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Tanto el aroma como el aspecto de la comida que Reigen le había puesto delante sobre un plato, habían superado por mucho las expectativas de Mob. Sus ojos comenzaron a brillar de la impresión, dándose cuenta de lo apetecible que lucía la comida de hoy, sin llevarse ninguna decepción incluso cuando la probó.

Sabía realmente bien.

Reigen le observaba desde el otro lado de la mesa, compartiendo la misma comida al notar que alcanzaba justamente para dos. Le sorprendía en exceso ver ese cambio drástico en alguien como el azabache, ya que fácilmente podría pasar como un niño cualquiera para quien lo viera en esa faceta media infantil suya.

Asumió que en parte le hacía sentir bien comprobar que le había gustado su manera de preparar curry, aunque claramente no lo admitiría delante de él para después verse humillado con algunas de sus típicas frases egocéntricas.

Más pronto de lo que imaginó, el plato de Mob se halló vacío, con éste haciendo una expresión de plena satisfacción por la comida. Arataka terminó minutos después, volviendo nuevamente su vista al azabache.

─Y bien? qué tal estuvo?─le preguntó de una forma distraída, para que no se reflejara su verdadero interés en querer saberlo.

─Lo suficientemente bueno como para dejarme con ganas de más!─exclamó Mob entusiasmado, como si acabara de probar lo mejor del mundo; tras reparar en la mirada incrédula del otro, decidió bajarle un poco a sus revoluciones─. Bueno... olvidé cuándo fue la última vez que probé este tipo de comida, así que supongo que es natural...

─...Entiendo─soltó Reigen a la ligera, aunque en el fondo no sabía si quería entenderlo realmente. Sí, tenía presente en todo momento que Mob era un monstruo, que sus intenciones de asesinarle para librarse de su mundana existencia nunca desaparecían, más bien parecían cobrar cada vez más fuerza.

Sin embargo... sería muy descabellado de su parte intentar entenderlo, conocerlo? saber cómo era antes de convertirse en esto. No tenía nada que perder tampoco.

─Mob─le llamó con cautela, eligiendo bien las palabras que pensaba utilizar─. Es posible que cuando uno se convierte en un... vampiro, pueda olvidar absolutamente todo de su vida pasada?

Por su expresión, pudo comprobar que aquella pregunta le había pillado volando bajo. Como tantas otras veces, Arataka se resignó a no obtener ninguna respuesta, o al menos no una que saciara en parte la curiosidad que sentía.

─Creo que es lo más lógico─contrariando a los miles de escenarios que se habían recreado en su cabeza, el azabache no se hizo de rogar y decidió responderle directamente─. En mi caso, era consciente del cambio humano - vampiro durante los primeros veinte años; ya después de eso... me sumí completamente en lo que soy ahora: un monstruo.

─Entonces, actualmente ya no puedes recordar nada...

─Se podría decir que hay momentos antiguos de mi vida que se ven difuminados dentro de mi memoria, así que no puedo reconocerlos con mucha nitidez y prefiero pasarlos por alto─le cortó Mob, apoyando su mejilla en la palma de su mano, dando la impresión de estar divagando sobre algo en específico─. Después de todo, de qué me sirve eso ahora? ya no puedo regresar a esos días, no puedo volver a ser un humano como tú.

Y tras ello, Mob estableció un contacto visual fuera de lo común entre los dos, como si se estuviesen dando una tregua silenciosa del odio mutuo que se tenían. Por otro lado, él no era tan ingenuo ni mucho menos estúpido como para no darse cuenta del punto al que Reigen pretendía llegar; hasta ese momento jamás le había preguntado acerca de su vida, de intentar apromixarse a él de esa forma, buscando hilos de los cuales tirar.

The Unforgiven | Mob Psycho 100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora