Polos Opuestos

Capítulo 20 (SEGUNDA PARTE Y ULTIMA)

Como sabrán este es el ultimo libro que escribiré, luego de eso me retirare de wattpad, espero y tomen esta historia como una lección, y la amen como yo. Solo faltan alrededor de 6 capítulos para culminarla.

Mire a Sean dormido en el asiento del copiloto mientras conduzco.

Las lagrimas secas adornaban sus pómulos algo morados y rosas, sus hermosos labios fruncidos al igual que su entrecejo como si estuviera enojado.

Sonreí.

No sabia a donde iba, solo seguía el mapa de mi celular. Se supone que visitaría ese lugar con papá algún día, el lugar en el que vencería mi mayor miedo... El cual venceré junto a Sean.

No se cuantas horas han pasado desde que comencé a conducir. Ya informe a Gaby, por lo que no tengo que preocuparme de que piensen que nos paso algo.

—Hola Miami... Soy Sean Hart y hoy cantare para ustedes...—murmuro aun dormido.

Sonreí.

Lo mire de reojo.

—Te amamos mucho Sean, eres el mejor—murmure igual divertida.

—¿Me amas rosita?—El con voz perezosa hablo, risueño.

Al parecer solo fingió estar dormido.

—No te ilusiones...

—Muy tarde. Ahora te obligare a casarnos.

—¿A la fuerza? Que mal futuro esposo entonces.—le seguí el juego.

—Pues... Seré el mejor esposo que tengas en tu vida... 

Reí.

Le di un empujón haciéndolo soltar una carcajada.

La que me erizo completamente.

Volví la vista afrente, captando que solo faltaban unos minutos para llegar al lugar. Pero no olvidemos el hecho de que no se conducir... Aunque creo que lo estoy haciendo bien.

—Rose...—pronuncio mi nombre lento y suave, mientras tomaba mi mano que descansaba sobre mi regazo.—¿Por que no te enojaste?

—¿Enojarme? ¿Por que?

—Ya sabes... Lo de la pelea... Habitualmente Gaby se enoja, me grita, en cambio tú... Tú solo te preocupaste, por mi.—sonrió.

—Bueno... Tal vez esa sea la forma de Gaby para darte a entender que te quiere y se preocupa igual que yo... Todos tenemos formas distinta al tratar las cosas.

—Pero a mi me gusta más la tuya... Me hace sentir, querido.

—¿Querido?

—Ujumh... Querido, como si por primera vez le importara a alguien...

—Supongo que en eso estas en lo cierto Sean... Te quiero y me importas mucho.

Sonreí sintiendo el rubor en mis mejillas, pude sentir su mirada pesada. Por el rabillo del ojo note su amplia sonrisa.

Mis ojos se abrieron con sorpresa cuando sentí sus fríos labios hacer contacto con mi mejilla.

Voltee mi rostro brevemente captando el suyo el cual emanaba felicidad.

—Yo también te quiero, rosita.

—Lo sé—le guiñe el ojo divertida haciendo que su sonrisa se espumara.

Rei.

Él igual.

A lo largo del camino mantuvimos unas cuantas charlas, vareadas para mantener su mente despejada... De aquellas cosas que le hacen daño.