X.

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Sus labios se volvieron cada vez más suaves contra la piel de mi cuello. Sus manos se movieron a mi cintura y me mantenían sin ningún movimiento contra su cuerpo. Sus labios se movían más rápido causando escalofríos por todo mi cuerpo. —Harry… —susurre.

Harry succiono y mordió levemente mi piel haciéndome soltar un gemido. —Harry… —repitió el mismo proceso. — ¡Madre mía, Harry!... —logre decir y solo pude sentir como comenzó a reírse contra mi piel.

Se volvió sobre mí y me miro con cierta intensidad que había visto pocas veces, en esa mirada resaltaba el deseo y la lujuria. —Admítelo, extrañabas eso.

—Demasiado. —sonreí. —Pero… — volvió a besar mi cuello. —Detente. —Me gire rápidamente y Harry cayó al suelo. Comencé a reírme y me di cuenta de que él no lo compartía conmigo, estaba en el suelo mirando descaradamente.

—Entonces eres una gatita mala…— murmuro y se levantó del suelo. Deje de reírme y él sonrió. —Bien, me gustan las gatitas malas.

Se subió sobre mí colocando sus piernas a cada lado de mi cuerpo y con una mano tomo mis muñecas mientras con la otra rozaba mi vientre, las cosquillas y corrientes que me llegaban a mis más profundos lugares, me volvían loca.

Es increíble como alguien te puede hacer sentir así sin tocarte realmente.

Su mirada seguí recorriendo mi cuerpo, centímetro por centímetro. Como pude me escape de su agarre y en un rápido movimiento me acerqué a sus labios en un suave beso. No espere más y lo tome del cuello de su camiseta atrayendo su cuerpo y teniéndolo totalmente sobre mí.

Sus labios se unieron en un compás exacto con los míos, su lengua toco lentamente mi labio inferior, entre abrí mi boca dándole paso, suavemente se movió rozando mi lengua y no tarde en querer más, el beso adquirió otro volumen, había demasiado deseo de por medio. Sus manos tocaban mi vientre produciendo muchos escalofríos por toda mi espalda. —Déjame… Hacerte… mía…

Susurro y con un leve movimiento, mordí su labio inferior. —Lo siento, Styles.

Me moví y logré bajarlo de mí. —Pero…

—No. —coloque mi mano sobre su boca. —Lo siento…

— ¡No! —se levantó molesto del sillón y camino hacia mí hasta hacerme retroceder y sin darme cuenta estaba acorralada con la pared de la cocina.

Me tomo fuertemente de los brazos y me beso bruscamente. Sus labios pasaron a los míos. Me levanto y rodee con mis piernas su cintura.

Sin duda, él había ganado.

Se movió hasta la cocina y me dejo sobre la barra para tomar mi rostro entre sus manos y besarme como solo él sabe hacerlo. —En la cocina no, Harry. —dije riendo sobre sus labios. Él se separó sonriente.

—Claro. —Me volvió a levantar y antes de que me pudiera besar de nuevo, me acerqué a su oído.

—Sé que esto suena inapropiado pero… te deseo, Styles, aquí y ahora.

Un leve gemido se escapó de sus labios al sentir una mordida de mi parte en el lóbulo de su oreja.

Harry pasó conmigo junto al pasillo y pateó la puerta cerrándola detrás de nosotros, tirando de mí en sus brazos y besándome sin pensarlo dos veces, como si lo hubiéramos hecho un millón de veces.

Le quité la camisa sobre su cabeza, y él deslizó mi chaqueta por mis hombros. Dejé de besarle el tiempo suficiente para quitarme el jersey y camiseta, y luego me estrellé contra él. Nos desnudamos el uno al otro, y en cuestión de segundos, me colocó en la cama. Alcé mi mano por encima de mi cabeza para abrir un cajón y sumergir la mano en el interior, buscando algo.

Posesivo |H. S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora