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Observar desde su punto una situación que ya había presenciado en días anteriores, provoca que a Mob se le pongan los nervios de punta, sin saber muy bien de dónde viene esa sensación.

No es la primera vez que ve a Reigen inconsciente, herido y a la vez siendo atendido por un enfermero o enfermera de turno. Entonces, por qué? por qué se siente tan inquieto, como si algo muy en el fondo le estuviese preocupando?

«Por qué esa vez lloré enfrente suyo?»

Aquella interrogante continuaba sin tener una respuesta, así que tal vez podría asociar a ello todas esas sensaciones tan impropias de él. Ahora mismo tenía bastantes ganas de salir de allí y darse una vuelta por los alrededores, en lugar de esperar a que el humano despertara; sin embargo, y para su propia sorpresa, terminó dejándose caer a un lado de la cama para abrazarse a sus rodillas, su cuerpo resignado a permanecer allí.

Mob no supo si habían pasado minutos, horas, o el tiempo suficiente como para darse cuenta de lo poco pendiente que estaba de lo que ocurría a su alrededor. Una voz familiar haciéndole preguntas a la enfermera que estaba a cargo de Arataka, le hizo abandonar su sitio por fin, asomándose a través de las cortinas que rodeaban la cama y reconociendo desde su punto la silueta de Serizawa.

No demoró en sentirse irritado, haciendo una mueca de absoluto desagrado. No le costaba intuir qué clase de cosas le estaría preguntando y con qué objetivo lo hacía; por qué el ser humano debía ser tan metiche, metiéndose en asuntos que no debía? le daba la impresión de que aquel sujeto parecía obsesionado con cualquier situación relacionada a Reigen.

Avanzó un par de pasos al ver que se alejaba, moviéndose con tiento pese a que nadie podía verlo. Tras quedarse en un sitio poco concurrido y con vista directa del compañero de su víctima, le escuchó volver a tomar la palabra.

─Todo apunta a que se arrojó por la ventana─le decía Serizawa a uno de los policías que habían participado en el operativo, el mismo que le había relatado lo sucedido en éste y cómo Arataka acabó malherido nuevamente─. Lo que no entiendo, es por qué...

Los instintos de Mob despertaron de forma leve, puesto que la expresión en el rostro de Serizawa no auguraba nada bueno. El golpe que le había dado en aquella ocasión no había servido para borrarle esas estúpidas sospechas, y ahora habían unas nuevas para unirse a las anteriores; «tengo que matarlo» se repitió de forma acuciante, sin importarle demasiado armar un escándalo en ese lugar.

También existía la posibilidad de no mancharse las manos directamente...

Repentinamente percibió movimiento desde dentro de la enfermería, volviéndose casi de inmediato y perdiendo de vista al tipo ese. Otra sensación extraña -esta vez siendo similar al alivio- le inundó al ver que Reigen empezaba a recobrar el conocimiento, mirando hacia todos lados con cierta confusión; mas todo pareció aclararse una vez que hicieron contacto visual.

─...Cómo te sientes?─atinó Mob a preguntarle, sin agregarle ningún tono amable a su voz.

─Eso es raro viniendo de ti─Reigen le observó con recelo, reincorporándose de a poco y notando que esta vez no tenía heridas de gravedad. Además, su cuerpo ya no dolía producto de la caída.

─Ya veo, estás perfectamente─confirmó el azabache, restándole importancia luego─. Al fin y al cabo, me preocupé... por nada─tras decirlo, sintió de cuenta nueva esas sensaciones sin nombre fluyendo en su interior, como si hubieran estado esperando el momento para manifestarse.

─Tú, preocuparte?─cuestionó Arataka con burla, permitiéndose incluso reír─. Estás de broma, no?

─Sí... ─Mob cerró los ojos por un instante, tratando de poner sus pensamientos en orden e ignorando todo lo demás─. Supongo que .

The Unforgiven | Mob Psycho 100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora