Polos Opuestos

Capitulo 26 (FINAL)

Nota de la autora: sin miedo chicas... Música triste por favor.

No recordaba nada, todos mis recuerdos son borrosos, solo pequeños flashes, y momentos cortos... No se en que momento sucedió todo, no se en que momento bebí esa cantidad de alcohol, ni mucho menos en que momento termine aquí, en el departamento de Sean.

Lo único que se es que, al despertar estaba acostada junto a él, acurrucada.

—Me alegra mucho que hayas disfrutado de la fiesta, Rose...—él estaba haciendo unos pancakes, para mí.

—Creo que si ustedes hubiesen estado allí, la habría pasado mejor.

—Lo dudo, la chica que te trajo dijo que fuiste el alma de la fiesta, supongo que Gaby y Lía estaban en lo correcto al decir que socializar con tus compañeros de la clase te iría bien.

¿La chica que me trajo? ¿Qué chica?

—¿Una chica me trajo?

—Si Rose, una chica de cabello corto, dijo que se llamaba...—Sean se volteo a mi pensativo—¿Sarah?

Sarah...

—Oh, si, ya se quien es.

Quizás debería ir a casa de Jean ahora, tal vez el pueda decirme que sucedió, y también podría ayudarme a contactar a Sarah. No se porque, pero tengo el presentimiento que todo lo que paso en ese fiesta no fue nada bueno.

Sonreí cuando Sean coloco la torre de pancakes en frente de mi, los cuales tienen una forma de corazón y son decorados con fresas y arándanos, junto a un poco de crema batida, como me gusta.

Levante la mirada, percibiendo la sonrisa de orgullo de Sean, al ver el desayuno que me preparo.

—¿Cuando?—pregunto de la nada ante mi silencio.

Encarne una ceja de forma burlona sabiendo a que se refería.

—¿Q-que?

—¿Cuándo me darás las gracias y me besa...?—reclamo, o eso intento cuando me levante de la mesa de desayunar, dejando un beso en sus labios.

—Gracias por ser el mejor novio que he tenido, y por prepararme los mejores desayunos del mundo.—le dije besándolo de nuevo.

—El mejor novio que has tenido, y el mejor que tendrás.—dijo con un aire de superioridad haciéndome reír.

—Pero que engreído...

—Lo aprendí de ti.—soltó sin pensar.

Abrí mi boca fingiendo estar ofendida.

—Idiota.

Él soltó una risa, mientras dejaba un beso en mi frente.

—Extrañaba escucharte insultarme.

—Oh... ¿Lo extrañas idiota? Entonces seamos como antes.—propuse divertida.

Ahora que lo pienso, peleaba con Sean por la mínima tontería. Por cosas insignificantes, ¿Cómo se enamoro de mí? SI hasta lo golpee con la puerta en la nariz.

—Mmh, bueno... yo empezare por... ¡Robarme tu desayuno—en un rápido movimiento me hizo a un lado tomando mis pancakes.

—¡No Sean, con mi comida no, idiota!.

—Tú dijiste que como antes, Rose, no te retractes.

—Pero es mi comida idiota.

Intente acercarme a él para quitarle mi desayuno, pero el es muy rápido para esquivarme. ¿por que siempre mi comida? Es algo sagrado.