cerré los ojos, las palabras de Tom dolían y más dolían los recuerdos que golpeaban mi mente, era como si me estrujaran el corazón.

— ¡Judy, Judy! —Tom entró corriendo a mi cocina después de haber hablado por su celular, dejé lo que hacía mientras me giraba.

— ¿Qué pasa? —pregunté con una sonrisa al ver como el corría hacia mi totalmente emocionado.

— ¡Lo tengo, lo tengo! —gritaba totalmente emocionado, me tomo de las caderas y comenzó a darme vueltas mientras giraba. — ¡Tengo el papel de Loki!

Cuando Tom menciono aquello me emocione junto con él. Sabía lo mucho que él deseaba aquel papel.

—Es increíble que me den esta noticia el mismo día que cumplimos un año de ser mejores amigos. —dijo con aquella sonrisa que me hacía temblar.

—Felicidades, lo mereces—lo estreche entre mis brazos para abrazarlo con dulzura. Nos separamos y por un momento que se sintió eterno, nos miramos a los ojos. Tom acarició con dulzura, mi mejilla, él se inclinó hacia mí dándome un dulce beso en los labios.

—Te amo, Judith—susurro en mis labios para volver a besarme.

—Te amo, Tom—le confesé.

—Basta, Thomas ¿Por qué me has hablado? —intente sonar dura pero mi voz se quebraba a momentos.

—Judy, sé que debes tener una vida ya hecha, tienes un hijo y... de seguro conociste a alguien más... —Él ni siquiera tenía la menor idea. —No quiero interrumpir tu felicidad. De seguro estas con el padre del niño.

—No—dije de manera cortante.

—Entonces... ¿podemos vernos? Hace tanto que no te veo.

—Thomas... yo...

— ¿Tom? ¿Con quién hablas cariño? —me hele al escuchar aquella voz hace tanto que no la escuchaba. La última vez que la escuché fue aquella noche en que todo termino.

—Efectivamente, usted está embarazada—Mis suposiciones eran ciertas, la noche que le entregue a Tom mi virginidad había dejado frutos. ¡Tom y yo íbamos a tener un bebé! —Venga la próxima semana para hacerle su primer ecografía—Vi al doctor escribir algo sobre una hoja pero yo simplemente aun intentaba procesar aquella gran noticia. Tom y yo tendremos un hijo.

Sin darme cuenta como ya me encontraba frente a la casa de Tom, estaba demasiado feliz por la noticia y simplemente moría por contársela a Tom. Toque la puerta de su casa y cuál fue la sorpresa que la madre de Tom me recibió, le sonreí amablemente aunque ella simplemente me miró con desdén. Sin saber el porqué, nunca le caí bien a la señora Hiddleston.

—Buenas tardes—la salude con timidez— ¿Se encuentra Tom?

La señora Hiddleston se tomó su tiempo en responderme mientras arrugaba la nariz como si estuviera oliendo algo podrido.

—No está, tenía una junta con Luke ¿para que lo quieres? —Coloco sus manos cruzadas sobre su pecho.

—Tengo algo importante que decirle—la señor Hiddleston simplemente rodó los ojos. —señora estoy esperando un hijo de Tom—Solté de golpe y los ojos de ella casi se salieron de sus orbitas, me tomo con fuerza del brazo y me metió a la casa, sentía como sus uñas se enterraban en mi brazo y luche por separarme de su rudo agarre. Me llevo al despacho de Tom y me soltó se fue del otro lado del escritorio y la vi sacar una chequera y una pluma.

— ¿Cuánto dinero necesitas para practicarte el aborto?

La pregunta de aquella mujer me dejo helada. ¿Aborto? Yo no quería abortar a mi hijo. Solo veía impactada como la señora Hiddleston escribía en aquel trozo de papel.

—Anda niña que no tengo tu tiempo.

— ¡No! —Dije decidida—No voy a abortar a mi hijo.

Vi como los nudillos de la señora Hiddleston se ponían blancos de tato apretarlos.

—Si estas esperando que mi hijo se haga responsable por tu bastardo, nunca lo hará. Además ¿Cómo estar seguro que ese hijo es de Tom?

—No le permito que me ofenda.

—Y yo no te voy a permitir que arruines la carrera de mi hijo. Mira niña, te lo pongo fácil o desapareces de la vida de mi hijo con una módica cantidad o hago que tengas un aborto. —La mirada que vi en aquella mujer me hizo estremecerme del miedo.

Aquel día decidí salir de la vida de Tom por la seguridad de mi hijo.

El pánico me ataco y no pude hacer más que solo colgar el teléfono. No pude pensar en nada más que la seguridad de mi hijo. Rápidamente fui a empacar una maleta para mí y otra para mi hijo y sin decir nada más salí para llevármelo de ahí, no iba a dejar que nadie me arrebatará lo más valioso para mí.

Después de algunas semanas regrese a la casa para recoger nuestras demás cosas y mudarnos a un lugar lindo que había encontrado. En la puerta me recibió el dueño de la casa, me disculpe con él y le pague el mes que le debía. Me entrego una nota que dijeron que habían dejado en mi puerta. Aquella nota me quito el aliento con solo tres palabras.

"Lo sé todo."

-Tom. ){�ù@�Y5