XXX

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N/A: Bueno ¡aquí está el último capítulo! Que tristeza, aun no me quiero despedir, pero cada cosa tiene un inicio y un fin, este pronto será el fin, aunque aún nos queda el epílogo, así que por favor, no vayan a llorar como yo :O me entristece mucho tener que dejarla así pero no puedo hacer más por esta segunda temporada, disfrute hacerlo de la mejor manera y espero que les haya gustado, si tienen una opinión me gustaría la dieron. Y para las lectoras que leyeron "The New Girl" y han leído o no mis otras novelas me gustaría que me dijeran si han visto un progreso en mi escritura, me sería de mucha ayuda saberlo. De verdad gracias por todo espero que disfruten el capítulo y ¡GRACIAS POR LLEGAR A LOS CASI 10K! ES UNA EMOCIÓN GIGANTESCA. DE VERDAD GRACIAS.

Posesivo – XXX.

Selena's POV

Aleje a Niall levemente, cortando el beso. Aún mi corazón no estaba listo para querer de nuevo, anoche había cometido un gran error, le había dado esperanza. Y no se puede dar lo que no se tiene. Suspire con cierto agotamiento hasta que no quedó más aire en mis pulmones, no había nada más difícil que rodearte de la gente que amas y hacerles daño. Niall me miró con cierta preocupación pero no dijo nada, solo me dio una leve sonrisa y me abrazó de manera reconfortante.

Me giré para mirar a mí alrededor y pude notar a aquella figura de ojos rojos venir hacia mí, llevaba los puños apretados y algo metálico en ellos. Trate de detenerlo pero Niall se me adelantó y se colocó entre los dos, dejando una mano en mi espalda para que no me moviera. Harry no dijo nada solo negó y las lágrimas cayeron de sus ojos. Dios mío, lo hacía más doloroso aún.

–Creo que debes irte... –dijo Niall. Me solté de su agarre y me coloqué a su lado, mirando más de cerca las bolsas bajos los ojos de Harry que llevaban un color más claro que nunca. Harry negó e hizo un llamado con la cabeza hacia mí.

Intente dar un paso pero la mano de Niall me detuvo. Me solté. –Debo hacer esto.

Me acerqué a Harry y sus lágrimas cayeron con más facilidad, nunca lo había visto tan mal. Me tomo mi mano la tendió hacia él, la abrió y colocó el objeto metálico  en la palma de mi mano. Era su llave del pen–house y aparte había unas pequeñas letras en oro como llavero. H&S. Trate de no llorar pero a pesar de la multitud mirándonos, me tome la libertad de expresarme y una lágrima se resbaló por mi mejilla, cerrando los ojos. Antes de poder verla caer y chocar con el suelo, abrí los ojos dirigiéndose al suelo, donde yacía un Harry devastado de rodillas. Su mano aún sobre la mía, se dirigió hasta dejarla en su mejilla, las lágrimas caían libres en mi palma abierta.

No puede ser más difícil.

–Sé... –soltó un leve sollozo. –Que no fui suficiente, que te hice daño, que me gané el sufrimiento por el que estoy pasando, que te amé y aún te amo como puedo y que ya es muy tarde, sé que no podré enmendar lo que hice... –me miró a los ojos. –Eres la persona más hermosa que conocí Selena Marie Gomez y no te merezco, nunca lo hice pero quiero que sepas que mientras te tuve me hiciste la persona más feliz y sé que es cursi, pero no es lo mismo cuando te pasa a ti. Yo te dañe de la peor forma y me arrepiento, aunque no pueda... –otro sollozo y esta vez era de mi parte. –Aunque no pueda arreglar nada con estas palabras te pido perdón y espero que algún día me puedas perdonar...

Se levantó y sin más que decir me abrazó fuertemente y dejo un leve beso en mis labios, suave y con historias. –Te voy a extrañar. –se alejó aun sosteniendo mi mano y cuando estuvo a punto de soltarla, dijo: –Esto no es un adiós, es un hasta luego...

Y me soltó, desapareciendo dentro de su auto y este desapareciendo al final de la calle.

Llegué a casa e hice las maletas, en pocas horas estaría lista para irme. Tome una ducha caliente con la idea en mente de que me relajara, cosa que no sucedió, solo seguía siendo invadida por muchos recuerdos que golpeaban mi mente como rocas. Me produjeron una gran jaqueca que tuve que calmar con una pastilla que conseguí en la cocina, o lo que quedaba de ella. Brian había venido desde casa a ayudarme a empacar mientras Gracie jugaba en la sala con sus pequeños juguetes. No había forma de agradecer toda la ayuda que me había dado, no solo ahora sino toda mi vida, desde que mamá lo conoció no ha hecho más que darme todo lo necesario, hacerme quien soy hoy. Me vestí simple como había hecho últimamente, no es como si tuviera mucho para qué vestirme.

