Él esta enamorado

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Acaricio su cabello con suavidad mientras lo contemplo dormir. El reloj marca las tres de la mañana, pero yo no puedo dormir. A pesar de sentirme cansada por la actividad física que acaba de tener, aun no caía presa del sueño.

La luz de la luna entraba por mi ventana e iluminaba su piel haciéndola ver más blanca de lo que realmente era. No podía resistir la tentación de acariciar su piel con la yema de mis dedos. Trace pequeñas figuras sobre su espalda. Era una delicia tenerlo desnudo en mi cama. Aprovechaba cada momento como este para contemplarlo sin que él se diera cuenta de mis verdaderos sentimientos.

Tom Hiddleston, mi mejor amigo. Nunca nos habíamos aventurado a ser algo más que solo amigos. Desde hace un par de años que éramos amigos con derecho a roce. Todo había empezado una noche que una chica le había roto el corazón. Como siempre, yo estaba ahí para él, para ser su paño de lágrimas. Recuerdo que él solo dijo "Al cuerno las relaciones. Solo me acostaré con quien yo quiera sin complicarlo todo". Me besó y yo estaba tan enamorada de él que no lo impedí. A la mañana siguiente él se había disculpado, prometió que no se volvería a repetir. Pero aquella noche algo había más había pasado entre nosotros, porque solo pudimos mantener esa promesa por una semana. Creí que con el tiempo, él se daría cuenta de lo que pasaba entre nosotros, que teníamos una conexión especial. Yo la sentía, ¿por qué él no podía sentirla también? Con el tiempo me di cuenta de que tal vez nunca me vería más que como una amiga. Al tiempo él comenzó a salir de nuevo con otras chicas, pero lo que mantenía mi esperanza aun, es que a pesar de estar con ellas, él y yo seguíamos teniendo nuestras noches de intimidad.

Lo que me sorprendía demasiado era que, a pesar de nuestros encuentros, nuestra amistad no había cambiado. Habíamos puesto solo una regla: No enamorarnos. La típica regla, pero lo que él no sabía es que yo la había roto incluso antes de ponerla. Estaba enamorada de mi mejor amigo.

A veces quisiera confesárselo, pero sé que él no va a corresponderme. Él nunca se enamorada de mí. Además, simplemente me niego a perder lo que tenemos, con respecto a nuestra amistad.

Me dolería demasiado perder días como este. Domingos de tostadas quemadas y pasearme en la cocina con su camisa puesta. Aunque últimamente lo he sentido algo distante. Tal vez es una de las razones por las cuales no he podido dormir. Mi mente no ha dejado de dar vueltas que él tiene algo. Hay algo en su mirada que se ve diferente.

—Oye, ¿qué pasa? —Escuché la voz adormilada de Tom y se giró para verme de frente— ¿No puedes dormir?

—No—murmuré, miré sus ojos azules y los vi con un brillo singular, que nunca antes lo había visto—. Tuve una pesadilla.

— ¿Sobre qué?

—Te perdía.

Él rió.

—Nunca me perderás, tontita—se acomodó en la cama y, a diferencia de otras noches donde me abraza y nos acurrucábamos, se mantuvo distante—. Eres mi mejor amiga—tuve que fingir una sonrisa. Su sonrisa desapareció de su rostro y me miró con seriedad—. Necesito decirte algo importante.

—Claro.

—Estoy enamorado—mi corazón se aceleró con solo oírlo. ¿Al fin? ¿Lo que creía imposible al fin se esta cumpliendo? —. Su nombre es Beatriz, la conocí...—su voz se fue apagando poco a poco y el sonido de mi corazón rompiéndose poco a poco se incrementó a tal grado que creí que me dejaría sorda. Yo solo lo veía mover los labios mientras intentaba aclarar mi mente y mis pensamientos. Lo miré a los ojos y lo supe. Lo sabía incluso cuando él no había dicho nada. Lo sabía aun en esta inmensa oscuridad. Él estaba enamorado. Y no precisamente de mí—. Tendremos que dejar esto—lo miré con terror y él frunció el ceño—. ¿Está todo bien?

Quería gritarle "¡No!" a la cara, pero contuve ese grito en mi pecho y fingí una sonrisa.

—Sí. Me alegra verte feliz.

En ese momento me sentí tan estúpida de haber conservado las esperanzas de que él sintiera algo por mí, pero creía que él podía sentir la misma conexión que yo, que tal vez lo único que tenía era miedo de perderme como amiga. Habíamos tenido momentos íntimos en los que me parecían que nuestros corazones se volvían uno solo y no solo en la cama.

Recordé aquellas noches de lluvia que pasábamos bailando. También recuerdo cuando me invitó a pasar a su nueva oficina en la casa tenía en su escritorio la foto de cuatro mujeres, una de esas mujeres, las otras dos eran sus hermanas y luego estaba yo. Aquel día me dijo: "Eres parte de las mujeres más importantes en mi vida".

Creía que algo podía pasar entre nosotros, pero no.

Él está enamorado.

Y no de mí.

Tom Hiddleston: One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora