—He estado pensando sobre lo que pasará mañana. Habrá algunas reglas—murmuró de manera divertida y me sonreír.
— ¿Qué reglas?
—Bueno, solo digo que esta noche estemos juntos y no pensemos en ello. Solo tú y yo, es lo único que me importa.
Los recuerdos de ayer en la noche invadían mis pensamientos y las lágrimas habían comenzado a rodar por mis mejillas. Las puertas de la iglesia se abrieron de par en par, me bajé el velo con suavidad, así nadie iba a poder ver mis lágrimas. Mi madre me tendió el ramo de flores y a paso lento entre en la iglesia. No puedo creerlo. Casi no puedo respirar. Ahí estaba Tom, en la parte de enfrente de la iglesia, llevaba su traje del ejército. Él siempre se vio muy guapo en ese traje.
— ¿Estas nervioso por mañana? —le pregunté.
—Mañana solo es otro día.
Caminaba por el largo pasillo de la iglesia con cierta solemnidad, la congregación me veía mientras iba pasando. Podía sentir la mirada de todos sobre mí. Al ir acercándome más a él sentía mi corazón encogerse y menos podía contener mis lágrimas.
—Inclinen sus rostros y oremos—dijo el predicador—, que el Señor tome esta alma y sane el dolor.
Dejé las flores caer mientras más recuerdos golpeaban mi mente. Recuerdos de sus besos y del momento en que todo cambio.
—Necesito salir de urgencia—murmuró Tom.
—Pero la boda es mañana.
—Lo sé, pero me necesitan con urgencia en el cuartel—él guardo su maleta en la cajuela del auto—. Volveré pronto. Tal vez mañana no te vea en todo el día, pero estaré en el altar, lo prometo.
Lo abracé con todas mis fuerzas y lo miré irse.
La congregación estaba cantando la canción más triste que he oído en mi vida. No creí que esa iba a ser la última vez que lo vería. Aun no puedo creerlo. Él dijo que hoy le vería en el altar, pero nunca pensé que lo vería muerto. A veces creo que despertaré y todo habrá sido un sueño, porque aún recuerdo el momento exacto en que esta maldita pesadilla inicio.
Hablaba con el Pastor Husband, él siempre fue mi consejero espiritual y en estos momentos en los que me sentía intranquila, sus palabras me calmaban. Alguien llamó a la puerta y colgué el teléfono. Atendí al llamado y me sorprendí al ver un hombre del ejército frente a mí. Aquel hombre me entrego una carta. Miré a esta con curiosidad y la abrí. En pocas palabras la carta decía que Tom había tenido un accidente mientras iba de camino al cuartel y... había fallecido.
No podía creer que hoy, en vez de celebrar nuestra boda, estaba enterrando al amor de mi vida. Llegué hasta la caja donde se encontraba su cuerpo, me apoyé en está y comencé a llorar desconsoladamente. Bebé, ¿por qué me dejaste? ¿Por qué te fuiste? Estaba contando con nuestro "para siempre", ahora nunca lo sabré. ¡No puedo respirar!
—Lillian—mi madre murmuró mi nombre—, déjalo, él no volverá a asa.
— ¡Déjame en paz! ¡Esto no puede pasarme a mí! ¡Esto tiene que ser solo un sueño!
Puse mí frente a la caja mientras vaciaba mi dolor en lágrimas.
—Tengo toda una vida planeada para nosotros—murmuró, lo miré a los ojos y me encantó como brillaban en aquella noche—. Es perfecta.
— ¿Lo prometes?
—Siempre.
Grité intentando sacar el dolor que me estaba sofocando. Era mentira. Todo era mentira. Nada dura para siempre.
— ¡Tom! ¡Regresa, mi amor! ¡No me dejes aquí sola!
¿Por qué me dejaste Tom? Alguien, quien sea, por favor, despiérteme, no quiero seguir en este sueño. No quiero tener este dolor, quiero que él este a mi lado, quiero ver su dulce sonrisa, quiero volver a escuchar su voz, quiero sentir sus besos. Alguien díganme que esto es solo un sueño.
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Tom Hiddleston: One Shots
Fanfiction¿Eres fan de Tom Hiddleston? Entonces esto es para ti. Aquí encontraras varias historias pequeñas dedicadas a Tom Hiddleston. Son historias pequeñas que no tienen continuación alguna, mejor conocidos como "One Shots" Espero estas historias sean de...