Polos Opuestos

Capitulo 10

Aprovechando que hay días libres en mi país por las fiestas patrias.

HAY ERRORES ORTOGRÁFICOS

Que lo disfruten, los quiero muchoooooo.

Sean

Observe a Camille mientras dormía sobre mi regazo, mi mano esta enredada en su cabello, mientras la acaricio de forma suave. Sus pómulos, nariz y boca están levemente sonrojados por el llanto, su delicado rostro con un rastro de lagrimas a desaparecer yace en mi pecho. Manteniendo el total cuidado, acercó mi mano libre hacia sus mejillas, eliminando el rostro que quedaban de ellas.

La apego aun más a mi, dejando un beso en su frente. Se perfectamente cómo se siente Camille, por eso quiero estar con ella, y dejarle en claro que no la dejare sola, quiero que sepa que estaré para ella en sus momentos difíciles, así como ella estuvo conmigo.

No quiero que pase por lo que yo pase cuando mis padres murieron.

Fer se acercó a mi con una taza de café, la extendió hacia mi y la agarre, dándole un sorbo, debo admitir que no soy fan, pero este momento lo requiere

—Me destroza verle así. —dijo el mirando a la castaña.

Asentí concordando con él, si dijera que me esperaba la muerte del señor Edward, estaría mintiendo, pensé absolutamente de todo, pero esto, fue algo inesperado.

—A mi igual, nos necesita ahora más que nunca—Gaby hablo mientras mantenía la mirada fija en su móvil —Keren dice que la mantengamos alejada un poco, hasta la fecha del funeral, su madre está muy mal, y nada rompería más a Camille que verla así.

—No creo que a ella le agrade la idea de estar lejos de su familia en estos momentos. —Fer frunció levemente su entrecejo.

—Lo se, pero prefiero mil veces tenerla aquí con nosotros que en el hospital viendo a su madre sedada.

—Tienes razón.

—¿Donde está Lía? —pregunté.

—Fue en busca de las cosas de Camille, nos hospedaremos hasta pasado mañana aquí y luego viajaremos a casa de Camille.

Sera extraño estar en casa de Camille sin sus padres, sigo sin asimilar que su padre no estará allí.

Deje salir una profunda respiración mientras bajaba la mirada hacía la castaña. Me dedique a observarla perdiéndome en mis pensamientos.

Aunque tengamos nuestros problemas, me parte el alma saber lo difícil que sera para ella todo desde hoy.

Se que debo prepararme mentalmente para las cosas hirientes que me dirá, me gustaría pensar que me pedirá que me quede con ella, que le cuide, que no la deje sola... Pero se que estará inestable, y deducir su comportamiento de aquí a una semana, seria muy ingenuo de mi parte.

—Bueno, iré a dejar a Camille en la habitación y vuelvo.—anuncié.

Dejé la taza de café en la mesa de cristal que se encontraba enfrente de mi. Envolviendo unos de mis brazos al rededor del cuerpo de ella, impulsándome del suelo, poniéndome de pie, yendo en dirección de la recámara.

—Creo que mejor deberías quedarte con ella en la habitación, por si se levanta, aún no sabemos cómo reaccionará.

—Está bien.—no dije más.