Reino unido, Londres.
—Nada de drogas, usa preservativo, emborráchate hasta que caigas en tu vomito y sobre todo consíguete un papucho—dice mi hermana con una sonrisa.
Levanto la cejas mirándola fijamente a los ojos.
—No se supone que debes decirme cosas lindas, como: Espero que te vaya bien y saques buenas calificaciones.
Ella bufa
—Sonaste como nuestra madre, uh me dio escalofrió. —se estremece—Nunca vuelvas a decir algo como eso, que te reinicio el software.
Rio por lo bajo negando.
—Te voy a extrañar mucho Keren...
—Y yo a ti mi pequeño ratón,—me revuelve el cabello con una de sus manos—Ven dame un abrazo.
Me acerco a ella, envolviendo mis brazos alrededor de su anatomía, Keren corresponde acariciando mi nuca.
—Recuerda depilarte por favor...
—¡Keren!—me separo sintiendo el calor inundar mis mejillas.
Suelta una carcajada.
Hace unas horas llegamos de Liverpool, mi ciudad natal, no fue fácil tomar la decisión de mudarme a Londres para continuar con mis estudios, ya que me alejaría de mi familia, y me independizaría.
Keren mira su reloj.
—Ya es hora de que me vaya Camille.
Hago un puchero.
—Si...—le brindo una media sonrisa.—Nos vemos en algunos meses supongo.
Nunca pensé que fuera tan difícil tener que despedirme.
Asiente, respira hondo.
—Prometo que vendré a visitarte cuando pueda.
—Claro...
—Y recuerda.
Sonrió.
—Usar preservativo, emborracharme hasta caer en mi vomito y sobre todo conseguirme un papucho.
—Falta algo.—dice en un tono animador.
—No diré eso—niego con la cabeza, ella hace un mohín, volteo los ojos—Bien, me depilare más seguido.
Keren suelta una carcajada.
—Bien dicho señora jungla.
Suelto una carcajada.
Ella deja mis maletas en el suelo, se despide con un beso en mi mejilla, antes de abordar el auto.
Este es mi primer año en la universidad, estaré estudiando literatura en una de las mejores universidades de Reino Unido.
Y estoy sola aquí, sin conocer a nadie.
Tomo las maletas mordiendo mi labio inferior, entrando a el gran edificio en donde me espera mi compañera de dormitorio, Gabriela Hart.
La encontré en uno de los anuncios, lo que mejor me pareció es que no era en los dormitorios de la universidad, sino un departamento propio.
Mi hermana me animo a escribirle, ya que dice que los dormitorios de las universidades no son tan bueno, y mucho menos algunas compañeras.
Así que acepte.
Me detengo en la entrada, en donde esta la recepcionista.
—Hola, buenas tardes, soy Camille Edwards.
ESTÁS LEYENDO
Polos Opuestos
Novela JuvenilNo éramos iguales en ningún tipo de aspecto. Nuestros caminos eran distintos. Pero llegaban al mismo destino. Porque fuimos hecho el uno para el otro. Como dos piezas que encajaban a la perfección. MILKELIS, 2021 PRIMER Y SEGUNDO LIBRO