Brian llevaba a Gracie en los brazos mientras se posaba en el marco de la puerto, se veían muy contentos y Gracie no dejaba de reírse.

–Hola. –saludó Brian.

–Hola. –me acerqué a ellos y le di un beso en la mejilla a cada uno. –Dónde está mi pequeña?

Gracie sonrió y estiro sus brazos para que yo la cargara en mis brazos y Brian me la dió. Gracie parecía sentir mi tristeza porque me abrazo como nunca antes.

–Mamá... –murmuró.

– ¿Qué? –Pregunte ante la sorpresa.

– ¡Mamá! –repitió más segura. –Mamá, mamá, mamá.

– ¡Está hablando! –dije emocionada. Una lágrima resbaló por mi mejilla. Gracie colocó sus manos en ellas y quitó la lágrima de la manera más tierna que haya visto.

–Mamá... –susurro abrazándome.

–Oh, cariño, no soy mamá, soy tu hermana.

Ella se alejó y negó. –Mamá.

Me volvió a abrazar.

Brian me miraba perplejo e intento quitármela para hablar con ella pero no me soltaba, solo repetía esa palabra una y otra vez. Ella me había dicho mamá. Cuando por fin se durmió, Brian y yo bajamos a la sala y nos sentamos a conversar mientras terminaba de bajar las maletas.

–Selena, quería hablar contigo.

– ¿Sobre?

–Gracie. Yo nunca la había visto así como se puso hoy, ni siquiera con tu madre, Gracie te ama, te necesita y yo también, sé que no cambiarás de opinión sobre irte pero... me gustaría que nos vinieras a visitar.

–Brian... Yo...

–Espera. –me interrumpió. –Quiero que vengas, a vernos, a tu madre pero podemos pasar tiempo en familia en las vacaciones, fuera de Los Ángeles si te hace sentir mejor, solo... quiero que le traigas flores a tu madre. Que no te olvides de ella.

Me acerqué a él y lo abracé. –Nunca me olvidaré de ella, ni de ustedes.

Brian me abrazó. – ¿Que dices?

–Me parece una excelente idea.

Después de un rato, Niall llegó y subimos todas las maletas a su auto.

Estaba dejando todo, dejaba la ciudad, la casa, el pen–house, a Gracie, a Brian y a mi madre. Simplemente doloroso pero cierto. Me estaba yendo y esta vez no había vuelta atrás no vendría, no volvería este lugar donde tantas historias sucedieron, donde entregue todo mi ser y mi corazón en un amor que no pudo ser más. Volvería algunas veces a traerle flores a mamá y a visitar a Gracie y a Brian pero nada más lejano de un día. Había convencido a las chicas, de que se mudaran con Demi y Miley a Nueva York Y Con gusto aceptaron. En cuanto a Zayn, Liam y Louis no sabría decirles, me esperaban en el aeropuerto para despedirse una última vez, nos mantendríamos en contacto pero no sería lo mismo, tal vez nunca los vuelva a ver, tal vez sí. Después de todo sus novias se mudaran conmigo, tal vez nunca debí volver a Los Ángeles, nunca debí saber de la carta o de Harry, tal vez todo pasó por una razón, no lo sé. Vendí el pen–house por veinticinco mil dólares más y ahora podría irme a Nueva York, a graduarme en Artes Escénicas en Julliard y de Diseño Gráfico en la NYU. Quizás el sueño de estar aquí fui muy ostentoso quizás me esperaba algo mejor, pero lo que fuera, estaba lejos de Los Ángeles, muy, muy lejos. Mire por última vez cada rincón del lugar antes de entregarlo a los nuevos dueños. La cocina, la sala, la terraza y la habitación, todas se llevaban una parte de mí. Besé a Gracie y a Brian una última vez antes de irme. Abracé a Zayn, Liam y Louis, una última vez, mire Los Ángeles por última vez y llore por última vez mirando mientras cerraban la puerta del pasillo hacia el avión una última vez. Quizás así debía ser mi final feliz, quizás este no era el final de mi historia, pero quién sabía. Quizás, incluso podría gustarme.

Posesivo |H. S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora