Debido a mi cumpleaños número dieciocho, mi padre regresó de un importante viaje solo para dedicarme tiempo. Hoy es el último día que estoy en la ciudad conviviendo con él y lo aprovecharemos al máximo llevándonos de compras a Mina y a mí para nuestro primer viaje adulto.
Cómo cualquier persona normal, acudimos al centro comercial más cercano, en el que están las tiendas que la gente común visita, pues tenemos en claro que no es necesario derrochar el dinero en un costoso traje de baño cuando hay establecimientos que te ofrecen algunos fabulosos modelos por un costo mucho menor.
Aún puedo recordar la aburrida cara de papá cuando Mina y yo recorríamos muy emocionadas esos pasillos de ropa y belleza. Nos probamos las prendas que usaríamos durante el viaje, depositábamos en el carrito tantas cosas como se nos ocurrieran, pues no había un límite para comprar.
Trajes de baño, sandalias, jeans, playeras, chaquetas, bloqueador solar, perfumes y maquillajes fueron algunas de las cosas que la caja registradora anotó en un muy extenso ticket de compra.
Al salir del establecimiento, nos dirigimos nuevamente a mi casa, en donde muy emocionadas comenzamos a preparar nuestro equipaje. Tan pronto como pudimos, un sin fin de maletas y bolsas de mano con artículos de necesidad personal estaban listas para ser colocadas en el auto que nos llevaría camino al aeropuerto.
Estábamos tan ansiosas por llegar que mucho rato antes de la documentación ya estábamos en la sala de espera de la aerolínea en primera fila para abordar nuestro avión.
Viendo lo impacientes que estábamos, mi papá nos consintió con una taza de té y unos deliciosos panecillos que compró en la cafetería con la finalidad de que nos relajáramos un poco. Nos encontrábamos disfrutando de nuestro improvisado refrigerio hasta que finalmente se escuchó ese anuncio que nos interesaba a Mina y a mí —Pasajeros del vuelo FZ1758 con destino a los Emiratos Árabes Unidos favor de abordar por la terminal 3.
En cuanto la voz de la chica de la aerolínea se hizo presente por todos los equipos de sonido del aeropuerto Mina y yo saltamos de la emoción, era momento de despedirnos de nuestras familias por una semana para disponernos a vivir nuestras propias aventuras y comenzar a descubrir lo maravilloso del mundo.
En medio de lágrimas, Mina le dio un cálido abrazo a su madre. Para la señora Aino, la despedida era un poco difícil pues nunca antes se había separado de su hija.
Mi padre, por su parte, se limitó a abrazarme, darme un beso en la frente y desearme suerte. No es que fuera un padre frío, si no que él y yo estábamos tan acostumbrados a sus constantes viajes y a no vernos durante mucho tiempo que para nosotros no era difícil alejarnos. Por el contrario, mi madre actuaba tal y como la de Mina, ya que, al partir, se quedaría con un gran vacío en la enorme casa en la que vivíamos, aunque para darle un poco de tranquilidad, papá le prometió que no haría ningún viaje hasta que yo estuviera de regreso.
En fin, después de unas cuantas lágrimas derramadas finalmente caminamos por el andén que nos llevó directo a nuestro avión y lo abordamos.
Mina y yo tomamos nuestros asientos y después de algunas horas de vuelo en el que observábamos maravillosas vistas desde las nubes, llegamos a nuestro destino. Al fin habíamos pisado territorio árabe.
Tan pronto como salimos del aeropuerto de aquella ciudad, un automóvil propiedad de la agencia de viajes que mi padre había contratado, nos esperaba para llevarnos a conocer nuestro hotel, el majestuoso "Ramada Beach" en la ciudad de Ajman, un lugar céntrico en esta nación que nos haría más fácil el acceso a todos los lugares que planeábamos visitar.
Una vez instaladas, después de comer algo y llamar a nuestras familias para avisarles que habíamos llegado con bien, conocimos a Amy, nuestra guía, una chica americana bastante preparada académicamente. Hablaba casi todos los idiomas existentes y había recorrido todo el mundo, por lo que para ella era muy fácil mostrarnos cada rincón del maravilloso lugar al que habíamos llegado.
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EL PRÍNCIPE DE MEDIO ORIENTE
FanfictionSecretos, una infancia triste y llena de reglas y obligaciones. A veces la realeza no es tan feliz como se piensa... ° Un gobernante desalmado... ° Una joven obligada a estar a su lado, pero decidida a cambiarlo... ¿Lograrán descubrir al ser bondado...