Posesivo |H. S.|

XXIX

N/A: Bueno mis hermosas lectoras, últimamente no había escrito notas porque estaba muy ocupada y sólo tenía tiempo de subir y ya, pero aquí estoy. Y ¡si estoy viva! Por si las dudas. Estuve viendo que ya sólo nos quedan 1 capítulo y ¡el epílogo! y de verdad no me quiero despedir tan pronto, pero así es la vida y de esta manera, finalizará un proyecto para comenzar el otro. Muchas habrán visto que en mi perfil, la mayoría de mis novelas están pausadas y pues sí, estoy bajo mucha presión y espero lo entiendan. ¡Gracias por pasar lo 9.5K son maravillosas!

***

Mis labios se movían suavemente, deleitándome con el toque de los suyos. Mi lengua se deslizó en su boca buscando, anhelando más, nunca me había sentido tan motivada. Sus manos viajaron a mis caderas, atrayendo mi cuerpo contra el de él, su pie cerró de un portazo mientras me subía a él rodeando su cintura con mis piernas y sus manos se clavaban con fuerza en mi trasero, un gemido y en pocos segundos estaba a ahorcadas sobre él en el sofá más cercano, sus manos recorriendo mi cuerpo por completo mientras mis manos se posaban en su cabello.

Niall me atraía cada vez más, con mayor fuerza hacia su cuerpo, sus manos subieron por debajo de mi vestido hasta mis muslos, causando escalofríos en todo mi cuerpo. Quite su camiseta y sus manos bajaron lentamente el cierre de mi vestido mientras mordía mi labio inferior. Otro gemido y mi vestido estaban en el suelo mientras yo estaba de vuelta sobre Niall. Sus labios eran suaves, deliciosos, tenían ese sabor tan deseable y eran míos.

Me acomodé sintiendo más su erección contra mí haciéndome gemir de nuevo. Su toque cálido, suave, delicado me hacía querer más. Sus manos en mi pecho, su lengua explorando mi boca y mi cuello, su erección contra mí. Me estaba volviendo loca. Dirigí mis manos al cierre de su pantalón pero algo me detuvo, era su mano en mi muñeca. Detuvo el beso y me detuvo con la respiración entrecortada.

«Quiero más. Deseo más, mucho más. Lo deseo a él. » Pensé.

–¿Qué pasa? ¿Vienen tus padres? No importa, subamos. –Dije y besé su cuello. Era cálido, suave y yo lo quería. Mis manos bajaron al broche de mi sujetador y antes de poder quitarlo, otra vez me detuve. Su mirada estaba fija en la mía, gritaba deseo por doquier y yo quería dárselo.

–Espera. –murmuró tomando todas las fuerzas que tenía. «Oh, no. Él nunca se me había resistido. Se cansaría de mí.»

– ¿Qué pasa? Ya... ¿Ya no quieres esto? –susurre con tanto miedo a su respuesta.

– ¿Quererlo? –Negó. Lo poco que quedaba de mi corazón, se hundió en mi pecho. –Lo deseo, lo anhelo, te deseo.

Una leve sonrisa se formó en sus labios.

– ¿Entonces?

–Estás con Harry...

–No más. –admití.

El me dedico una gran sonrisa. –Bien, eso me lo contarás después, ahora...–tomo mi vestido y se lo colocó en el hombro junto a su camiseta y me cargó al estilo nupcial hasta llegar a su habitación y dejarme sobre su cama. Su mirada recorrió todo mi cuerpo causando  escalofríos.

– ¿Qué?

Negó. –Nada es solo... nada.

–Dime.

–Nunca pensé que te vería semi-desnuda en mi cama, tenía la esperanza pero no creí que sucediera.

Reí. –Y ahora que me tienes, no me quieres.

–De hecho... –se subió sobre mí. –Podría disfrutar de esto un rato.

Sus manos bajaron a mis muslos haciendo que rodeara su cintura con mis piernas, mis manos rodearon sus cuello y mi mirada se posó en sus deliciosos labios tentadores. Me humedecí los labios con la lengua.